-Un gusto, Lía Lowell- él me regala una sonrisa, está siendo muy educado.-Un placer conocerla al fin, Señorita Lowell, mi padre habla maravillas de usted. Dice que ha sido de las mejores abogadas que ha tenido la empresa, aunque se ve muy joven- sonrió mientras me da un apretón de manos.
Muy pocas veces me he sentido nerviosa al presentarme, quiero suponer que esto pasa porque es un hombre que impone con su andar y con su forma de hablar.
La voz del señor Davis nos saca de nuestro trance, ambos nos habíamos quedado estáticos durante el saludo, al parecer no fui la única que sintió la energía en el ambiente.
-Me alegra ver que podrán llevarse bien en mi ausencia, Lía, he decidido tomar un ligero descanso junto a mi esposa, sé que conoces mi estado de salud, y por recomendaciones médicas es necesario que me aleje un poco de todo el estrés.-Maxwell aparta su mirada de mí y lo agradezco, empezaba a ponerme nerviosa.
Sabía de la situación de salud de mi jefe, comprendía la situación y lo veía como una buena decisión.Lo apreciaba demasiado, me había enseñado muchas cosas a lo largo de mi estadía en la empresa y lo agradecía infinitamente.
Maxwell solo observaba la escena, parecía no querer opinar, había escuchado hablar de él, muy poco a decir verdad.
Había estudiado fuera, obtuvo una oferta laboral y se quedó en Londres, visitaba muy poco a sus padres y hermanos, lo sabía porque Jake siempre se quejaba de sobre el tema.
Parecía un hombre reservado.
-Así es Lía. - Maxwell habló después de su padre- debido a la salud de mi padre he decidido comenzar a conocer la empresa a profundidad, mi estancia será de forma permanente y espero que podamos trabajar de la mejor manera; de igual forma me gustaría me des un informe de los asuntos jurídicos de la empresa.- su mirada era profunda y sentía un peso en mi.
- Claro Señor Maxwell, le haré un informe detallado de todo, lo tendré en unos días.- Maxwell me sonrió.
-Solo dime Maxwell, no es necesario tanta formalidad.
-Muy bien, eso sería todo por el momento Lía.- el señor Davis me observo con una sonrisa.- puedes retirarte y continuar con tus pendiente.
- Con permiso señor Davis, un gusto conocerte Maxwell.- me despido y salgo apresurada de la oficina.
El resto del día no tuve contacto alguno con Maxwell, me enfoqué en terminar mi trabajo para poder ir a casa rápido, siempre enviaba mensaje a Mad y Jake por si todo estaba bien o si necesitaban algo para Theo. Siempre respondían que todo iba bien, que no me preocupara.
Volvía a concentrarme en mis pendientes, solía entablar conversaciones de vez en cuando con mis demás compañeros, reíamos de algunas bromas y después volvíamos a nuestra labor.
Cuando el reloj marca las 8:30 decido comenzar a guardar todos los archivos y comenzar a limpiar mi escritorio. Una vez terminado todo, es momento de ir a casa.
Despido al guardia del estacionamiento y me enfoco en encontrar mi auto. En mi camino me despido de algunos colegas.
Al encontrar mi auto, puedo visualizar a Maxwell, se nota algo molesto, me acerco con cuidado y decido hablarle.
-Señor Maxwell, lo siento, Maxwell, ¿todo en orden?- Maxwell quien estaba de espaldas se gira y quita su cara de enojo, me regala una sonrisa.
-Todo bien Lía, solo que mi auto tiene muy baja la llanta, no me di cuenta que tenía un clavo - se nota molesto pero estoy segura que debe estarlo resolviendo.
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Alguien Como Tú
RomancePara Lía Lowell nunca fue fácil creer en el amor, pues el ver las malas experiencias de su madre y vivir una experiencia traumática sirvió para ser un claro ejemplo de que el amor no está hecho para todos y que a veces debes dar todo de ti para lleg...