La Boda de Marinette

Detrás de la máscara

Luka miraba a Kagami, el amor era visible en la mirada de ambos.Era increíble  como quienes no se amaban al principio, por cosas del destino, ahora se comprometían a pasar el resto de sus vidas juntos.
El cura ahora decía la tan conocida frase: Si alguien se opone a esta unión, que hable ahora o calle para siempre.
Un estruendo en la puerta de la iglesia y todos voltearon a ver. Adrien, despeinado y desarreglado entró diciendo: -¡Detengan la boda!
-¿Adrien? ¿Qué estás haciendo?- Luka lucía sorprendido y furioso al mismo tiempo.
- Lo siento Luka, pero yo amo a Marinette y no la pienso perder.- Adrien se acercó al altar con paso seguro, pero se detuvo cuando Kagami se levantó el velo.
-¿Kagami? Pero, la invitación decía Luka y Marinette, Nino me lo dijo el otro día, que quien se casa es Marinette. ¿Qué haces entonces?
-Adrien, eres la persona más despistada que conozco, interrumpes mi boda y después me preguntas qué hago aquí.
Marinette agarró el brazo de Adrien y lo llevó hasta el asiento reservado para él. Adrien la miraba sin decir nada, avergonzado y confundido. A su vez, la cara de Marinette estaba roja. Ella no podía creer lo que acababa de suceder.
-Yo... yo lo siento. -Adrien le susurró una disculpa y solo obtuvo como respuesta un hablaremos más tarde.
El cura, algo confundido por lo ocurrido, terminó diciendo: Los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.
Luka y Kagami se fundieron en un beso apasionado, todos aplaudían y él la cargó por todo el pasillo hasta el auto que los esperaba fuera de la iglesia. Kagami lo detuvo y miró a sus amigas y damas de honor.
- No se olviden del ramo, tenemos que saber quién es la próxima. - Chloe estiró sus manos esperanzada; en la boda de Alya, Kagami le había quitado la oportunidad.
Marinette se alejó, todavía estaba confundida y no sabía qué hacer, ya no sabía que hacer.
De pronto, algo le cayó en las manos, el ramo.
-¡Qué, no puede ser!
-Tranquila Chloe, todavía queda la boda de Marinette. -Alya, Kagami y los demás aplaudían.
Marinette, sorprendida, miró el ramo de rosas rojas. Había una nota que decía: -Dile lo que sientes, K.
Levantó la vista y se encontró con una Kagami sonriente. Recordó entonces lo que le había dicho hacía muchos años en la pista de patinaje sobre hielo, que nunca dudaba de sí misma.
Acto seguido, Marinette tomó la mano de Adrien y lo miró sonrojada.
-Va va vamos a.. vamos a la recepción en Le Grand Hotel.
-Sí, vamos.
Entraron tomados de las manos Kagami y Luka, Alya y Nino, y la pareja a la que todos miraban: Marinette y Adrien.
-Adrien... yo quiero decirte algo.
De repente, se apagaron las luces y se escucharon unos ruidos extraños.
Lila gritó: -¡Fiesta de disfraces!- acto seguido se encendieron las luces.
Ahora Kagami tenía una máscara idéntica a la de su identidad como superheroína, Ryoko.  Luka y Nino también tenían máscaras. Todos los que habían usado los prodigios tenían su máscara correspondiente. Adrien miró a donde estaba Marinette, ahora estaba en su lugar Ladybug, usando el mismo vestido rojo brillante.
Primero hubo un silencio sepulcral, Marinette se quitó la máscara que tenía pegada al rostro y todos exclamaron:¡¿Marinette es Ladybug?!
Adrien estaba boquiabierto. No lo podía creer, la chica que buscó por tanto tiempo era su buena amiga Marinette. No se había percatado de sus sentimientos por ella, no sabía que era el amor de su vida y creyó que la había perdido para siempre.
-Marinette, disculpa. Fui un tonto por no darme cuenta, todo el tiempo estuviste a mi lado y yo no te reconocí.
-Tú a quién quieres es a Ladybug, no a mí.
-No, yo te quiero a ti, todo de ti lo quiero. Yo te amo Marinette y el hecho de que seas Ladybug no lo cambia.
-Por mucho tiempo tuve dudas, pero no quiero arrepentirme de nada, yo te sigo queriendo.
Se abrazaron emocionados por el reencuentro y sellaron su amor con un beso.
Adrien tomó su mano gentilmente y le susurró al oído: -¿Me concede este baile mi lady?
-Con mucho gusto.
El festejo duró toda la noche. La magia se sintió en el aire y los recién casados fueron felices a su luna de miel.