capítulo 1

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Me levanto de mi rincón, siento un gran dolor que recorre todo mi cuerpo con cada movimiento, no me quedan más lágrimas, recojo los cristales del jarrón que mi marido me ha roto en la espalda y lo tiro lo más silenciosamente que puedo a la basura

Me voy al baño, donde me meto bajo el grifo de agua fría, no me gusta bañarme con agua caliente, el calor en general me hace recordar la de veces que mi marido ha apagado las colillas de su asqueroso tabaco sobre mi cuerpo, me estremezco solo de pensar en tal dolor, observo mis pies y como el agua de color rojizo desaparece por el desagüe, cuando salgo de la ducha curo como puedo mis heridas, me visto y bajo a la cocina con el propósito de hacer la cena

Coloco las cosas sobre la mesa, mi cuerpo se pone rígido cuando oigo sus pasos bajar la escalera, me apresuro a colocar su plato en su sitio, me siento en frente de su sitio con la cabeza gacha y las manos unidas en mi regazo, entra en la cocina y se me corta la respiración, sé que está sonriendo, no me hace falta mirarlo, oigo como arrastra la silla al sentarse pero no lo veo, no me deja levantar la mirada, tampoco puedo comer, solo puedo esperar... y eso hago

El estruendo que hacen los cubiertos al chocar contra el plato me sobresalta

FER: ¡JODER, MIERDA! ¡ESTO QUEMA ZORRA!

Me encojo cuando escucho otra vez el arrastre de la silla, se acerca hasta mí me coge del pelo y me echa la cabeza hacia atrás con violencia, estampa sus labios contra los míos y mete la lengua a la fuerza, luego se separa y me zarandea, mientras yo me mantengo en silencio y las lágrimas resbalan por mis mejillas

FER: ¿¡VES COMO QUEMA!?

Agarrándome más fuerte del pelo, me lanza contra la pared haciendo que caiga al suelo y el dolor en las costillas vuelva, viene hasta mí y me pega una patada en el estómago, abro la boca para gritar pero nada sale de ella, me toma del cuello y me obliga a levantarme, me invade la boca con fiereza, me coge de las nalgas y me aprieta contra su erección, no le respondo el beso, me dirige hasta el sofá me tira y empieza a desabrocharse el cinturón lo saca y me da un fuerte latigazo, hago una mueca y me muerdo el labio para evitar el grito que amenaza con salir de mí por que sé que a él no le gustaría que gritase

FER: CUANDO YO TE BESE, ME CORRESPONDES PUTA- Dice bajándose el pantalón

Se sube encima de mí, aplastándome con su cuerpo mientras pasa sus asquerosas manos por todo mi cuerpo, me baja el pantalón y las bragas, sujetó mis muñecas por encima de mi cabeza y me penetró duro... hasta el fondo, no siento placer, solamente existe el dolor, sale y entra de mí con ferocidad, se corre dentro de mí, se levanta y después de darme un último golpe se va al dormitorio y me deja sola, recojo mi ropa, me la pongo, recojo los platos, los lavo, subo en silencio a la habitación de invitados donde tengo un pijama de recambio para cuando Fernando duerme

Me meto en el baño, bajo la ducha fría, es entonces cuando no puedo más y rompo a llorar, me siento con la espalda un poco despegada de la pared ya que me duele cuando me tocan, cuando ya no salen más lágrimas salgo de la bañera para curar mis heridas (las que tengo a mi alcance), me pongo el pijama y otra noche más me dirijo hacia el dormitorio que comparto con mi peor enemigo... mi marido

¿por qué todos los "humanos" del sexo masculino tienen que saber pegar a una mujer para sentirse un hombre?

si me quieres... que sea de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora