Canción de cuna~ (2° temporada)

3

Al día siguiente Rouge había ido de visita para poder ver a su sobrino consentido, ella observaba con atención al pequeño que estaba sentado en el césped del jardín con una flor en la mano, no emitía ningún ruido, tan solo miraba la flor con demasiada atención.

–Así está siempre, –habló con voz casi baja el moreno– no hemos logrado nada.

–Pero dices que sigue perfectamente las ordenes ¿No? –Miró a su mejor amigo.

–Si, lo hace para incluso evitar responder, –miraron nuevamente al pequeño– Sonic deduce que tiene algo que ver respecto a su madre…

–Creció sin una mamá… Tiene sentido, pero ¿Dejar de hablar? Puede ser un trauma o algo parecido... –La murciélago se quedo un momento pensativa– ¿Puedo llevarlo de paseo? Veré si puedo lograr algo.

–Si claro. Silver, –llamó al pequeño erizo y este giró para ver a su padre– ven, saldrás con tu tía de paseo.

–Ven mi pequeño, –sonrió– iremos a los lugares que tanto amas.

Silver no dijo nada, tan solo se levantó para ir hacia su tía, la tomó de la mano indicándole que estaba listo para irse, ambos se despidieron de Shadow para irse a su paseo.

Shadow caminó hacia el baño y entró, su esposo se estaba bañando y el moreno se acercó a la regadera sin hacer tanto ruido.

–Rouge se llevo al niño de paseo, –mencionó– verá si puede lograr algo.

–Esperemos que si… –Suspiró angustiado cerrando la regadera y comenzó a secarse con la toalla– Amor, ¿Me podrías enseñar el lugar donde dices que parecía escuchar algo?

–Si claro.

Sonic salió de la regadera y junto a Shadow caminaron hacia uno de los cuartos de la casa, en ese cuarto tenían algunas cosas guardadas como fotografías, recuerdos hasta un piano que no se había abierto desde la muerte de María.

Shadow caminó hacia la pared donde había una pequeña grieta y se hincó mirando a Sonic.

–Es aquí donde lo encontré, –miró nuevamente la grieta y el azulado se acercó hincándose– su oreja estaba exactamente pegada con la grieta y tan solo se puso de pie sin decir nada al verme.

Sonic trazó la grieta con su mano mirándola con atención ¿Era posible que escuchara algo ahí? Acercó su oreja a la grieta pegándola, ambos erizos guardaron silencio y Sonic esperaba escuchar algo pero no.

–No escucho nada… –Dijo alejándose de la pared– No entiendo…

–Buscaré más pistas en este cuarto, –miró cada parte– veré si puedo encontrar algo.

–De acuerdo, iré a preparar la comida por si llega Rouge y Silver antes.

Sonic se puso de pie y salió de aquella habitación dejando a Shadow solo. Comenzó a abrir cajones, puertas del mueble con la esperanza de buscar alguna pista, pero era un intento fallido al no entender la verdadera razón del comportamiento del pequeño, no podía saber por donde empezar.

Suspiró con pesadez, miró el último cajón del mueble recordando que ahí había guardado algunas fotos que desde hace años quiso dejar de verlas, pero tenía que hacerlo por Silver, si quería averiguar el motivo tenía que buscar hasta lo más mínimo.

–De acuerdo…

Se acercó a aquel cajón y lo abrió sintiéndose nervioso, tomó todas las fotografías que había ahí y miró cada una, en ella estaba junto a María en diversos momentos y en otras estaba solo ella con una gran sonrisa en su rostro y de cuando estaba embarazada. Shadow se dejó caer al suelo mirando las fotografías, era cierto que había logrado superar la muerte de la eriza a quien más amo, pero eso no significaba que había dejado de amarla.

–María… –Mencionó su nombre mientras de sus ojos salían algunas lágrimas, no podía negar que la extrañaba, la amó demasiado.

Dejó caer las fotografías poniendo sus manos en su rostro sollozando en silencio, el sabía perfectamente que amaba a Sonic y que daría todo por él, pero tampoco podía mentir sobre sus sentimientos a María.