si me quieres... que sea de verdad

capítulo 7

Cuando terminamos de comer, nos tumbamos en el sofá, Marc me abraza por la espalda, está tumbado sobre su codo y me acaricia el pelo, cosa que me relaja, comentamos la película y nos reímos juntos, cuando acaba, nos levantamos y recogemos todo en poco tiempo,Marc me echa sobre su hombro como si de una pluma se tratase y sube por la escalera mientras río y grito que me suelte, vuelvo a tocar el suelo con los pies cuando llegamos al centro de la habitación

MARC: voy a por el botiquín y vuelvo- me besa la frente antes de desaparecer, me incomoda la idea de que me cure, aparece de nuevo en la habitación, deja el botiquín sobre la cama y se acerca a mí

MARC: tengo que quitarte la camiseta

CRIS: no tienes porqué hacerlo

MARC: tengo, puedo y quiero hacerlo Cris, venga nena ¿te avergüenzas de tú cuerpo?- asiento bajando la cabeza y Marcme coge la barbilla con suavidad haciendo que lo mire

MARC: no te avergüences, tu cuerpo es perfecto y lo será más después de un par de pizzas, ahora voy a quitarte esa camisa- asiento, acerca sus manos al dobladillo de mi de la camiseta y levanto los brazos para hacerle la tarea má fácil, dejo caer los brazos una vez liberada de la prenda de ropa, un gran hematoma de mi costado queda expuesto, ya casi ha desaparecido pero todavía es apreciable, no puedo verme la espalda, pero la cara y la exclamación de mi amigo al ver mi reflejo en el espejo, me hacen saber que no es agradable de ver

MARC: es gilipollas- sus palabras desprenden odio, lo mismo que sus nudillos blancos y la vena de su cuello

CRIS: ya no me duele- no dice nada, me ayuda a tumbarme boca abajo en la cama, se sube a mi espalda sin dejar peso, con una pierna a cada lado de mi cuerpo, coloca el botiquín a su lado y coge una gasa que moja en lo que creo es agua oxigenada, da toquecitos suaves sobre mis heridas, de vez en cuando hago muecas con la esperanza de que él no me vea

MARC: que no le duele dice, pienso matar a ese capullo- susurra aunque puedo escucharlo, se detiene sobre mi hombro, justo sobre las quemaduras

MARC: ¿cómo te las hizo?

CRIS: ¿el qué?

MARC: los cortes, tienen una forma.... rara

CRIS: con su....

MARC: dímelo nena, no pasa nada, es mejor sacarlo todo fuera- su voz en calma es claramente fingida

CRIS: con el cinturón- mi voz es apenas un susurro, pero sé que me ha escuchado perfectamente ya que inspira y expira para controlarse

MARC: ¿y estas? no tienen forma de cinturón- dijo tocando mi omoplato, o según él "su cenicero personal"

CRIS: esas no son de cinturón, esas me hacían desear la ebilla del cinturón

MARC: ¿qué es entonces?

CRIS: Mi... omoplato era su.... no sé Marc.... no puedo decírtelo

MARC: vamos, dímelo, confía en mí- dice tumbándose junto a mí

CRIS: a él le... encantaba fumar- Marc se tensa y una lágrima cae por mi mejilla y cae en la almohada- y yo... era su cenicero- sollozo y Marc me abraza fuertemente, pasados unos minutos me calmo y el sueño empieza a invadirme

CRIS: Marc, tengo sueño- Marc no dice nada, me mira con ternura y me besa la frente antes de irse y cerrar la puerta

Se acerca a mí, me sujeta con fuerza y me grita que soy una puta zorra y que voy a recompensarle por ello, me tira al suelo y me pega, se baja el pantalón mientras me revuelvo, me inmoviliza, me coge la cara  y me grita " CRISTINA ESTOY AQUÍ "

me despierto sobresaltada, gritando y sudando, alguien me toca y salto, me relajo al ver que es Marc 

MARC: shh, nena estoy aquí, soy yo- me arrastra con él a la cama y me tumbo a su lado, apoyando la cabeza en su pecho mientras que me acaricia el pelo

CRIS: quédate conmigo, por favor- me besa la coronilla y me aprieta fuerte contra su pecho

MARC: siempre- y con esto, morfeo se apodera de mí sumiéndome en un sueño marcado por el latido del corazón de mi mejor amigo, su respiración relajándome, su calor envolviéndome... me quedo dormida entre sus brazos