•Pensamientos y recuerdos•

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Joaquín había llegado a su casa hace algunas horas. Siguió su rutina de llegar, tomar un baño y comer para después descansar una hora antes de empezar con el guión que había recibido.

Era hora de leer el guión, le gustaba ser exacto y cumplido. Camino hacia la sala pues ahí le era más difícil distraerse y comenzó a leer:

Emilio como: Aristóteles

Su mente viajo de inmediato a lo ocurrido hace ya varias horas ¿De verdad había ocurrido? Se preguntaba mientras recordaba aquella sensación que se generó al entrar en un ligero contacto con Emilio. Quizá solo había sido su imaginación pero... ¿Por qué Emilio también había reaccionado con extrañeza? Quizá fue por la expresión en su propio rostro. Repetía varias veces aquel recuerdo intentando descifrar si la aquella sensación eléctrica había sido real ó un producto de su nervios.
Volvió en si.

Mierda!- se dijo para él mismo entre dientes al observar que en el reloj se marcaban 15 minutos más de la hora en la que había comenzado a lo que se suponía era la lectura del guión.

Se distraía constantemente no sólo repitiéndose aquella sensación sino todo lo demás. Había tenido tiempo y concentración suficiente para observar detenidamente a Emilio. Realmente le provocaba tranquilidad así que no podía creer que aquel chico fuera tan escandaloso y se metiera en tantos líos.
Sin saberlo, no era el único que se encontraba distraído en lo ocurrido en aquel salón. A unos pocos kilómetros yacía Emilio recostado en su cama observando sus delgada mano mientras recordaba lo que había sentido al tocar la piel clara de su compañero, estaba seguro de que fue real aunque se tratara de algo poco creíble. Después de todo uno no andaba por ahí tocando a las personas y causándoles pequeños choques eléctricos. No podía dejar de preguntarse que había sido aquello mientras se hundía cada vez más y más en sus recuerdos. Comenzó a pensar en el resto de las horas que pasó ahí solo observando a Joaquín, cada vez se profundizaba más en las características de su rostro pero algo lo sacó de su trance. Volteó hacia su mesita de noche y observo su celular sonando al recibir una llamada de su padre.

-¿De verdad esperas que conteste después de lo que me pediste hacer?- dijo para si mismo en voz alta confiado de que no había nadie en casa aún.

Salió de su habitación para creerse la excusa que le daría más adelante. Le diría que dejo su celular en la habitación y para cuando vio las llamadas pensó que estaría ocupado. Si lo ocupara para algo de trabajo lo llamaría desde su otro número así que no había de que preocuparse. Así es, el señor Osorio tenía dos números telefónicos debido a que trabajaba con familia y amigos pero aún así le gustaba mantener las cosas por separado.

Bajaba las escaleras a prisa mientras cada sonar del celular lo llevaba más y más hacía el momento en que su padre le decía como si fuera la mejor idea jamás pensada que se hiciera de una novia falsa para llamar la atención de la prensa y que la novela fuera más vista. Amaba a su padre pero algunas veces el ser un hombre de negocios lo hacía llegar a los límites, incluso con su hijo.

flashback

Emilio caminaba hacia la oficina de su padre cuando alcanzo a divisarlo metros antes de la salida, así que cambio su rumbo directo un poco hacia la derecha.

-Emilio, que bueno que vienes pronto. Creí que te faltaban cosas por hacer aún- dijo volteando por un momento hacia donde estaba el muchacho para luego postrar sus ojos de nuevo en el celular que traía.

-Sí, lo que paso fue...- se vio interrumpido por su padre cuando éste levantó una mano en señal de que parara.

-Eso me lo contarás luego. Ahora debemos hablar sobre el futuro de la novela y cómo nos ayudarás para que ésta sea más vista- era increíble la manera en que el director se dejaba llevar por su trabajo y trataba de usar los medios posibles para subir popularidad. Quería que esta fuese aún más popular que la primera temporada.

Mi Destino Es Contigo (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora