Mi Destino Es Contigo (Emiliaco)

•El Cielo y Las Estrellas•

A Emilio le fue imposible levantarse a la hora de siempre. Comenzaba a hacer todo lo más rápido posible cuando el recuerdo de el Director diciendo que la entrada al trabajo era más tarde llegó a su mente, de inmediato bajó la velocidad de sus acciones para concentrarse mejor en cada una.
Estaba por tomar una ducha cuando el timbre del celular llamó su atención. Se trataba de Marie.
Aunque trataba de de dar lo máximo en su relación, entre el trabajo y los constantes pensamientos que llegaban a su mente para hacerlo perderse siempre no la quedaba mucho tiempo para dedicarle a su novia. Aún así no se rendiría con ella porque la quería.

Marie: Buenos días, amor

Le respondió con una "Buenos dias para ti también Linda" y corrió a ducharse. Aunque la hora de entrada se había atrasado, en éstas últimas semanas aprendió que el tiempo no siempre dura lo mismo cuando de la mente se trata, lo que parecieran minutos fácilmente se vuelven en horas.

Bajo a desayunar y para su buena suerte el desayuno ya estaba servido. Gracias, Nani. Pensó.

Estaba por terminar de devorar el ultimo bocado de comida que restaba en el plato cuando un encabezado en el diario al frente suyo llamo su atención.

"TODOS TENEMOS UN DESTINO Y UNA PERSONA DESTINADA ¿YA SABES CUÁL ES EL TUYO Y QUIÉN ES TU PERSONA?"

Tomó el diario para leer el artículo cuando la alarma de su celular anunció que faltaban tan solo diez minutos para salir de casa al trabajo. Estaba por levantarse cuando vio que había un pequeño párrafo en letras grandes tomado de la entrevista a un tal Esteban León.

"Hay almas destinadas a encontrase y vivir juntas su destino. Hay almas que no pueden cumplir éste destino de estar juntas, pero buscan la manera de tener una segunda oportunidad. Cuando tú lo deseas, el destino de cumple..."

No entendió muy bien. Pensó en leer el resto cuando su alarma sonó de nuevo anunciando que habían transcurrido cinco minutos, tomó su chaqueta y salió corriendo hacia la puerta donde lo esperaba una camioneta para llevarlo al trabajo.

Dentro de la casa, se encontraba su madre saliendo de detrás de la puerta de la habitación más cercana al comedor. Se acercó a la mesa y observó el periódico que había puesto hace varios minutos sobre la mesa, esperaba que por lo menos su hijo haya leído algo sobre lo que necesitaba (aunque aún no lo sabía) conocer.

Se metió en sus recuerdos leyendo cada parte del corto párrafo que su hijo había leído anteriormente. Se transportó al año 2007, dónde su rostro que nunca antes había hecho una expresión de mayor confusión no se movía y sus ojos se mantenían puestos sobre su pequeño hijo, quién pronunciaba lo que para cualquiera serían incoherencias.

-Ahora tú eres mi madre. Te pareces mucho a mi otra madre- decía el niño pequeño de una manera tan natural- Ella era muy linda, era la mejor. Ella me dejaba pasar tiempo con Joachim.

-¿Joachim?

-Joachim...-dudó sobre su reacción así que se limitó- Joachim es mi amigo, el mejor amigo.

Niurka trataba de no alterarse por más extraño que fuera todo lo que escuchaba y trataba de entender que era lo que pasaba. Simplemente le parecía imposible que toda esa información viniera de la nada o fuera un invento suyo.

-¿Y tu amigo vive cerca?

-No lo sé. Lo perdí- agachó la mirada e hizo un puchero al momento que una lágrima salía de su pequeño ojo. De verdad le causaba sufrimiento, eso no era ninguna broma de su pequeño- Tuve que irme... pero voy a encontrarlo- dijo decidido.