Nimiedades

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Se levantó como todos los dias, se sentó,  hizo con una mirada, una pequeña  inspección  de su espacio. Se sintió solo, se dio cuenta que todo tenia un orden perfecto y minucioso, todos sus muebles color negro y sus paredes color blancas, sus adornos color marfil. Todo perfecto, menos su vida sentimental.

La soledad le hablába en silencio, mientras miraba al vacío. Tenia un gran ventanal, para mirar el cielo, y así poder pasar sus solitarios días con menos sombras.

Al ver la hora se levantó de golpe, tomó las llaves, salió apresurado y bajo por el ascensor. Una vez en la vereda comenzo a caminar hacia su trabajo. No podia romper con su rutina.

[...]

Pasaron las horas y sentado en su oficina, escuchando, atentamente el murmullo, por un momento se desconectó del mundo. Mirando con los ojos entrecerrados su reflejo en un escritorio, comenzó a imaginarse lejos de su rutinaria vida, prisionero de sus miedos sintió nuevamente la necesidad de un cambio. Pero otra vez lo tomaba de la mano su némesis que lo arrastraba a cumplir con todos los días, dia a dia las mismas rutinas que lo atraparon en un posición económicamente cómoda pero infinitamente   infeliz.

¿Y quién era? ¿Cómo llamarlo?  Era simple "miedo", si sentia que no podia enfrentarlo por lo que decidió llevarlo consigo como un inquilino indeseable.

Tranquilo, volvió en si y decidio continuar con sus pequeñas costumbres. Fue a almorzar como siempre en la misma mesa, en el mismo bar, y pidió el mismo plato de los miercoles: cazuela de vegetales y agua de pepinos.

Luego seguía ir al gimnasio, hacer una pequeña siesta, llamar algunos amigos, reuniones vacías, hasta llegar a un avanzado estado etílico casi amnesico  para poder seguir.

Pero en el silencio de su hogar y casi inconciente, su alma sigue anhelando reencontrarse con su princesa de cabellos rojos despeinados. Lo imposible.

Ella es un alma libre, que acostumbra a manchar el piso con café, llenar el sillón de migajas, su risa es irritante, su voz chillona y toca tan bellas melodías con su guitarra que son capaces de dejarle recuerdos tan desoladores, que hacen que se sienta tan vacio...

A veces no hay peor recuerdo, que recordar lo que nunca paso...

Inapropiada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora