¡Hola!, mi nombre es Angel Martin (sí, mi nombre se pronuncia en inglés) tengo 18 años, nací en el hermoso pueblo de Robe en Australia, soy australiana, soy castaña, de ojos café profundo como dice mamá, mis padres son Jennifer White y Jacob Martin y mi hermana es Sarah Martin.
Verán, mi vida es bastante normal, o al menos eso me gusta pensar. Llegué a la vida de mis padres de una forma inesperada y muy sorpresiva, mi madre no podía concebir hijos y hacía unos cuantos años habían adoptado a mi hermana Sarah, lo sé es extraño, es por eso que tengo ese nombre, según mi mamá soy su ángel, su milagro, el que toda la vida esperó.
Mi día a día era bastante entretenido, mis padres tienen su propio hotel en la orilla de la playa del pueblo (llamado J. J. Martin), es majestuoso, es grande y la playa es de ensueños, todos los turistas que vienen se enamoran de Robe.
Soy entrenadora de surf, es mi pasión, bueno la verdad es que soy aficionada pero me encanta, son muchos los que se interesan por las clases en el hotel, así que es un buen entrenamiento. Todos los días en la mañana comienzo con una caminata por la playa junto con Gus, Gus es mi perro, tiene tres años, es un samoyedo color negro, bastante extraño para su raza, pero es un perro muy dulce, es mi fiel compañero de aventuras; lo nombré así porque un pequeño llamado así fue quien me lo obsequio, era un pequeño algo triste porque había encontrado un cachorro y no sabía qué hacer con él, entonces llegó al hotel y habló conmigo, yo lo acepté, compartimos un rico sándwich y después de eso nunca lo volví a ver; después de nuestra caminata, Gus y yo nadábamos un rato antes de comenzar con las lecciones de surf. Después de darlas ayudaba a mamá con la administración del hotel, recibiendo a los turistas y todo ese asunto. Aproximadamente a las 19:00 salía de mi turno en el hotel y me iba a mi cuarto a descansar o si no salía con Gus a dar un paseo, normalmente salía a pasear, siempre se nos unía Andrew, él es mi mejor amigo, como si fuéramos hermanos, nacimos con tres días de diferencia y crecimos prácticamente juntos, somos muy cercanos, él es mi todo, lo quiero muchísimo, somos inseparables.
– ¿qué harás ahora? – pregunta Andrew.
– No lo sé, supongo que tomar la decisión correcta.
Resulta que el instituto había quedado atrás, estábamos graduados y yo tenía dos cartas de aceptación en dos diferentes universidades, una en Juilliard, New York para estudiar artes y la otra en la Universidad de Artes Plásticas en Puerto Rico.
– Y tu An ¿qué harás?
– Mi decisión está tomada hace mucho tiempo Ani y lo sabes.
– Lo sé, pero ¿es necesario irte tan lejos?
– Lo es, lo siento.
Andrew se iría a Harvard en Estados Unidos, escuela de leyes, siempre fue bueno en todo eso, es apasionado para discutir y siempre busca pruebas en todo, es gracioso y me encanta que esté cumpliendo su sueño pero lo extrañaré demasiado, nunca nos hemos separado, lo máximo ha sido unas semanas, pero no más.
– Debes ir a Juilliard, estaremos más cerca, podríamos ir a visitarnos.
– No lo sé An, seguiríamos estando muy lejos. Además no tengo con quien quedarme allá y lo sabes, no tengo muchas opciones que digamos.
– No has hablado con tus padres ¿verdad? – dice severo.
– Claro que he hablado con ellos, pero esta vez es diferente, papá dice que mi mejor opción es la UAP, que está mi tío allá y él me cuidaría, y mamá dice que todo estará bien y que debo seguir a mi corazón, a veces simplemente no los entiendo.
– No lo sé Ani, solo sé que la opción que tomes debes tomarla porque lo quieres y lo sabes, pese a la distancia y si se enoja tu papá o no – dice con esperanza.
– Lo sé caro amico (querido amigo), créeme que lo sé.
Esa noche cuando llegué al hotel hablé con mis padres, mientras caminaba a casa pensé en lo que era mejor y papá tiene razón, es mejor irse a Puerto Rico, está mi familia allí y me sentiré más cerca de ellos, así que eso fue lo que finalmente acordamos, dentro de dos semanas me iría a Puerto Rico a estudiar Artes, a cumplir mi sueño.
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Mi Ángel
Подростковая литератураLos giros de la vida son muy inciertos, a veces somos incapaces de entenderlos y aceptarlos. Angel se resistió a aceptar su destino y logró darse cuenta el gran error que había cometido. Guardianes y Kralicos luchan por ver quien domina al mundo, qu...