El gentío de Delfos

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El barco en el que el joven muchacho navegaba ,se acercaba a puerto,lo que Eklaie desconocía era lo que allí le esperaba. El olor a salitre  inundaba cada rincón de la nave. A lo lejos ante el, como una ilusión estaba la ciudad de Delfos.Aquella ciudad era como un espíritu viviente.Siempre ferviente de vida y de las gentes que allí viajaban en busca de su futuro.
-!Eklaie!,muchacho espabila.Atracaremo y pasaremos tres días aquí, después partiremos de regreso. ¿Vendrás?
-Eso ya se verá Jason, lo único que se por el momento es que he de ir a ver al oráculo.- Dijo el muchacho mirando en dirección al templo.
Una fuerte risotada estruendosa sonó por toda la nave.
-Suerte con eso muchacho.
-¿Que ocurre Jason? ¿por que te ríes?
-Eklaie,Eklaie,Eklaie.. dijo al tiempo que negaba con la cabeza. --Tu lo sabes no eres un héroe,un Dios ,ni un semidiós sabes que en el extraño caso de que consigas una cita con el oráculo de Delfos ella no te dirá nada prometedor.Quizas con un poco de suerte te diga como se llamará tu esposa....si es que gustas de ellas y no de compañía masculina...
Eklaie se sonrojó no había nada de falso en aquellas palabras,pero acto seguido hablo.
-Jason deberías tener más esperanza en los dioses y el destino que nos aguarda.Quizas tu nombre algún día sea recordado durante generaciones.
Ja,te acompañare al oráculo en el tercer día para demostrarte que es una tontería y que no nos aguarda nada más allá de una vida tranquila y algo de sexo.Ahora atraquemos esta vieja gloria.

Cundo el barco atracó  y los marineros desembarcaron Pandora que descansaba dentro del templo sintió una sobrecarga de energía.Ella lo sabía ,sabía que algo la ocurría en aquellos tres días pero no sabía exactamente el que.Se acercó al pedestal donde solía dar sus predicciones e inhaló el vapor de la grieta.Una serie de visiones atravesaron su mente.Un joven muchacho bello como el mismísimo sol acompañado de un valiente marinero , un hombre de mediana edad cojo,sangre derramada,dolor y sufrimiento y por último el Hades abriéndose camino. En ese momento las visiones cesaron y ella se desmayó del cansancio que estás la habían provocado .Pero una cosa estaba clara tenia que encontrar a aquel joven y a aquel hombre su destino dependía de ello.

Hefesto había viajado durante meses de un lado a otro del Peloponeso casi perdiendo las esperanzas de encontrar a sus hijos.La mayoría de los dioses no lo ayudaron pues temían la ira de Hera.Durante mucho tiempo Hefesto se valió por si mismo de si mismo y de sus poderes. Aquel día andaba ya cerca de Delfos cuando sintió una perturbación sabía que allí encontraria respuestas. A pesar de su cojera ando lo más rápido que pudo durante todo el día. La gente estaba impresionada jamás habían  visto a un cojo tan ágil. Estaba convencido de que en Delfos encontraria respuestas.El tiempo apremiaba hacia años que había abandonado su casa.Ya apenas recordaba el dulce tacto de Onís y eso era lo que más le dolía y motivaba a seguir. El camino era arduo y el sol apretaba con toda la fuerza que Helios le proporcionaba.Cerca del medio día llegó a Delfos.Con las esperanzas puestas en que tal vez en aquella mística ciudad encontria  a sus hijos o respuestas.

El muchacho caminaba junto a Jason ,cargado de las mercancías las cuales habían ido a vender, por las calles de Delfos plagadas de gentes de todo tipo y clase social.El sol apretaba como lo solía hacer en aquella época del año.El joven se separó momentáneamente de su amigo y fue a beber a la fuente. Sus finos cabellos dorados resplandecían bajo la luz del sol ,mezclados con el agua que el mismo había derramado sobre su cabeza le daban una imagen divina. A veces cuando Jason le veía así dudaba de muchas cosas,incluso de que el estuviera en lo correcto y el joven fuese un joven mortal.
Eklaie vamos ,no tenemos todo el día para que pavonees en busca de un amante,nos esperan en el mercado.
-Tranquilo Jason sólo me estaba refrescando,ya habrá tiempo para líos de faldas.
-O de togas -dijo Jason tratando de burlarse del muchacho.
el joven cogió su carga y continuó su camino.
Cuando el joven se estaba marchando una muchacha de pelo rojo  como el mismísimo fuego y piel blanca como la nieve se acercó acompañada por su séquito a la fuente.La gente la rodeaba con varias ofrendas y ella los bendecía o vaticinaba sus futuros más cercanos.
-¿Jason,que es todo ese jaleo?
-Nada que te interese Eklaie...alguna noble de buena familia que  ha venido a la fuente a refrescarse.Pero tranquilo Piramo ya tendrás tiempo de encontrar a tu Tisbe.
Eklaie asintió -Supongo- musitó mientras continuaba caminando entre las gentes que se aproximaban a Pandora en busca de respuestas. Los dos podían sentir la presencia uno del otro,y los dos sabían que había alguien allí que los esperaba.Estaban conectados por el destino,pero aquello era algo que jamás ninguno de los dos hubiese sabido.
Hefesto maldecía que aquel día en la plaza hubiese tanta gente.Si tan solo hubiese sabido que los tres estaban allí,si tan sólo hubiese apartado un instante a la gente para poder verlos...Los tres padre e hijos sentían una conexión que no podían explicar pero allí estaban ,esperando a que entre aquel gentío una sacerdotisa,un cojo y un comerciante no hubiesen pasado desapercibidos.

Hefesto Y Onis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora