My Black Rose.

Capítulo 1.

Justin's Poin Of View:

En cuanto cruze el gran portón blanco del colegio, supe que ellos ya venían hacia mi.

Era algo como un "sexto sentido", aunque iba con la mirada en el suelo y con el gorro de la sudadera puesto, podía verles sonriendo al lado de un árbol, a unos metros.

Todos los días era lo mismo, de lunes a viernes, desde el día que ingresé a ésa escuela.

Era un proceso simple, aveces rápido, aveces no. Ellos llegaban, me insultaban, me "provocaban"...bueno, intentaban,. Un objetivo, una sola meta; molestarme.

¿Para qué? Para divertirse.

Una voz interrumpió mis pensamientos.

—Bueno, bueno...—Dijo Jack, su voz con una notable pizca de burla.—. Miren quien llego... ¿Sabías que llevamos rato esperándote, Justin?—No contesté. Nisiquiera eleve la vista.—. Llegar tarde no evitará esto...

Eleve la vista por primera vez y le ví negar con cabeza, una sonrisa de malicia en sus labios.

—No quiero problemas —Murmuré provocando carcajadas de parte de todos frente a mi.

— ¡Oh! ¡Vamos! ¡No seas cobarde, niñato! — Exclamó alzando los brazos en el aire.

Sin previo aviso, fui empujado fuertemente por la espalda, ocasionando que me tambaleara unos pasos hacia adelante.

Escuche a todos carcajeando a mi alrededor. De la nada, empecé a recibir empujones de todas partes, los impactos eran fuertes, pero eso no era lo que me interesaba; Mi respiración, se había vuelto cada vez más artificial, mi garganta empezó a arder, sentí como poco a poco se iba cerrando, impidiéndome respirar.

En un intento desesperado por recobrar el aire, volteé mi cabeza hacia mi mochila, que colgaba de mi hombro derecho, y busque desesperadamente mi inhalador. Ya no sentía más empujones.

Encontré el objeto y lo lleve con manos temblorosas a mis labios. El alivio fue instantáneo en cuanto apreté el botón e inhale.

—¿No me digas? ¿Ya te has cansado, idiota?—Escuche una voz burlona a mis espaldas.

—Apenas comienza —Aseguro Jack arrebatándome el inhalador de las manos.

—Dámelo—Le exigí extendiendo las manos hacia él.

—¿Lo quieres? —Alzo una ceja.—. Entonces, atrápalo — Dicho esto se lo lanzo a uno de sus amigos a mis espaldas.

Con un fastidio creciente en mi, caminé hacia este con las manos extendidas. Cuando estuve cerca de él, sonrió y se lo lanzo a otro de sus perros falderos, y todo lo anterior se repitió, una, tres, cinco veces, hasta que llegamos al punto en el que saltaba tratando de atraparlo.

— ¡Ahí te va, Jack! — Rió uno lanzando el inhalador hacia Jack a mis espaldas.

De la nada, las carcajadas cesaron.

Confundido, me volteé lentamente y ví una mano femenina sosteniendo el inhalador. Baje mi mirada por el brazo de piel blanca, viajando hacia un rostro con penetrantes ojos grises y ligeramente gruesos labios rojos.

Una chica había aparecido entre la multitud y ahora formaba parte de el círculo que los colegas de Jack habían formado a mi alrededor.

Con mirada curiosa y a la vez indiferente, recorrió a cada uno de los presentes, parando un segundo en mi y luego en mi inhalador varias veces.

Una rosa, es lo primero que me vino a la mente cuando nuestras miradas se toparon por un microsegundo.

Luego por fin, paró en Jack. Un brillo de comprensión invadió sus ojos, y una sonrisa astuta le iluminó el rostro.