Peter iba en el bote hacia el pueblo. Se coloco unos lentes de sol y volteo a ver a la pareja.
—¿entonces, que pasara? —
—pues... —Ross gruñó molesto.
Strange sonrió al ver a su omega así de enojado —disculpalo, pero ahora que te iras voluntariamente todo se vuelve mas civilizado—
Steve y Tony miraron mal al agente federal.
—aburrido querrás decir —volvió a gruñir Ross —en cuanto aterricemos en New York tendrás 24 horas para volver a Canadá.
Steve miró a su hijo y acarició sus cabellos —Puedes sentirte mal, es normal—lo consoló.
Peter acomodo su cabeza en el hombro de su padre —sólo espero que Wade algún día pueda conseguir el apoyo de su padre. Ojala exista una manera... —
Tony le sonrió —descuida cariño, el amor lo logrará.
Abordaron el avión, escuchando a Ross jactarse de cómo logró atraparlo, mientras Strange lo callaba de vez en cuando, pero nada lograba callara ese omega.
Ninguno supo que realmente Wade hizo todo lo que pudo para llegar a él, incluso la abuela Sharon vingio un paro para llegar más rápido. Peter tal vez nunca sabría que Wade lo amaba.
A no ser....
Peter llegó esa mañana a su oficina, empeco todo, siendo visto por todos en la oficina, nadie lo ayudaba, nadie ni siquiera se molesta en acercarse y despedirse, todos seguían con su día como si nada.
Salió con una gran caja, sus padres estaban en una importante junta, no siquiera sabían que el estaba por irse.
Camino hasta Sam como si nada, aunque sabía que en ese lugar ya nadie lo respetaba.—por favor envía el resto de paquetes a esta dirección ¿puedes? —extendió un papel.
Sam iba a tomar el papel, pero de pronto su expresión se volvió de sorpresa total.
—¿puedes? —repitió Peter.
—si, claro, pero... —señaló algo detrás del omega.
—¿que? ¿Qué? —volteo, algo estresado.
Wade entraba a la oficina, cansado, con la respiración irregular —hola—dijo al verlo.
—Wade—balbuceo Peter. Todos se levantaron de sus lugares, pendientes de lo que pasará —¿pero porque respiras así?
—porque llegue corriendo
—¿así, desde Alaska?
—quiero hablar contigo —ordenó, caminando hasta él.
Peter asintió —pero no tengo tiempo ahora, salgo en el vuelo de las 5.45 a Toronto —volvió a Sam y le dio la caja —necesito que empaques...
Wade gruñó —¡Peter deja de hablar! —ordenó con su voz. Todos volvieron a sus lugares de un senton —un segundo— pidió.
—si, bien
—hace tres días. Te odiaba enserio, solía soñar con que te golpeara un auto o te envenenaran—
—oh que tierno
—te dije que dejaras de hablar —le recordó —tuvimos nuestra pequeña aventura en Alaska y las cosas cambiaron, todo cambió cuando te bese y cuando me hablaste de tu tatuaje, y hasta cuando estuvimos desnudos —en la oficina todos estaban atentos al espectáculo
—pero yo no vi nada, no se de que hablas —
—si me viste. Pero no me di cuenta de esto hasta que me vi en el altar solo. Sin esposo, en el granero. Ahora puedes imaginar mi desepcion cuando depronto me di cuenta que el hombre que amo esta apunto de ser deportado —Peter lo miró con los ojos llorosos —Peter, casate conmigo.porque quiero estar contigo —
Peter negó con la cabeza —creeme, no quieres estar conmigo—
—si quiero
—el asunto es que, he vivido solo todo este tiempo y hay una razón, y
estoy cómodo así. Y creo que sería más sencillo si nos olvidamos de todo lo que pasó y seguimos asi—Wade asintió —así es —camino hasta el —sería más sencillo —miró fijamente al omega.
El omega levantó sus hombros —tengo miedo—confeso
—también yo
Wade tomó el rostro de Peter y junto sus labios, besando por fin a aquel omega por el que tanto se había perdido. Peter se separó un poco, aún rozando sus labios dijo —no se supone que deberías ponerte de rodillas— sonrió y volvió a besar a Wade, aferrándose a él.
—voy a hacer de cuenta que dijiste que si—
Y así ambos terminaron comprometidos y enamorados como verdaderos destinados.
ESTÁS LEYENDO
La Propuesta
RomancePeter Parker, un famoso e influyente editor de Nueva York, está a punto de ser deportado. Para evitarlo, declara que está comprometido con su ayudante Wade. Él está dispuesto a participar en la farsa, pero imponiendo ciertas condiciones. AU omegarve...