Corrí sin parar hasta que llegué a una casa enorme, miré hacia atrás y el hotel ya no se veía. Era una casa enorme, muy, pero muy hermosa, solitaria, con playa privada. Caminé lentamente hasta llegar a las escaleras, subí cuidadosamente, la terraza del primer piso era muy espaciosa, tenía un comedor de terraza, un columpio, una pequeña piscina, sillas para tomar el sol. Llegué hasta la puerta corrediza de vidrio, la abrí cuidadosamente, entré, la casa tenía un gusto exquisito, todo muy moderno, la cocina era estilo americano, muy amplia, los sillones del living de color negro, hacía juego con el estilo de la casa, había fotos de sus padres, de Andy, de Angie, de mis padres, de nosotros, de mi estudio, tenía muchas fotos. Al fondo había un estudio, una sala de juegos y un pequeño gimnasio. Subí las escaleras, el segundo piso era también muy espacioso, tres habitaciones, un baño fuera. Entré en la habitación de León, la reconocí al instante, tenía vista al mar, una cama de dos plazas y media, un baño propio, había un cuadro colgado que tenía un par de alas, me acerqué a él, era el cuadro que pinté cuando estaba en la universidad. Salí y me dirigí a la última habitación, tenía dos puertas corredizas, esperé unos segundos con mis manos apoyadas en las manillas y luego las abrí, lo primero que vi "Libertad en tu Travesía", era su estudio para pintar, la pared principal tenía pintado eso con un par de alas extendidas, entendí, él nunca se olvidó de lo que éramos, aun siendo un ángel, siempre fui yo en su vida, solo Ani, la que fue su amiga en la universidad, la que logró hacerlo ver con palabras, la que le declaró su amor un día antes de despedirse de él, la que se enamoró perdidamente, la que cubría con su chaqueta cuando tenía frio, la que abrazaba cuando estaba triste, la que protegía cuando tenía miedo, siempre me vio por como fui, nunca fui fuerte, solo aparentaba, solo era Ani y él lograba verlo, es por eso que creó esa frase y ese dibujo, porque sabía que buscaba algo, sabía que buscaba sentirme viva, sabía que quería una aventura inolvidable, entonces me la dio, me dio su amor que se convirtió en la aventura con más adrenalina de mi vida, sentir sus besos en mis labios, sus manos en mi cuerpo, su piel rosando la mía, su perfume impregnándose en mi para siempre, sus brazos apoderándose tiernamente de mí, dándome calor y refugio, no me di cuenta de cuanto extrañaba eso hasta que lo pensé, su mirada, fija en la mía, su sonrisa nerviosa al verme nerviosa a mí, su cabello siempre alborotado, perfectamente alborotado, sus ojos grises que siempre me recuerdan lo afortunada que soy porque puede verme, que sabe cómo soy y me ama así tan imperfecta.
Relata León
Mañana mi hermano podrá cumplir el sueño de casarse con su amada, de tenerla con él para siempre, estoy orgulloso de él, creo que le enseñé muchas cosas, pero a amar no se puede enseñar. Summer es una chica increíble, se conocieron en la universidad y por fin ella le dijo que si y se casarán mañana en Paris, se supone que debería estar en camino, de hecho mi avión salió hace como una hora, pero no fui capaz de subirme, no porque no quisiera ir, es solo que no me considero lo suficientemente fuerte como para ver tanto amor cuando el mio está en el cielo, siendo el brazo derecho del líder de los ángeles, no cuando siento que la necesito más que nunca, no cuando tengo la pluma de una de sus alas, no cuando sé que está pensando en mi porque la pluma está brillando, no ahora, no soy fuerte, ella es mi fuerza y está a miles de kilómetros de altura.
Estaba muy cómodo imaginando la última vez que la besé cuando siento la puerta corrediza de la terraza abrirse, alguien acaba de entrar en mi casa, es la primera vez que me pasa, se me cruzó por la cabeza que podía ser Angie o Absalon, pero ellos piensan que estoy en Paris y nunca entran cuando la casa está vacía. Tomé un bate de béisbol de Andy que estaba en mi estudio, salí en silencio para que el intruso no me sintiera, revise el primer piso, la terraza, la cocina, el living, el gimnasio, el salón de juegos, no había nadie, subí las escaleras, miré en la habitación en la que dormía Angie cuando se quedaba, nada, la habitación de visitas, nada, en mi habitación tampoco había nada, entonces sentí las puertas de mi estudio abrirse, fue cuando me asusté. Apreté fuerte el bate y salí para enfrentar al polizón, caminé lentamente y en silencio hasta el estudio, solo podía ver la pared principal, no había rastro de nadie. Entré en silencio mirando hacia la derecha, nada, miré hacia la izquierda y vi, la vi, una mujer, alta, flacucha, pelo castaño como las hojas del otoño, estaba de espalda mirando mis pinturas, no podía creer que esa fuera ella, Ani, mi Ani. El bate se me cayó de las manos sin que me diera cuenta y se azotó en el piso, ella saltó de la impresión, entonces encontré su mirada, su mirada exquisita, esos ojos café profundo, algo más claros, pero café, con un océano color café, profundos y eternos, tal como me los describió cuando era ciego, ahí estaban, mirándome sin pestañear.
– ¡León, creía que estabas en Paris! – que se supone que tengo que decirle, ¿tengo que abrazarla?, ¿besarla o solo estrechar su mano y actuar como si fuéramos amigos?, ¡qué tengo que hacer! – Te estoy buscando hace tres días, no sabes lo difícil que fue, ningún humano podía verme, pero te encontré – me miraba tan dulcemente, pero no sabía que decirle, simplemente las palabras se habían atorado en mi garganta – Volví porque aun soy tu guardiana, la conexión nunca se rompió Leo, es por eso que no envejeces, eres inmortal, igual que yo – habla, dile algo, dile hola, dile que la amas, ¡¿por qué no hablas?! – Volví y no pienso irme, han pasado 20 años León. Me salvaste la vida, detuviste el tiempo cuando Andrew intentó matarme, nunca voy a olvidar ese día, todos los días cuando me despierto y me miro en el espejo veo esto – se levanta la camiseta, al costado de su vientre, una cicatriz del porte de mi dedo meñique se alojaba allí, el constante recuerdo de que Andrew era único que podía destruirla – Y después pienso que si no fuese por ti yo estaría muerta, pero no me gusta pensar en esa posibilidad... ahora estoy aquí, contigo, ahora te voy a dar los abrazos que no te di en 20 años, los besos, las caricias, los te amo, todo lo que no te di en 20 años los voy a compensar, te lo prometo – caminó lentamente hacia mí, brillaba, como lo hacía Uriel algunas veces, supongo que eso es típico de los ángeles. Estuvo tan cerca que podía sentir su aliento, la extrañaba, tenerla así, que mi piel se erice al tenerla tan cerca, que mi pulso se dispare y mi corazón se acelere – Te amo Maxi, no sabes cuánto te amo – y entonces no me pude aguantar, rodeé su cintura con mis brazos y atrapé sus labios, fueron 20 años en los que no tuve el calor de sus labios junto a los míos, el beso fue lento, luego se intensificó, era un beso desesperado, urgido, lleno de sentimientos increíbles. Yo la amo tanto que no lo resisto, creo que en cualquier momento mi corazón va a explotar tan fuerte que moriré. El éxtasis que siento en este momento es indescriptible, hace mucho tiempo no me sentía tan vivo, desde hoy no la dejaría irse, voy a luchar por ella, no se la van a llevar de vuelta al cielo, ella se queda conmigo, ella es mía, y no se la van a llevar, ellos la tuvieron por 20 años, tuvieron mucho tiempo para disfrutarla, ahora es mi turno, voy a amarla tanto, voy a darle todo lo que tengo, porque mi amor es tan grande que la haré sentir en el cielo, nuestro cielo, solo para los dos, sin interrupciones, sin nada, solo mi ángel y yo.
Cuando la volví a mirar a los ojos sus pupilas estaban dilatadas, nuestras respiraciones estaban agitadas por la intensidad de nuestro beso, y el nudo se fue, sabía exactamente lo que debía decir.
– No te irás, eres mía, eres MI ÁNGEL.
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Mi Ángel
Teen FictionLos giros de la vida son muy inciertos, a veces somos incapaces de entenderlos y aceptarlos. Angel se resistió a aceptar su destino y logró darse cuenta el gran error que había cometido. Guardianes y Kralicos luchan por ver quien domina al mundo, qu...