Salí de el apartamento y tomé un taxi, iría a dar mi carta de renuncia a mi trabajo, necesitaba darme un gran descanso después de todo lo que había pasado, mi estado no estaba muy bien que digamos.
- ¿Renuncias? - Habló mi ex jefe asombrado.
- Si, perdón por no haber completado mi estadía aquí pero mi agenda está muy apretada últimamente y necesito sacar adelante mis proyectos. - mentí.
- Entiendo, espero nos hagas visita - este sonrió junto a mis ex compañeros que estaban atrás de el.
Cada uno de ellos depositó un abrazo finalmente dejándome ir.
Salí de la cafetería y dí un gran suspiro, tenía que comenzar de nuevo mi carrera en la universidad pero eso era lo de menos ya que Hyungwon se ofreció ayudarme con mis gastos. Caminé por la acera mientras disfrutaba del lindo atardecer, hasta que alguien me tomó por los hombros haciéndome exaltar y voltear de inmediato. Mis nervios se pusieron de punta y mi corazón se aceleró.
- Suni. - Habló este con su voz totalmente quebradiza.
- Aléjate de mi. - Me solté de su agarre.
- Suni, hablemos por favor. - Este insistió.
- Por favor Suga, aléjate, no me hagas más daño.
- Nunca te haría daño.
- Y lo hiciste. - seguí caminando pero este me volteó bruscamente.
- Suni, te lo suplico.
- ¿¡Que quieres de mí Suga!?, - le grité.
- Quiero hablar contigo, decirte todo esto lo que siento por ti, decirte que tu.. Me gustas.
Lo miré por última vez y salí corriendo de ahí, juraba que si seguía con el mis lágrimas iban a salir e iba a romper en llanto aún más fuerte que aquel día, aún tenía el descaro de venir y decirme esto, ¿que no le quedó claro que no lo quiero en mi vida?.
Mientras corría podía escuchar la voz de Suga llamándome, tapé mi boca he hice todo lo posible para no llorar.
- Suni, te amo.
Fue lo último que escuché de parte de Suga. Escuché un claxon de un auto y como este hizo un fuerte sonido al querer parar, cerré mis ojos y me agaché tomando fuertemente mi cabeza, vidrios cayendo en grandes pedazos y un grito se escuchó en la escena, abrí mis ojos y vi como un accidente automovilístico se hacía presente, miré a todos lados y lo único que vi fue el cuerpo de Suga tirado en mal estado, de inmediato me paré de ahí y corrí hacia el, mis lágrimas salieron sin previo aviso, tomé la cabeza de Suga pero este no abría los ojos. - ¡Ayuda!, grité, enseguida se hizo una gran multitud mirando como Suga se desangraba, - Despierta Suga, susurré, pero este no respondía ni abría los ojos. - ¡Alguien que llame a urgencias! ¡Por favor!- suplicaba, sus pequeños ojos no abrían, su cabeza estaba empapada de sangre y al parecer su respiración desapareció, - Despierta por favor Suga, no me termines de hacer daño así. Cerré mis ojos y lloraba en su pecho, una sirena se escuchaba pero la gran multitud no la dejaba pasar, y ahí fue cuando un médico y un camillero se acercaron a tomarle los signos a Suga, lentamente me paré y miré la escena, Suga estaba realmente mal, y lo sabía por que no agonizaba. - No tiene pulso, hay que llevarlo rápido-. Habló el médico, cerré mis ojos fuertemente y volví a llorar, ¿y si ya no vuelve a despertar?.
Esperé en una de las sillas que estaba en el pasillo, mi ropa estaba manchada de su sangre pero lo único que me importaba era que estuviera bien.
Saqué mi móvil y tecleé el numero de Taehyung llamándolo.
- Suni. - Este se escuchó asombrado, tal vez por la llamada.