Hyungwon, el hombre que había amado durante 2 años de mi vida, estaba de nuevo al frente de mí, su cabello rosa lo hacía ver extremadamente hermoso, y aunque era 5 años mayor que yo lo veía igual, no había cambiado nada, solo su color de cabello.
— Hyungwon. — Apenas podía pronunciar su nombre.
— ¿No me dirás nada?.
— Y-yo. —No pude terminar cuando mi compañero me llamó para atender las otras mesas,- Ya te traigo otro café, -cogí la taza y me fui rápidamente.
Mi mente estaba en blanco, no captaba lo que sucedía. De regreso le dejé su taza con más cuidado, este me habló de nuevo.— ¿A que horas sales?. —Dijo mirando su reloj que a simple vista se veía caro.
— 6:00 p.m.
— Vendré por ti a esa hora, no te vayas a ir temprano, eh. —Asentí con una sonrisa y me alejé para hacer mi oficio.
Por más de que mis mejores amigos me hayan metido la idea de que Hyungwon me había engañado, había una parte de mí que aún sentía algo por el, volverlo a ver fue como si me hubiera enamorado de nuevo de el.
Este terminó de hacer sus cosas y se fué del lugar, de tan solo ver como su altura sobresaltaba sobre toda la gente que había en la cafetería me aceleraba completamebnte el corazón.
Me dirigí a su mesa para recoger la taza y cuando la alcé abajo había un pequeño papel rosa con una frase.Te ves más hermosa que nunca.
Guardé el papel en mi bolsillo y sonreí.
En todo el día no había parado de pensar en el, me ponía nerviosa de tan solo pensar que nos íbamos a volver a ver después de tanto tiempo.
Las horas de mi trabajo habían terminado, faltaban 5 minutos así que decidí cambiarme y quitarme la coleta que llevaba, pasé mi cepillo varias veces en mi cabello peinándolo, y por último me puse brillo de nuevo en los labios, ya que este se gastó en todo el día.
Salí del baño y mis compañeros estaban reunidos de nuevo.— Suni, ¿no comerás nada? —Habló uno de ellos.
— Lo siento, tengo prisa.
— Bueno, pero mañana comerás con nosotros, ¿no?.
— Por supuesto. —Sonreí e hice una reverencia para irme.
Salí de la cafetería y wow...
Todo se veía hermoso de noche, la ciudad se veía espectacular, amaba todas las luces que veía cada vez que miraba a cualquier lado.
Un auto tocó la bocina haciendo que mirara a todos los lados.—¡Aquí! —Pude reconocer la mano de Hyungwon salir de un precioso auto negro, ¿se abrá ganado la lotería?.
Lentamente me acerqué y este me abrió la puerta, entré y alargué un suspiro.—Me incomoda que no hables.
Reí nerviosamente.
— Me sorprende verte de nuevo —Pase mi cinturón por mi pecho para abrocharlo.
— Nunca me imaginé este momento —dijo este poniendo en marcha su auto.
— ¿A donde me llevas? —Pregunté volteándolo a mirar.
— Te llevaré a un lugar muy especial. —Este sonrió.
Luego de media hora llegamos, este me abrió la puerta y mi piel se erizó al ver el restaurante en donde tuvimos nuestra primer cena, en donde me pidió ser su novia, sonreí al ver que este me tomó de la mano.
— ¿Te incomoda si te tomo la mano?
— No, para nada —Sonreí.
Entramos y nos dirigimos en la misma mesa de hace 3 años.