〖Sofá e Icha Icha〗

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(*) Haruka y Kakashi estaban recostados en el sofá, descansando luego de una mañana atareada y de cumplir con sus deberes como ninjas de Konoha. Gratamente pudieron coincidir en sus tiempos y podían descansar juntos.

La castaña de cabello suelto y dulce rostro tenía su cabeza apoyada en el regazo de Kakashi con sus ojos cerrados desde hace bastante rato mientras se tomaba el lujo de descansar pacíficamente soltando suaves ronquidos en el cuerpo de su novio. Kakashi, por su parte, leía su libro favorito mientras acariciaba el cabello de su novia, disfrutando de la serenidad que estar juntos y en paz le proporcionaba.

Los dos estaban tranquilos y disfrutando de sus momentos juntos que últimamente no habían sido muchos, quizás por eso estaban felices.

No fue mucho el tiempo que pasó hasta que en un momento mientras Kakashi pasaba la página de uno de sus libros favoritos, Haruka se removió en su lugar aún dormida y volteó su cuerpo, tratando de ponerse en una postura cómoda para poder seguir con su plácido sueño. El peliplata no le dio mucha importancia puesto que ella solía moverse mucho a la hora de dormir pero le fue inevitable tragar saliva costosamete y con nervios al ver como el rostro de su novia también volteaba y quedaba muy cerca de su entrepierna, rozando con ésta.

El libro casi cae de sus manos y su cuerpo se heló... No era como si no hubiesen hecho el amor o sean unos santos pero ella estaba dormida y él no quería perturbar su sueño o molestarla por un completo acto inconsciente.

Kakashi trató de moverse un poco, suave y delicadamente, para tratar de que el rostro bello de Haru quedara un poco más lejos de esa peligrosa parte y casi autónoma parte de su cuerpo, pero sin embargo no lo logró, sino que obtuvo un inmenso efecto contrario.
Con sus estupidos movimientos, el rostro de su chica quedó aún más cerca de él y en un momento una de las manos femeninas rascó su mejilla y luego se posó llana y directamente en la entrepierna masculina que tan sensible al tacto de su mujer era.

El peliplata gruñó por lo bajo, creyendo que los dioses le estaban tomando el pelo.

— Ngh~ Kakashi...— repentinamente Haru balbuceo suavemente y dulcemente aún con sus ojitos cerrados y su mano en el mismo lugar, como si nada mientras que su respiración cálida traspasaba la tela de su pantalón y lo estremecía.

¿Era esto sano?

— ¿...Qué ocurre cariño?.— la voz del ninja salió nerviosa de su garganta mientras sus manos temblaban cobardemente y trataba de mantener sus dos cabezas tranquilas y en calma, aunque con una estaba teniendo bastantes dificultades.

— Deja de moverte.— ordenó ella, frunciendo levemente el ceño y aferrándose más a él que se sentía un depravado por la posición en la que se encontraban y por estar disfrutándo algo tan inocente y estupido que la mano ajena tocándolo sin querer.

No aguantaba, para él era todo o nada... Y realmente ansiaba que fuese todo.

— Haru.— por fin la llamó, al notar que no podía seguir concentrándose en su lectura por los leves movimientos que la mano de la castaña hacía leves movimientos sobre él.

No podía estar haciéndolo a propósito, Haru no solía tomar la iniciativa.

— ¿Mhm?.— ella murmuró inocentemente sin observarlo, imperturbable. El Hatake, por su parte, no la miraba y solo se escondía tras su libro.

— Tu mano...— dijo de una vez, recalcando que lo estaba conduciendo a la locura gracias a su mano pero al momento de hacerlo sintió como era suavemente apretado y ella abrió sus ojos timidamente. Él se atrevió observarla fijamente, notando un leve rubor sobre sus mejillas, tinturandolas con ternura.

— ¿No te gusta?.— preguntó con inocencia. En el centro de sus ojos avellana tenía una pequeña llama de lujuria encendida, dejando ver que en realidad todo había sido a propósito. Que lo quería en ese mismo momento.

— ¿Eh?.— Haru lentamente comenzó a desabrochar su pantalón sin sacarle la vista de encima, poniéndolo inesperadamente nervioso.

— Quiero hacerte sentir bien, Kakashi-kun.— dijo en un suave ronroneo, levantando un poco la camisa de su novio descubriendo sus abdominales y encontrando el botón de su pantalón aún recostada en su regazo.

Aún sin poder creer que eso era real, el hecho de que estaba en presencia de una Haru traviesa y sensual, negó.

— E-Estoy soñando, dejaré esto.— se dijo a sí mismo y dejó el libro a un lado pero su pantalón siendo desabrochado  y su cremallera bajándose le aseguraban que eso no estaba siendo una ilusión o un sueño.

— ¿Se siente cómo si estuvieras soñando, Kakashi-kun~?.— susurró, acariciando suavemente su miembro por encima de la final tela de su boxer y pronto, con esos simples movimientos, vio como el rostro de su novio enrojecía, sus ojos se desorbitaban y su nariz comenzaba a sangrar.— ¡K-kakashi tu nariz!.— exclamó al ver como la cabeza del peliplata caía para atrás por lo que alarmada paró su juego y se levantó para atenderlo.— ¡¿Kakashi?!

Cortito y suculento (?)Quería seguirlo hasta el final pero me dio pereza, ¿qué dicen mi gente?

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Cortito y suculento (?)
Quería seguirlo hasta el final pero me dio pereza, ¿qué dicen mi gente?

Recuerden que esto es antes de la desaparición, cuando vean esto (*) al principio, va a significar eso

¡Bakakashi!✩࿐⋆* Kakashi Hatake One shots x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora