6. Emma Weasley y un trío con medalla de bronce

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Unos minutos después una chica se paró y se sacó la capa. Aquella muchacha tenía el pelo color caoba, ojos azules, y unas pequitas que adornaban su piel de porcelana. Esa chica era la perfecta unión entre Fred y Sol. La cara de los recién mencionados era de sorpresa total.

-Buenos días, Hogwarts. Yo soy Emma Evangeline Weasley.- Sol y Fred casi cayeron de espaldas al suelo, George y toda la familia Weasley se empezó a reír a carcajadas. Sol se recompuso a los segundos y agarro de los hombros a Fred y lo empezó a zarandear:

-Fred. Fred, oh Dios.- Fred, que tenía la mirada perdida, la miró y dijo:

-Hey Sol, no sabes tuve un sueño super raro, en el que aparecía una chica que era igual a nosotros y lleva el nombre de tu hermana y tu madre y mi apellido.- En ese momento todo el Gran Salón estalló en risas.

-No, eso no fue un sueño ustedes son mis padres. Miren, si me dejan hablar yo podría contarles...

-Oh que maravillosa idea, no lo crees Sol?- Maravillado por la idea de que es chica sea su hija.

-Papá déjame ter...- Mientras decía la frase sus ojos se pusieron en blanco, y sus piernas cedieron y si no hubiese sido por Ted y Victorie se hubiese roto algún hueso. Sus padres se levantaron de sus asientos, pero Emma alzó una mano para detenerlos.

-Qué te ha sucedido?- Emma empezaba a recobrar el sentido.

-Nada fuera de lo común, mamá. Estoy bien, solo fue un pequeño vahído.- Ted la miró como enojado, saco su varita y de un movimiento hizo aparecer una barrita de chocolate y la obligó a comerlo durante la presentación.

-Bien ahora que estoy bien, puedo seguir?- Como nadie respondió siguió hablando.- Tengo 22 años. Si bien me llamo Emma mis amigos me dicen Acajou.- Sirius resoplo indignado.

-Podría alguien decirme que diablos significan esos apodos?

-Oye, Sirius cálmate al final de la presentación te lo explicaré. Entonces decía, fui Gryffindor, como mis padres.- Todos aplaudieron en recibimiento de la nueva integrante.- Y al igual que Ted, y lamentablemente, no puedo jugar al Quidditch.

-Qué? Eso no es justo. No puede ser que mi hija no pueda jugar al Quidditch. Dime quién es ese desgraciado que no te deja jugar, cariño, que iré y tendremos una "charlita".- Emma intento reír a cometario de su padre pero el saber que eso nunca podría llegar a pasar amargó su risa.

-La razón por la que no puedo jugar se escurre de las manos de todos, incluso de los mejores sanadores y magos.- Dumbledore pareció repentinamente interesado.

-A qué se refiere, señorita?

-Es un poco difícil de explicar, pero bien, cuando mi madre quedó embarazada de mí estábamos en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mágica. Ella como es una de las personas más cercanas al Tío Harry los Mortífagos la tenían en la mira.- Los gemelos Weasley tomaron a Sol de los brazos protectoramente. Emma tomo un largo respiro y continuo.- Ellos la secuestraron y la mantuvieron cautiva mientras intentaban sacarle información sobre Harry a base de torturas. Cuando cumplí los cuatro años mi madre empezó a notar que me cansaba con facilidad y tenía severos dolores de cabeza. Cuando llegaba a los seis años descubrimos que las torturas de mi madre habían afectado mi desarrollo durante el embarazo, lo que me provocaba, y provoca, dolores de cabeza y desmayos repentinos.- Sol soltó un sollozo y se abrazó a sí misma.

-Mamá no te sientas mal, tú no has querido nada de esto. Además quiero terminar de presentarme, les decía que como no podía jugar al Quidditch era relatora con Ted.- Ted rio a carcajadas al igual que ella.

Un accidente o... una mision suicida?? Una historia de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora