capítulo 3

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Me quito la camisa como puedo y me tumbo boca abajo en el sofá siseando al notar el dolor en cada movimiento y lloro, ya no me aguanto más, me duele un montón la espalda, me arde, no sé cuanto tiempo llevo así pero el dolor se convierte en escozor y fuera está oscuro, me acerco al reloj de la cocina y son las 4.30 am. Me doy una ducha de agua fría, salgo y me quedo desnuda frente al espejo:

*hematomas en abdomen, costado y brazos

me giro y observo mi espalda:

*cicatrices con la forma de la ebilla del cinturón y quemaduras de cigarrillo en los omoplatos 

Me separo de esa imagen, me pongo la ropa interior y el pantalón del pijama, no me pongo camisa porque solo con pensar que algo me roce la espalda ya me duele, me tumbo boca abajo en la cama y es entonces cuando decido que tengo que marcharme de aquí, ya he sufrido bastante y pensando en como escapar me quedo dormida

Me despierta el sonido del timbre <<mi oportunidad>> pienso y me levanto de un salto de la cama sin recordar mis heridas y el dolor que recorre mi cuerpo me paraliza, bajo las escaleras, miro por la mirilla y mi ángel de la guarda hace presencia, mi mejor amiga Inas me habla desde detrás de la puerta

INAS- nena estoy harta de que no me cojas el móvil, abre la puerta o te juro que la derribaré

CRIS- por favor Inas llama a los bomberos y a una ambulancia- mi voz suena ronca, no me acostumbro mucho a usarla

INAS- ¿qué pasa estás bien?

CRIS- por favor, rápido- escucho como habala con los bomberos y luego con la ambulancia, me dice que ya vienen de camino y aprovecho esos minutos para ponerla al día de con quien me casé

BOMB 1- por favor señorita apártese de la puerta vamos a entrar

Me voy a mi esquina y la puerta se derrumba dos hombres corpulentos entran y se quedan mirándome, detrás de ellos aparecen dos técnicos de ambulancia, los bomberos me cogen de los brazos con cuidado y me ayudan a levantarme, pero cuando me quieren tumbar en la camida pienso en mi espalda y me retuerzo, los bomberos no me comprenden y entonces un grito de horror suena a mis espaldas

INAS- OH DIOS MÍO! QUE HIJO DE PUTA! MIRA TU ESPALDA, ES PA DARLE DE OSTIAS AL GILIPOLLAS ESE!

Agacho la mirada cuando los bomberos se fijan en mi espalda y hablan con los técnicos para luego ponerme boca abajo en la camilla, me atan con cuidado, no me gusta que me aten, me tapan con la sábana de tela y yo siseo, me sacan de casa, algunos vecinos se han acercado para ver el espectáculo pero escondo la cara y los bomberos impiden que se acerquen a mí

En el hospital me curan las heridas, algunas estaban infectadas, me administraron unos calmantes y ya no notaba dolor, poco a poco me quedé dormida

si me quieres... que sea de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora