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-¡Papá, dime que no es cierto! -gritó desgarrando su garganta, mientras sentía el agarre de su padre hacer presión en su cuerpo - ¡Eso no es verdad papá, no cierto!

El oficial de policía solo observó a Jungkook con vergüenza así que mejor se dignó a bajar la cabeza. En su trabajo como oficial ya estaba acostumbrado a ver ese tipo de casos. Ver morir a personas era como su pan de cada día. Pero el chico que estaba frente a el llorando a gritos, con su cabello alborotado, y su rostro muy rojo como una fresa lo hacía sentirse cohibido y apenado.

-¡Es que no lo entiendo, dijeron que había tenido un accidente, no que se había suicidado!

-Joven Jeon, se lo acabamos de decir, hubo testigos que afirmaron que vieron al joven Kim lanzarse del segundo piso.

-¡No puede estar hablando enserio, el tenía aspiraciones, el era feliz, tenía un novio que lo amaba; no había razón para suicidarse!

El padre de Jungkook se vió en la necesidad se tomarlo de los hombros para hacerlo que se callara.

-Jungkook, mantén la calma y escúchame- dijo mientras gruñía- Quizá no lo sabías, quizá ninguno de nosotros los sabía, pero quizá tenía razones para hacerlo y nunca lo contó -exclamó -¿Piensas que la personas que se suicidan van por ahí contando que lo harán?

El llanto de Jungkook aumentó, pero escuchó la palabras de su padre. Todo su cuerpo fue azotado por más angustia de la que podía almacenar, y mordió su labio mientras temblaba. ¿Era verdad acaso? Su corazón se negaba a la idea, su novio, aquel hombre con el que había compartido el último año de su vida y le demostraba que tanto lo quería ¿había querido matarse?

Ellos habían quedado en ir a cenar.
¿Entonces al hombre no le había importado, y había decidido acabar con su vida aquel día? Para Jungkook no tenía sentido y nadie iba a poder convencerlo de lo contrario.

-¡Papá, él no quería morir, te lo juro!

-¿Cómo estás tan seguro? Jungkook estás triste y te entiendo, pero necesitas descansar, ven, vamos y volvamos después.- pidió intentando llevarselo pero Jungkook se negó. Entonces su padre lo tomó de la barbilla haciendo que lo viera fijamente para quitar las lágrimas de sus ojos mientras seguía temblando con brusquedad.- Escucha Jungkook, sé que es difícil... sé que duele, pero estar discutiendo aquí no hará que vuelva- afirmó, observando como su hijo, con los ojos irritados, comenzaba a lloriquear - Estas de luto, abre paso a los sentimientos con los que estas peleando, ya no pelees contra la corriente, no lo hagas de nuevo por favor, me duele verte así.

Tragó saliva y abrazó a su hijo de un tirón, agradeciendo que el otro no lo rechazara y apresandolo cada vez más.

-Tienes que aceptarlo Jungkook, ya no hay manera de devolver el tiempo, ahora solo nos queda asimilar los que pasó y aceptar  las decisiones del destino- susurró lo suficiente bajo como para que solo su hijo le escuchase. Sintió que el castaño comenzó a mojar su ropa con las lágrimas que soltaba, pero no le importó, el policía lo miró con precaución pero el señor Jeon le dijo que tenía todo aseguradl, dejando así que por fin el oficial se alejara. Jungkook sintiendo su corazón arder y desgarrarse, apretó a su padre mientras era consolado.

Era una pesadilla. Una de la que probablemente nunca saldría.


 Una de la que probablemente nunca saldría

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-No volvió a tocar la comida. - dijo Jimin, suspirando mientras echaba la comida en el basurero de la cocina. Su abuelo y su padre se quedaron sin decir nada mientras mostraban una mirada triste. - Este es el quinto día, si sigue así tendré que llamar al doctor.

Un piso arriba el cuerpo de Jungkook ya hacía enredado en las sábanas.  No había probado bocado de algo vitamínico desde hace cinco días y lo único que se dignaba a comer eran galletas de la suerte que había comprado en una convención hace como una semana.

Sin duda alguna el castaño estaba completamente mal, el perder a su novio le había atacado en gran manera, pero ni cuando perdió a su madre había pasado tanto tiempo así. Quizá actuaba así no porque quería más a su novio que a su progenitora sino porque ya era la segunda vez que pasaba por aquello y si la primera vez sintió que cayó en un hoyo profundo llegó alguien a sacarlo de ahí pero ahora no había nadie que lo ayudara a salir del hoyo más grande con el doble de peso en su espalda.

Sentía que iba a morirse, deseaba morirse, se sentía tan seco de tanto llorar, que ya mejor ni lo intentaba y solo se resignaba a lo que el destino le diera. Pensó muchas veces en quitarse la vida y talvez solo así podría ver a sus seres queridos pero aparte de ser un cobarde como para hacerlo, aún tenía personas en la vida como su familia.

Simplemente no encontraba la razón para que su novio se quitara la vida. No existía algo tan vil como dejarlo a la intemperie sabiendo que el era una de las razones por la cual respirar.

Sin embargo las palabras de su novio llegaron a sus oídos como un detonador en un campo vacío.

<<Si yo muriera, quisiera que me revivieran para saber que se siente ser un zombie>>

Se levantó de golpe sintiendo su cuerpo tambalear y se sostuvo de su mesa para encontrar estabilidad.

Recordó que su padre cuando compró el restaurante tenían unos vecinos que eran brujos o más bien sacerdotes de una secta hindú. Salió de su habitación sin importarle las ojeras, puso sus zapatos y bajó las escaleras.

Jimin se asombró tanto al verlo bajar que salió abrazarlo.

-Kookie, cariño, te dignaste a salir, ¿ya te sientes mejor? ¿Quieres que cocine algo para ti?

-S...sí..- salió del agarre para darse la vuelta y salir de la casa.

El templo donde los sacerdotes antes vivían estaba abandonado desde hace medio año pero aún habían dejado algunas cosas ahí que nadie las fue a traer. Así que caminó hasta ahí recordando haber visto libros sobre sus creencias.

El lugar estaba desolado con telarañas por todos lados y ratas junto a cucarachas corrían de un lado a otro. Agradeció haber recordado llevar una lámpara y sonrió cuando logró ver aquellas enormes cajas. Sacudió encontrando alfin aquellos libros viejos con algunas páginas carcomidas por las polillas.

-Hechizos de amor, hechizos de luz, hechizos de odio, hechizos, hechizos...¡si! Hechizos de resurrección.

Si su novio se había dignado a dejarlo al menos sabría la razón del porqué, él lo tendría de vuelta y para siempre.


Si su novio se había dignado a dejarlo al menos sabría la razón del porqué, él lo tendría de vuelta y para siempre

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Cómeme • [Kookgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora