Prólogo

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Vivir en este mundo puede ser algo extraordinario. Cosas asombrosas ocurren todos los días, nos hacen maravillarnos y creer que nada más puede sorprendernos, pero algo siempre pasa, algo vuelve a sorprendernos.

Hace unos cuantos millones de años nació un grupo de seres destinados a destruir a los humanos, tenían esa necesidad de extinguirlos, de dejarlos sin nada, de arrancarles todo, y lo gracioso es que ellos eran iguales, físicamente no había diferencia, parecían tan humanos como cualquiera, pero dentro de ellos existía un poder que nadie lograba detectar, solo ellos. Por fortuna uno de ellos no lo resistía, algo había dentro de él que le decía que no debía destruir, algo le decía que tenía que ayudarlos, salvarlos; cuando creyó que era tiempo abandonó a su clan, a su familia, a su mejor amigo y decidió crear otro clan, uno que ayudara a los humanos, que los defendiera, no quería destruir y no quería que los destruyeran. Su nombre es Jake y su clan es el de los guardianes, se reveló contra los Kralicos, contra su naturaleza y contra sus reglas.

Después de que Jake se revelara y pasaran muchos años, se creó la conexión pura, dos seres destinados a amarse de tal forma que ni siquiera los Kralicos pudieran vencerlos, eso era lo único que los Kralicos no podían vencer, el amor. Pero aunque han nacido varias conexiones puras, ninguna ha sido capaz de destruir a los Kralicos del todo, siempre se reponían y terminaban cortando esa conexión, los mataban y los guardianes perdían. Jake después de la última derrota se dedicó a crear una conexión aún más poderosa, una que pudiera vencer a los Kralicos, sacó poder de cada guardián para poder insertarlo en ese pequeño ser que nacería y se convertiría en el salvador de los guardianes.

– Jake, ¿puedo pasar?

– Dime Alex, ¿qué pasa?

– Se acabó la espera, el bebé acaba de nacer – Jake se levanta rápidamente de su asiento y corre junto con Alex a la enfermería.

– ¿Donde está?

– Está con Jenny y Jacob.

– ¿Qué es?

– Es una niña, se llama Angel – sonríe – es el nombre perfecto para nuestra salvadora.

– ¿Qué paso con el otro bebé?

– Nació hace una semana en Paris.

– ¿Su nombre?

– Max Foster.

– Alex, está pasando, por fin llegó el momento en que podremos vencer a Ian y a todos los Kralicos, Angel y Max nos salvaran.

– Eso esperamos, pero Ian va a enterarse, le puede hacer daño.

– Eso es verdad, por eso tú serás su guardiana.

– ¡¿Qué?! – dice desconcertada – no, te equivocaste de guardiana Jake, no voy a cuidar a la pequeña, si le pasa algo será mi culpa, no seré la culpable de que la conexión pura se rompa.

– Te harás cargo de ella Alex, no es una pregunta.

– Lo sé – dice resignada – prometo cuidarla con mi vida.

– Tienes que cuidarla, de Ian, de los Kralicos, probablemente ellos también crearon un salvador que pueda destruir a la conexión pura, hay que estar alerta.

– Tranquilo, me encargaré de vigilar.

La pequeña Angel crecía en tamaño y en inteligencia, era una niña muy alegre, vivía en el hotel de sus padres, su mayor responsabilidad era ser feliz, ella no se imaginaba el destino que tenía preparado, no sabía que ella era la encargada de salvar un mundo paralelo al de ella, no sabía la fuerza y el poder que tenía dentro.

Angel Martin era la guardiana más poderosa de la existencia y ella no lo sabía, no sabía que su vida cambiaría radicalmente en cualquier momento y no sabía que todo lo que creyó que era su mundo, solo era una linda apariencia para que los Kralicos no los encontraran.



Mi ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora