capítulo 2

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Me despierta el terrible dolor que recorre mi espalda provocado por el choque de la ebilla del cinturón contra mi piel, grito, por lo que me gano otro latigazo más, esta vez me muerdo el labio para evitar gritar, viene hacia mí y agarrándome del pelo me tira de la cama, el dolor que sentía ayer vuelve a mí sumado a la anticipación de lo que está por venir

Se acerca a mí, sus ojos reflejando su ira, en su mirada se nota cuanto le gusta esto, lo que me hace sentir le da la fuerza que necesita, mi miedo es su combustible... y yo se lo cedo sin oponer resistencia, su pie llega a mí estómago como un mazazo que me corta la respiración, me encojo y me retuerzo evitando cualquier ruido que pueda salir de mi boca

FER: ¿SE PUEDE SABER POR QUÉ MIERDA NO ESTÁ LISTO MI DESAYUNO ZORRA?- Me agarra del pelo para levantarme, una vez en pie me da unas bofetadas y me tira contra el marco de la puerta, me golpeo la cabeza, todo me da vueltas, me levanta otra vez del pelo "juro que este tío me va a dejar calva" y me lleva casi arrastras hasta la escalera

FER: ¡¡AHORA BAJA Y HAZME EL DESAYUNO DE UNA PUTA VEZ!!- Dice tirándome escaleras abajo, mi cuerpo rebotaba contra los escalones, cuando llegué al final de la escalera frené cuando golpeé mi espalda contra el mueble que sostenía un jarrón de cristal, cuando sus pasos sonaron alejados me levanté y apoyándome en cualquier superficie a mi alcance me dirijo a la cocina que debido a los golpes en la cabeza ahora me da vueltas todo

Cuando tengo el desayuno listo lo coloco en la mesa, me siento en mi silla en mi postura habitual, oigo sus pasos acercándose, cuando entra en la cocina coge una tostada y habla

FER: no puedo pararme a desayunar por TÚ culpa maldita zorra, se acerca a mí agarra mi pelo y tira de él hacia atrás hasta que su mirada encuentra la mía- Cuando vuelva quiero mi maleta lista para un mes, tengo un viaje de negocios- sonríe y esa sonrisa es casi tan falsa como las tetas de la amante que sé que tiene y a la que va a ver durante su "viaje de negocios" y que en parte agradezco porque así tengo al monstruo cuellicorto lejos de mí.

Se agacha y estampa sus labios contra los míos, me suelta con brusquedad y después de coger su maletín salió de la casa, mi cuerpo se relajó cuando cerró la puerta con llave y vuelvo a respirar tranquila, me ha vuelto a encerrar en casa pero por lo menos él no está aquí y es algo que agradezco

Como un poco ya que anoche no cené pero me sigue doliendo el estómago de tantos golpes, recojo la mesa, lavo los platos y me tomo un espidifen para intentar calmar el dolor que siento, suspiro y es entonces cuando el vaso se desborda y empiezo a llorar mientras me pregunto ¿qué es lo que he hecho para merecer esto? ¿qué le vi de atractivo al monstruo cuellicorto que tengo por marido?, cuando me canso de llorar, me doy una ducha y me visto con un chandal y preparo la maleta de mi marido y la bajo a la puerta

Paso el resto del día sola en casa, como cuando tengo hambre, estoy sentada en el sofá viendo la TV cuando escuchó la puerta, me apresuro a apagarla y me siento correctamente, como él me ha enseñado a base de golpes, el escalofrío que recorre mi espina dorsal me indica que está detrás de mí, mirándome fijamente, casi puedo notar su sonrisa

FER: te he traido comida y agua para todo el mes- ese detalle me sorprende pues todas las demás veces que se ha ido me he tenido que apañar con lo que había

Tira las bolsas al suelo y se coloca frente a mí, tira de mi coleta hacia atrás, encontrándome con sus ojos llenos de maldad los cuales antes amaba y ahora me aterran, nota mi miedo y sonríe cínicamente y me lleno de temor y asco al escuchar sus palabras

FER: ¿me ayudas a relajarme?- no contesto, el gruñe y aprieta la mano que sujeta mi pelo- tu eliges...¿por las buenas o por las malas?- me estremezco al recordar la última vez que lo hicimos por las malas

Levanto mis manos hasta el botón de su pantalón y lo desabrocho, noto como sonríe triunfante

FER: buena elección, no me gusta que te resistas cuando en el fondo sé que te gusta zorra- cierro los ojos y libero su erección- cógela, vamos lo estás deseando...- la cojo por la base y deslizo mi mano hacia arriba y hacia abajo mientras el gime- o sí, así... muy bien zorra, métetela en la boca... ahora- hago lo que me dice, gime y me aprieta contra él para adentrarla más en mi boca, lo único que siento es asco, las lágrimas resbalan por mis mejillas- más, puta zorra sé que te gusta, esto es para lo único que vales maldita vamos...- sigue gimiendo mientras yo acelero el ritmo deseando terminar rápido con todo esto y prefiriendo las palizas antes que esto, se corre en mi boca y me hace tragarlo

FER: muy bien zorra, se nota que te ha gustado, voy a darme una ducha y luego me iré, coloca la compra warra- se va al baño.

Me apresuro a guardar la compra lo más deprisa que puedo, me meto en el otro baño a lavarme los dientes, cuando termino voy al baño y me bebo un vaso de zumo de naranja y puesto que su sabor todavía no me ha abandonado la idea de beberme el agua fuerte mezclada con lejía me parece de lo más tentador, pero en ese momento entra mi marido fumando a la cocina y las lágrimas brotan cuando veo su intención dibujada en su cara de elfo se acerca a mí y yo retrocedo hasta que choco contra la pared y entonces me tiro al suelo acurrucada en el rincón mientras sollozo y niego con la cabeza en tonces se agacha a mí lado

FER: si huyes, siempre es peor y lo sabes zorra- me pega una bofetada que me tumba, se sube encima de mi espalda evitando que pueda moverme, me levanta la camisa dejando descubierta mi piel- ¿sabes? no encuentro el cenicero, espero que no te importe- dice entre risas antes de pegar el cigarro a mí piel, retorciéndolo mientras yo grito y lloro sin control, notando como mi piel se abrasa, se levanta y se despide de mí con una patada antes de coger su maleta y desaparecer no sin antes cerrar con llave

si me quieres... que sea de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora