Capítulo 51: Frankenstein cibernético

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– MinSeok tiene a varias personas dentro de la casa – susurraba – Y la habitación está llena de cámaras y micrófonos. No siempre estarán atentos a ellas, por lo que podemos escondernos, enviaran a alguien que se asegure de que estemos aquí. Y saldremos.

– Aún si salimos no tenemos con que culpar a MinSeok, está técnicamente muerto y, según creo, cambiaron los resultados de ADN para que dé positivo. No nos creerán.

– Su oficina está frente a la sala, si podemos entrar ahí y encontrar algo que lo incrimine, lo atraparán.

– Bien, solo espero que esto funcione. – suspiró – Dónde nos escondemos?

*Omnisciente

La hora del almuerzo había terminado, y Lahar regresaba al cuarto de control, ya que debía mantener vigilado al "invitado". Su reemplazo para ese tiempo se supone y debía estar haciendo su trabajo.

– Qué tal va todo? Alguna novedad? – preguntó acercándose a las computadoras

– Nada que reportar señor, todo en orden.

– Buen tra- – su ceño se frunció de inmediato, y cambiando rápidamente de una cámara a otra, preguntó molesto – Donde está el huésped?

– No ha hecho nada, está- – calló su hablar alertandose moviendo las cámaras erráticamente – E- El estaba ahí. No pudo haber salido, no hemos abierto la puerta.

– Ve a buscarlo en este instante o te va a pasar lo que a Jiwan. – amenazó entre dientes totalmente furioso

– Si S- Señor.

– Sebastián! – llamó por la radio – Quiero que busques en los alrededores señal de MinKi.

» Sí señor.

– Recuerda que lo queremos vivo.

» Sí.

*Ren

– No puedo creer que haya funcionado – le dije mientras corríamos escaleras abajo en dirección a la oficina de MinSeok

– Fue mi plan, obvio funcionaría – abrió la puerta dejándome pasar y luego la cerró con llave para que nadie entrara

– Arrogante – le dije en cuanto volteó a verme

– Busquemos los documentos y salgamos de aquí. – asentí y cada quien se puso a buscar a cada lado de la oficina.

Desde los estantes llenos de libros, hasta los pequeños muebles a lado del escritorio, no encontraron nada.

– Señor! La oficina del Jefe Choi está cerrada, podrían estar aquí! – un gritó proveniente del otro lado de la puerta nos alertó.

– Nos encontraron – susurré volteando a verlo.

– Tranquilo, mi motocicleta sigue estacionada afuera. En cuanto abran la puerta, yo los distraeré y tú corres hacia ella.

– Te van a atrapar, no pienso dejarte aquí.

– Confía en mi, iré detrás de ti. – negué viéndolo con temor – Lo prometo.

Antes de poder decir algo más la puerta se abrió, tres hombres estaban ahí impidiendo que salgamos. Se lanzaron sobre nosotros y comenzamos a pelear

– Qué estás haciendo? Corre! – me gritó

– No pienso dejarte aquí! – le repetí mientras golpeaba a uno en el rostro haciéndolo retroceder.

Logró noquear a dos de ellos, tomó mi mano y me arrastró corriendo fuera de la propiedad, subimos a su motocicleta y arranco a toda velocidad, alejándonos rápidamente del lugar.

Bully (JRen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora