「Hilo rojo」

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ஓீۣۣۣۣ፝ۜ፝ۜ͜͜͡͡·°¸❥↬La castaña de coletas estaba en un restaurante de la zona junto a sus dos mejores amigas, Anko y Kurenai, almorzando y pasando un tiempo de calidad con sus amistades, como hace bastante no tenía.

- ¡Haru! ¿cómo te va con Kakashi?.- preguntó Kurenai, sacando un tema de conversación luego de recibir la comida que habían pedido. Aprovechaban el tiempo libre de almuerzo que tenían antes de sus misiones mientras que Haru aprovechaba su día libre.

- Pues él sigue siendo el mismo tonto lee libros...- se encogió de hombros, sin darle mucha importancia al entusiasmo ajeno.- Solo que ahora nos besa...mos.. y... tomamos... nuestras manos.... nos decimos te amo...- a medida que decía eso, enrojecía cada vez más y bajaba la mirada, recordando los momentos que solía pasar con su novio y dándose cuenta de lo que revelaba.

- ¡Haru está roja!.- exclamó Kurenai entre risas, haciendo reír a Anko y enojando a la castaña.

- ¡No es cierto!.- ella tapó su rostro con sus brazos, para impedir que la vean.

- Cuida que no sangre tu nariz.- se burló la peliazul esta vez, mirándola con picardía.

- ¡Callate!.- gruñó Haru, amagando a golpearla con uno de los palillos que sostenía.

- Haru y Kakashi están sentados en el árbol de los enamorados.- Anko canturreo siendo seguida por las carcajadas de la pelinegra y un gran enojo por parte de la otra que no hacia nada más que crecer mientras desprendía humo de las orejas.

- ¡Basta!.- ordenó, golpeando sus palillos contra la mesa y mirándolas amenazante, como un demonio. Ellas rieron un poco y se calmaron. Sabían que si seguían, despertarían a la bestia.

- Ya, ya...- trató de calmarla Kurenai viendo como Haru volvía a tomar sus palillos y comenzaba a comer, aún molesta.- ¿Estas feliz teniendo novio?.- copió su acción y comenzó a comer su almuerzo mientras la miraba atenta, esperando su respuesta.

- Es extraño ya que... somos amigos antes que novios pero disfruto más vivir así tal y como ahora.- comentó Haru con su boca llena y concentrada en su comida que comenzaba a tranquilizarla y la contentaba.

- Eso quiere decir que te gustaba Kakashi desde hace mucho tiempo.- Anko opinó, con una ceja alzada.

- No lo sé...- murmuró Haru luego de tragar y se quedó pensativa, tratando de recordar cuando fue que Kakashi comenzó a gustarle.

- Quizás desde antes de que fueran amigos.- volvió a decir, la castaña fruncio el ceño en desacuerdo. Ellos antes de amigos fueron enemigos... Antes de que fueran amigos, Haru ya estaba enamorada de alguien más.

- Quizás tienen el hilo rojo.- ahora Kurenai opinó. Aquella frase incómodo y movió bruscamente algo en el sistema de Haruka que pronto dejó de comer y se tensó completamente. El hilo rojo... La leyenda tan trillada y repetida que ni siquera le hacía gracia.

¿Un hilo invisible que no se rompía?
¿Por qué la gente está destinada a estar junta? ¿Qué ocurre con las personas que mueren de repente? ¿No merecían también tener su amor conectado?

- ¿Qué ocurre con el hilo rojo de las personas que mueren?.- preguntó de repente la castaña, interrumpiendo las risas de sus amigas que se divertían por sus ocurrencias y ahora la miraban confundidas.

- ¿Huh?.- Kurenai murmuró, borrando poco a poco su sonrisa, Anko cruzó sus brazos.

- ¿Ellos no tienen el hilo rojo?.- habló molestandose de golpe y mirándolas en busca de una explicación. El rostro de Obito ocupaba la mente de Haruka que había comenzado a sentirse mal de solo recordarlo. De solo pensar que él no podía amar a nadie, que no tenia a nadie destinado...

- ¿Por qué dices eso de repente Haruka?.- Anko se había fastidiado al oír su reclamo pues se veía venir lo que diría a continuación. Casi hasta podía leerle la mente.

- Obito-kun y Rin murieron jóvenes...- dijo obvia, recordando con dolor a aquellos jovenes amigos que injustamente habian dejado el mundo.- ¿Ellos no podían amar?.- gruñó, tensando sus puños con fuerza.- Obito-kun... ¿no podía tener también el hilo rojo?.- murmuró.
Ella alguna vez fue una niña que creyó en esa leyenda, una niña que se creía conectada al chico que le gustaba... Una niña que creció y ahora era feliz junto a alguien más, olvidando al otro pequeño.

- Haru...- Kurenai no sabía qué decir para animarla y hacer que deje de pensar en ello. La pelinegra sabia que Haru aún se sentía extraña con su relación, al menos podía decirlo por la charla que habían tenido antes de que ellos comenzaran a salir. No era nuevo que ella piense en Obito y se sienta de cierto modo culpable.

Antes de que alguien más dijera algo, alguien más llegó.

- Hola...- una voz masculina y calma sonó detrás de las tres chicas. Las cuales dos de ellas voltearon a ver de quién se trataba mientras la castaña tenía la vista en su plato casi lleno de comida.

- Kakashi, hey.- Anko junto a Kurenai saludaron al peliplata que inevitablemente miraba curioso a su novia desanimada.- ¿Qué haces por aquí?

- Vine a buscar a Haru, cenaremos en casa.- avisó él, levantando las bolsas que llevaba y demostrando que habia hecho las compras para su cena y aún miraba a Haruka que ni siquiera había levantado la vista hacia él.

- Genial.- murmuró la peliazul y automáticamente las dos chicas también miraron a su amiga que parecía estar sumergida en sus pensamientos. Kakashi se acercó y agachó hasta su novia, quedando frente a frente, y la observó fijamente. Sus miradas se encontraron y Haru, quien había mantenido su ceño fruncido y su mirada seria, al verlo, se sorprendió y sonrojo.

- ¿Ocurrió algo?.- preguntó Kakashi con su voz suave, la que solía usar con ella, bastante preocupado. No lo había recibido con saltitos y besitos.

- Algunos pensamientos...- se excusó Haruka, corriendo la mirada y dejando dinero en la mesa que había sacado de su bolsillo para pagar la cuenta. Kakashi vio la comida y se asombró, era extraño ver que no había comido mucho.- ¿Vamos?.- la castaña se levantó y suspiró, cansada.

-Bien.- Kakashi asintió amigablemente, ella se posicionó a su lado y tomó su mano.

- Adiós chicas.- saludó Haru aún desanimada alzando su mano desocupada, recibiendo el saludo de las otras dos y luego volteando junto a su novio para comenzar a marcharse.- ¡¿No compraste alcohol?!.- gritó al revisar la bolsa que su novio llevaba en mano y al darse cuenta que no había ni una botella de nada que a ella le gustara.

- Tú siempre bebes mucho..- se escuchó como se quejó él. Las muchachas veían a la pareja marchar, con cierta incomodidad en sus rostros.
Las dos se miraron y fue Anko quien suspiró y cortó el silencio.

- Haru... se veia triste.- comentó la peliazul, terminando su almuerzo con desgana.

- Creo que aún sigue recordando a Obito...- fue Kurenai quien opinó ahora, copiando su acción.

- Jamás lo olvidó.- afirmó la peliazul.

- afirmó la peliazul

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¡Bakakashi!✩࿐⋆* Kakashi Hatake One shots x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora