The Gray Summer

Epílogo: Solsticio de Invierno

Habían pasado cinco años desde la última vez que había pasado una larga temporada en esta casa y la verdad había cambiado muy poco, la única gran diferencia era que mi tata ya no estaba con nosotros. Hace un par de meses por fin me gradué y ahora me encontraba en busca de trabajo, por lo cual, me vi con algo de tiempo libre y decidí venir a mi paraíso personal. Luego de ordenar mis cosas, me acerque para mirar por la ventana, se podía ver el mar a lejos. Dios, cuanto había extrañado esto, no es que no hubiera vuelto a venir luego de esa noche donde salió a la luz y di por terminada mi relación con Jungkook, pero mi situación cambio y nunca más pasé un verano completo en Busan. Con Tae ahorrábamos todo el año para irnos de vacaciones juntos en los veranos, el ultimo lo habíamos pasado en Francia y fue hermoso, estuvimos un mes allá y yo quedé enamorado del lugar. Así habían sido todas las vacaciones anteriores, viajando con Tae por el mundo, por lo tanto, lo más que había vuelto a estar acá en Busan habían sido un par de semanas.

Ahora estábamos en pleno invierno, por lo tanto, las calles no estaban tan transitadas, pues ya estaba atardeciendo y la falta de turistas se notaba, sin embargo, quería pasear, quería sentir la brisa en mi rostro. Tomé un abrigo y me dispuse a recorrer las calles de Busan en dirección a la playa. Cuando iba camino a mi destino, pase por ese parque que había marcado mi infancia y adolescencia, vinieron mil recuerdos a mi mente, pero sobre todo vino el recuerdo de una persona. Luego de esa noche en que abrí los ojos en la casa de Seokjin, no volví a saber de Jungkook, cambié mi número de celular y simplemente desaparecí de su vida sin darle ninguna explicación, quizás no fue la mejor decisión, pero en fin, luego de tantos años eso ya no importaba. De vez en cuando me acordaba de él, me preguntaba como estaría, si había hecho algo con su vida, si aún seguiría metido en las drogas, a esta altura ya debe tener 22 años, supongo que ha madurado y ya no es el mismo crio de antes. No me di ni cuenta, cuando ya había llegado a la playa, había estado muy sumergido en mis pensamientos. No iba a negar que de vez en cuando pensaba en él, a pesar de como terminaron las cosas, él fue mi primer amor y nunca volví a sentir cosas tan profundas como las que sentí por Jungkook. Si tuve sentimientos más fuertes y amé con intensidad, pero no era lo mismo, el amor con el tiempo va cambiando, va madurando, si comparo mi primer amor con mi amor actual, no hay punto de comparación, en este momento amaba con locura a mi pareja, era mi vida y a diferencia con mis otras relaciones, este era un amor sano, mi chico me hacía tan bien.

Caminé alrededor de una hora por la playa, sintiendo la arena en mis pies y la brisa jugar con mi cabello, sentía como el estrés acumulado iba dejando mis hombros, como poco a poco me volvía a sentir libre. Luego de mirar la puesta de sol, decidí volver a casa.

Iba cruzando el parque, ya muy cerca de mi hogar, cuando a lo lejos divisé un rostro conocido.

- Jimin, eres tú?

- He... si, hola.

- Hola! Hace años que no te veía.

- Si, la verdad es que ha pasado bastante...

- ¿Como has estado?

- Bien, acabo de graduarme hace poco.

- ¡Genial! Felicidades, Jungkook siempre dijo que eras un chico muy inteligente.

- G-gracias Seokjin... y que es de ti? ¿Aun vives aquí en Busan?

- No, me mudé hace un par de años a Ulsan, vivo ahí con mi novia.

- Aaaah... que bien.

- Y cuéntame, ¿qué haces aquí?

- Bueno, me vi con un poco de tiempo libre y vine a visitar a mi abuela... y tú?

- Vine a ver a mis padres, la verdad es que mi papá se encuentra un poco enfermo, así que bueno, siempre que puedo y el trabajo me lo permite, me escapo a Busan para verlo.