¡Bakakashi!✩࿐⋆* Kakashi Hatake One shots x OC

「Babeas」

Pasado (adolescencia)

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ஓீۣۣۣۣ፝ۜ፝ۜ͜͜͡͡·°¸❥↬Los dos jóvenes luchaban cuerpo a cuerpo como si su vida dependiera de ello. Haruka tenía una sonrisa burlona mientras Iruka estaba horrorizado y desesperado por esquivar sus rapidos golpes.

De un rápido movimiento ella pudo tirar a Iruka al suelo y se posicionó arriba suyo. Su puño iba directo al rostro del moreno que se cubría para no ser golpeado.

— ¡Ha-Haruka-senpai!.— gritó en señal de que estaba rindiéndose y justo centímetros antes de sentir un puñetazo, el brazo de Haru se detuvo.

— Oh, lo siento, me dejé llevar.— se excusó y rió divertida, bajando su brazo y viendo como Iruka abria lentamente sus ojos, aún asustado.— ¿Qué pasa Iru-chan? ¿Te lastimé? ¿Te golpee muy fuerte tu cuerpito?.— dijo tiernamente, acercando peligrosamente su rostro al rostro del chico que pronto enrojecía y se ponía nervioso.

— ¡D-Deje de tratarme como un niño!.— exigió mientras ella subía y bajaba sus cejas rápidamente, pícara.— Nos llevamos solo tres años de diferencia.. yo... ¡yo soy un hombre!.— intentó enfrentarla sin alejar su rostro del de ella y rozando sus narices. Él estaba ardiendo de vergüenza, ella se veía tranquila. Odiaba que Haru lo tratase como un pequeño crío, solo había una pequeña brecha en su diferencia de edad, ella tenia veinte y él diecisiete... Nada fuera de lo normal.

— ¿He dicho lo contrario?.— la castaña ladeó su cabeza, extrañada y aún rozando la nariz de su amigo.— No te trato como un niño, te trato con cariño.— dijo, sonriendo ampliamente y llevando sus manos al rostro de Iruka para apachurrar sus mejillas de un lado a otro. Él, sin embargo, estaba asombrado por sus palabras.

— ¿Cariño...?.— repitió sin entenderlo demasiado, recibiendo un asentimiento de parte de la chica.

—  ¿No te gusta?.— ahora Haru entrelazó sus brazos detrás del cuello de Iruka y lo miró inocentemente. El corazón de Iruka comenzó a doler y palpitar peligrosamente, su estómago hacia cosquillas y algo en él quería... romper la distancia.

Antes de que pueda responder, alguien más llegó.

— Oi.— El peliplata enmascarado se dejó ver en la escena, caminando hacia la pareja.— ¿Interrumpo?.— preguntó con su típico desinterés, señalando que Haruka aún seguía sentada sobre Iruka.

— ¡Hola Bakakashi!.— la de ojos avellana lo saludó alegre, moviendo sus manos energeticamente.— Recién terminamos.— anunció levantándose y extendiendo una mano a su amigo recostado en el suelo que pronto la tomaba y también se levantaba.

— Que sorpresa encontrarte con Haru, Iruka.— comentó Kakashi, dirigiendose a él y mirándolo sin nada en especial.

— Estaba entrenando con Haruka-senpai...— explicó, rascando su mejilla y bajando la mirada, con algo de vergüenza. Su mente y corazón aún trataban de controlarse.

— Ya veo...— asintio el peliplata.— Al parecer te gusta pasar tiempo con ella.— volvió a comentar, tomando por sorpresa al pobre Umino de corazón débil y nervioso.

— ¡¿E-eh?!.— exclamó casi atragantandose y vio como el mayor lo miraba en silencio. Por otra parte, Haru sobaba su estómago hambriento que hacia ruidos bestiales.

— Oi Bakakashi ¿trajiste comida?.— le preguntó, cambiando de tema y yendo hasta él para tomarlo por los hombros y zamarrearlo.

— No.— contestó secamente, escuchando como se quejaba.— Solo venia a avisarte que tu equipo te busca.— dijo, señalando hacia atrás en señal de que por allí estaba el equipo de la castaña que volvía a sonreír.

— ¡Oki doki!.— gritó, aturdiendo a los dos muchachos.— En un rato vuelvo, ¡no hagan cosas raras sin mí!.— exclamó para segundos después irse con mucha velocidad.

Los dos ninjas la vieron marcharse en silencio y metidos en sus propios pensamientos.

Iruka vio a Kakashi de reojo, que estaba a su lado, y ciertamente muy intrigado por saber qué pasaba por su cabeza mientras veía a la chica marchar.
No sabía mucho de la relación entre Kakashi y Haruka, nunca se los habia preguntado pues Haru se la pasaba bromeando, coqueteando y gritando mientras que con Kakashi no hablaba de la castaña.

— Kakashi-san... ¿Cómo conoció usted a Haruka-senpai?.— preguntó el Umino amigablemente y de repente, recibiendo la mirada del Hatake sobre él. Al parecer la pregunta sorprendió a Kakashi ya que su ojo visible se había abierto más de lo normal y pareció pensarlo por un tiempo hasta que decidió hablar.

— Es una historia bastante larga...— dijo calmado.— Antes nos odiabamos y no aguantabamos siquiera estar en el mismo cuarto, yo era bastante odioso con ella... pero el tiempo pasó, Haru... me perdonó y las circunstancias nos convirtieron en camaradas.— explicó, resumiendo la historia pero con algo de nostalgia en su voz que llamaba la atención del otro.

— Entonces... usted no es el niño que ella ama.— Iruka susurró, perdido en sus propias conclusiones y recordando que Haru siempre que se sentía mal le hablaba sobre un muchacho que le había gustado en sus días de academia, antes de conocerlo. Un muchacho que sonreía diariamente y brillaba como el sol, era fuerte y divertido y que lo amó desde la primera vez que lo vio, que era su ángel. Jamás le había revelado quién era, por lo que él siempre había creído que inevitablemente hablaba de Kakashi.

— ¿El chico que ella ama...?.— repitió el peliplata con cierta curiosidad y mirando el cielo, pensando por algunos segundos.— No, ni siquiera me le acerco.— pronto negó, soltando algunas risitas, el Umino fruncio el ceño.— ¿Te gusta Haru, Iruka?.— preguntó de repente, haciendo enloquecer el corazón y mente del contrario que volvía a temblar y sudar al instante de escucharlo.

— N-no...— murmuró titubeante.— Ella es una persona a la que respeto, solo... Por eso tuve curiosidad de saber sobre su relación.— admitió, bajando nuevamente su mirada y comenzando a sentirse ansioso. Kakashi lo miró atento por unos segundos y luego asintió.

— Ella es admirable.— opinó el Hatake, como un padre orgulloso

— Si...— asintió Iruka, completamente de acuerdo y se sonrojo al notar que solo hablaba de Haru como si estuviese embelesado.— Usted también lo es.— dijo rápidamente, haciendo que el peliplata vuelva a voltear a verlo.

— Vaya, que halagador.— rió leve y soltó un pequeño suspiro.— Bien, debo irme, nos vemos luego.— dijo repentinamente, levantando una de sus manos al aire como saludo.

— Adiós.— Iruka hizo una reverencia.

— Trata de no pensar o babear mucho por Haruka, parece algo tonta pero sabe mucho más de lo que imaginas.— se burló. Iruka comenzó a negar con todo su cuerpo, escandalizado.

— ¡N-no es así!.— gritó antes de que el peliplata desaparezca, dejando una nube de humo.

¿Qué piensan del bebito Iruka?(╥﹏╥)