The Gray Summer

Verano

Y aquí me encontraba nuevamente, en la gran casona de mi abuela, hace años que no pasaba una temporada larga en esta casa, pero lo amo, es hermoso estar acá y rememorar todos esos veranos, esos que hicieron de mi infancia los mejores momentos de mi vida, mi tata ya no está acá, pero esta casa está llena de recuerdos, llena de él. Mi abuela se encuentra en su cuarto, llegué hace un rato y me encuentro en mi cuarto ordenando mis cosas. Escuchar las olas del mar de fondo me calma, este lugar para mi es paz, luego de vivir tanto tiempo en Seúl, corriendo para todos lados, con una vida más que agitada, estar nuevamente a metros del mar para mi es la gloria.

*** Flash Back***

No me quería ir, no quería dejarlo solo, el me necesitaba y yo tenía que estar ahí para él, lo amaba tanto que estaba dispuesto a darle una última oportunidad a esta relación, aunque fuera a larga distancia. Yo sabía que tenía que volver a Seúl y que él se quedaría acá en Busan, pero estaba pasando por un momento tan difícil y yo no quería esta vida para él.

- Lo intentaremos, te lo prometo.

- No quiero que te vayas, no quiero que me dejes aquí solo.

- No te dejaré solo, vendré a verte cada vez que pueda, pero debes prometerme que estudiaras, que intentaras retomar tus estudios y terminar la secundaria, que lucharas por un futuro juntos, que no volverás a consumir drogas, por favor, promételo.

- Si amor, te lo prometo, no necesito nada más que a ti para estar bien, para ser feliz, te juré que no volvería a estar volao, que dejaría las drogas, por ti haría cualquier cosa, solo no me dejes solo, por favor.

- Te juro que no lo haré amor, sabes que solo me quedan tres años en la universidad, estudiaré muy duro para sacarte de aquí y llevarte conmigo, solo tenme un poco de paciencia y volveré por ti bebe.

- Te amo, te amo mucho, nunca lo olvides, eres mi patito.

- Y tú mi conejito bebe, te amo infinito amor...

Tenía que irme, sabía que mis padres me estaban esperando, pero joder, me partía el alma dejarlo aquí y tener que irme, no quería, aun ni terminaba de abrazarlo y ya me sentía vacío por dentro, pero tenía que hacerlo, tenía que soltar a mi primer y único amor, pero dolía tanto, que sentía que me faltaba el aire. Tenía un puto nudo en mi garganta y el pecho apretado, él era mi todo, era mi vida, mi felicidad, lo más hermoso que me había pasado en el mundo.

Jungkook, era mi primer amor, yo vivía en Seúl, pero siempre iba en las vacaciones de verano a la casa de mis abuelos y para mí era como estar en el paraíso, porque adoro la playa. Lo conocí una tarde de diciembre, mientras llevaba a mi hermano menor a un parque que quedaba cerca de la casa, lo vi y quedé flechado por él, sus hermosos ojos me habían hipnotizado, no podía creer que nunca antes lo había visto, en ese entonces tenía 16 años, nunca había estado con ninguna chica y menos con un chico, pero cuando vi a ese hermoso ángel, lo supe, supe que quería estar con él, que quería conocerlo.

A diario iba con mi hermano pequeño al parque, me entretenía mucho pues siempre me juntaba con Tae, un niño que al igual que yo, llevaba a su hermana menor a ese mismo parque, había pasado una semana desde que había visto a Jungkook, pero no había vuelto a verlo, hasta ese día que se acercó hasta nosotros y saludo a Taehyung, nos saludamos por primera vez en aquel momento y nunca pensé que luego de ese pequeño gesto, mi vida cambiaría para siempre.

Luego de conocernos a través de Tae, nos juntábamos casi a diario, para conversar, ir a jugar vídeo juegos, ir a la playa o simplemente a pasar el rato en aquel parque. Al principio éramos solo los tres, pero a media que fue pasando el tiempo nuestro grupo de amigos se fue agrandando, Nayeon y Jungkook tenían 14 años y eran las menores del grupo, Dahyun, Taehyung y Tzuyu tenían 15, mientras que Yoongi y yo teníamos 16, amaba a mis amigos y gracias a ellos gran parte de mi adolescencia fue más llevadera y feliz.

Yo me llevaba bien con todos los chicos, nuestra amistad era bonita y eso a mí me encantaba, pero con Kookie las cosas siempre fueron distintas, a pesar de que yo no le hablé de mis sentimientos por un tiempo, yo nunca pude verlo solo como amigo, a mí me gustaba y mucho, lo que yo no sabía, era que el sentimiento era mutuo, hasta una tarde que cambio nuestra relación para siempre. Mi madre me llamo para que me fuera a la casa, pues iríamos a visitar a una tía, yo me despedí de mis amigos y Kookie se ofreció para acompañarme hasta la esquina, cuando llego la hora de despedirnos paso algo que nunca pensé que pasaría, cuando iba a darle un beso en su mejilla, el me corrió un poco la cara y rosamos nuestros labios.

- ¿A que vino eso Kookie? Los besos no se dan así – le dije mientras me reía enternecido.

- Entonces enséñame como se dan genio – él se rió conmigo y yo solo lo quedé mirando.

No estaba seguro si Kookie estaba bromeando o no, pero independiente de eso yo no sabía si él había dado su primer beso y yo no quería que su primera vez fuera así, si ese era el caso. Así que simplemente tomé su rostro y junté nuestros labios, fue un beso tierno y tímido, pero el punto de inicio de una historia que nos marcaría a ambos en lo profundo de nuestros corazones.

Faltaban días para que terminara enero, ese día habíamos decidido juntarnos en la noche, pues iríamos a un parque de diversiones todos juntos. Nuestros amigos aun no sabían lo que había pasado la tarde anterior, pero era muy notorio que algo había cambiado, pues Kookie y yo no nos separamos en toda la noche. Íbamos caminando a una de las atracciones y yo solo pensaba en cómo hacer para quedarme solo con Kookie. En un momento me quedé solo con Tae, mientras Jungkook hablaba con su prima Nayeon, el resto del grupo había ido a comprar algo para comer, en un momento le dije a Tae que me sentía un poco mal por haberme subido a tantos juegos en el parque de diversiones, así que le dije que iría a tomar un poco de aire, pues donde estábamos había mucha gente. Deseaba llamar la atención de Jungkook, pero no quería ser tan obvio, así que simplemente me alejé, esperanzado de que me siguiera.

- ¿Estás bien Jimin? Tae me dijo que te sentías mal – era el, gracias Dios.

- Si tranquilo, me sentí un poco mal un momento, solo necesitaba aire, había mucha gente allá.

- Si, eso es verdad, a mí tampoco me gustan mucho las multitudes.

Nos quedamos mirando y de un momento a otro desapareció el mundo, la luz de los juegos se reflejaba en su hermoso rostro y yo solo podía estar embobado por la sonrisa que me regaló. Y pasó, paso lo que tanto había estado deseando, se acercó y me besó y esta vez no fue solo un choque de labios, fue un beso de verdad, podía sentir su lengua dentro de mi boca recorriendo todo, yo ya había dado mi primer beso, de hecho, había besado a varias chicas en mi colegio, pero ningún beso se comparaba a este, mi estomago estaba revolucionado al igual que mi corazón.

Lo supe en ese momento, estaba enamorado de Jungkook.

Luego de unos minutos besándonos, nos separamos y nos abrazamos, luego él se separó un poco de mi para poder ver mi rostro, sin romper nuestro abrazo.

- Me gustas Jimin, desde la primera vez que te vi junto a Tae.

- ¿Es enserio?

- Sip, pero no sabía cómo decírtelo, tu eres mayor que yo, nunca pensé que podría ser correspondido, hasta ayer, que me arme de valor y me atreví a correrte la cara al despedirnos, fue maravilloso saber que podía tener una oportunidad contigo, ayer no pude ni dormir por estar pensando tanto a en ti.

- Tú también me gustas Jungkook – él me sonrió de una manera hermosa.

- ¿Q-quieres ser mi novio Minnie?

- Si Kookie, si quiero ser tu novio – no pude evitar sonreír como idiota, este chico me traía loco.

Luego de un par de besos más volvimos a donde estaba nuestro grupo, íbamos de la mano, nuestros amigos nos felicitaron y se burlaron, pero al parecer los únicos que no nos habíamos dado cuenta de que nos gustábamos mutuamente éramos Jungkook y yo, porque nadie se sorprendió realmente de vernos tomados de la mano.

With Love, Amy ♡