Cómeme • [Kookgi]

9

-¡Joder!-- Jungkook se levantó de golpe, con el corazón latiendo como loco al ver que Yoongi tan cerca de él cuando dormía. El más bajo sonrió mientras el castaño trataba de relajarse. Aún sentía algo de escalofríos ya que al estar acostumbrado a dormir solo y sentir a alguien frente a ti en medio de un sueño profundo, podría resultar un tanto perturbador.

-Te quedaste dormido, solo quería comprobarlo, no quería asustarte.-- Jungkook se sentó frente al zombie quien lo miraba con demasiado entusiasmo.

-¿Qué... te pasa?, estas como...¿emocionado?-- preguntó mientras veía la hora de su reloj de mesa, notando que ya eran casi las once de la noche.

-Yo, no sé, de un momento a otro sentí un escalofrío y me dieron ganas de saltar por la ventana. Iba hacerlo, pero tenía miedo, no sé por qué. -- Yoongi hizo un puchero, inflando sus cachetes, Jungkook pensó que se miraba muy tierno sin duda alguna y lo abrazó por puro impulso para luego soltarlo al instante.

-¿Ya... te sientes mejor?-- preguntó, un poco tímido.

-Me sentiré mejor si vuelves hacer eso-- confesó y segundos después sintió como los gruesos brazos del castaño lo atraparon y estaba por soltarlo en un instante, volvió a hablar-- solo... quédate así un poco más, por favor.

El castaño lo sostuvo entre sus brazos pensando y preguntándose a qué se debía tal comportamiento, sobretodo porque no sabía si hacía bien o mal. Era obvio que un abrazo no tenía nada de malo, pero ese comportamiento tan imperactivo lo hacía pensar demasiado.

De tanto estar pensando no supo en qué momento Yoongi había recostado su cabeza en su hombro, respirando el aroma de su cuello, puede que a Jungkook lo tacharon de loco, pero podía jurar que lo veía con intensiones de querer... ¿comerselo?

Sin embargo solo lo vió lamerse los labios para separarse de un leve tirón de él, como si estuviera autoevitandose de algo. Así que lo dejó ser y acomodó su almohada para volver a resistirse.

-¿No tienes sueño?-- cuando lo vió negar y al instante enarcó una ceja -- entonces quizá tampoco duermas, ¿qué te parece si te obsequio algo?-- Yoongi abrió sus ojos grandes logrando sacarle un pequeña risita al castaño, quien se levantó para ir en dirección de unos muebles que tenía en la esquina de su habitación. Sacó una pequeña caja color café, abriendo esta metió la mano para revelar una lámpara con la imagen de un zombie sosteniendo una calabaza y dentro de esta estaba el pequeño foquito que se movió cuando lo conectó y entonces escuchó el leve "wao" de parte del pálido, al apagar las luces y la sombra de la calabaza siendo sostenida por el pequeño zombie empezó a dar vueltas en las paredes de la habitación.

-La compré hace seis meses en una feria zombie, ¿te gusta?-- preguntó a pensar de qué la expresión de Yoongi le decía todo.

-Me encanta, ¿enserio me lo vas a obsequiar?

-Claro que sí, mientras yo duermo tu te distraes con ella, ¿está bien?-- Yoongi asintió de manera emocionada. Sintiendo inocentemente algo más que agradecimiento en su pecho. Vió dormir al castaño para recostarse observando la lucecita de la lamparita frente a él.

-¡Jungkookie! -- Jimin tocaba la puerta de la habitación, preguntándose por qué razón su hermano ultimadamente le estaba poniéndole seguro a la puerta. A ecepción de aquellos días, cuando Mingyu venía a visitar al menor hacía eso. Pero ahora que no estaba, era difícil encontrar una razón para eso.

-Voy. --Jungkook pataleó mientras metía más su cabeza a la almohada, pensando que desde que había dejado de ir al colegio había dormido como tronco y ahora que era hora de volver, el hecho de acortar su sueño, se estaba volviendo un martirio. Pero dejó de pensar en eso cuando la voz de un chico lindo diciendo "¿Jungkook?" llegó a sus oídos, uno que se veía muy sexy con su ropa y lo veía tan... tan... ¡basta! ¿Pero qué se suponía que estaba
pensando?

Se justificó al sentir una erección matutina y se cubrió con la sábana hasta llegar al baño. Dejó caer el agua fría de la ducha intentando acoplar su problema y suspiró minutos después cuando salió ya duchado mientras terminaba de secar su cabello. Yoongi lo veía expectante, pensando que si su padre se diera cuenta de que siquiera se sonrojaba al ver a un chico como Jungkook quien sabe que le haría.

-Buenos días. -- habló el castaño, yendo a los cajones donde había metido la ropa que estaba anteriormente en el armario. Empezó a cambiarse sintiéndose un tanto raro, ya que estarse cambiando frente a alguien más no era tan suyo, y le daba un poco de pena, pero tampoco es como si fuera a dejar de hacerlo; así que terminó de cambiarse, sintiendo los ojos de Yoongi que lo seguían en cada cosa que hacía hasta peinar su último cabello y lustrar sus zapatos.

-Tengo que irme, no salgas, ni abras la puerta. Recuerda que nadie de mi familia debe saber que estas aquí. ¿Esta bien?-- Yoongi lo vía con un puchero logrando hacer preguntarse a Jungkook las razones del por qué una cara tan bobamente linda.-- ¿pasa algo?

-Esque... no quiero que te vayas.-- ¿por qué mejor no te quedas conmigo y vemos la lamparita juntos?-- Jungkook creía que iba a morir de la ternura cuando vió al pelinegro jugar con sus manos nerviosamente. La voz parecía hacersele más profunda cuando estaba avergonzado.

Estaba conociendo nuevas facetas de Yoongi a pesar de que solo tenía viviendo pocos días con él y solo un día de hablar. Estaba por responder cuando el pálido se le adelantó.

-Mingyu me dijo de que eras muy consentidor, no creas que yo estoy tratando de que hagas eso conmigo, por favor, solo... quiero que te quedes, ¿lo harás?

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