Capítulo 3 - Cuando buscó una presa nueva (Parte 1)

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  • Dedicado a KR por dejarme a sus bias
                                    

Regla número dos para tener un harem: No irse a por las presas fáciles, esas siempre pertenecerán a tu harem aunque solo reciban un guiño.

Casi todo el mundo sabe que ciertos seres vivos realizan rituales, que varían según la especie, antes del apareamiento; por ejemplo el pavor real que expande su bello plumaje para atraer a la hembra llegado el momento. Kris no tiene plumas, ni tampoco colores llamativos, ni siquiera sabe bailar; sin embargo, con tan solo pasearse por el piso vestido con un ligero pantalón holgado que no deja mucho a la imaginación, es capaz de captar la atención de cualquiera de sus presas. Para que negarlo ¿Quién se resistiría ante esas vistas?

En el sofá charlaban amigablemente Tao, Lay y Chen, repasando la agenda de aquel día y pensando en los días que les quedaban allí antes de que el grupo se dividiera como era habitual. Alertados por su presencia se giraron para encararle, llevándose una gran sorpresa. Tuvieron que usar todo su autocontrol para no babear ante lo que veían. Sabían lo atractivo que podía a llegar a ser su líder, pero nunca lo habían visto en todo su esplendor. Pestañearon un par de veces, pensando en que podría ser solo un bonito sueño. Se veían incapaces de articular palabra alguna.

-B-buenos d-días- Logró articular Tao a modo de saludo.

Kris pasó de largo, saludándoles con un ligero gesto de la mano. Era muy consciente de lo que acababa de provocar, sus compañeros estaban comiendo de la palma de su mano. Sabía que podía tirarse a cualquiera de esos tres cuando quisiese, con una llamada o un mensaje Tao, Lay o Chen se abandonarían a sus encantos. Solo tenía que chasquear los dedos y podría hacer saltar los muelles de la cama con cualquiera de ellos, por no decir, con los tres que sería demasiado pretencioso.

Soñoliento se observó en el espejo del cuarto de baño, contemplando su reflejo. ¿Tanta belleza era normal? Él sabía que sí, era Kris ¿Cómo no ser perfecto si era él?. Sonrió a la imagen que creaba el espejo y le guiñó un ojo. Un poco de agua en la cara para despejarse, un leve retoque en el pelo y ya estaba listo para conquistar a otra presa.

Una melodía llegó hasta sus oídos, alguien había puesta la radio tan alta que llegaba hasta el baño. Aquella voz que resaltaba sobre las demás le sonaba ¿No era aquel cantante que solía presentar After School Club con Erik Nam? Una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro y lo supo: Woo Sung Hyun, Kevin, sería la siguiente presa en su harem. Lo que no pudo llegar a imaginar es quien acabaría ocupando el puesto número dos en su lista...

***

Tras vestirse, proceso que le costó más de una hora para poder encontrar el atuendo adecuado del día, salió a dar un paseo y despejarse de todo el trabajo que el grupo suponía. No tenía ningún rumbo fijo. Desde la aparición de las sasaengs tuvo que dejar de planear a dónde iba en los días libres, de alguna forma filtraban sus agendas y acababa siendo un problema. Incluso sin saber a donde iba, solían perseguirle y aparecían en los lugares más insospechados; por esto, solía dar rodeos por la ciudad de Seúl, camuflado con su gorra y tratando de ser uno más en las calles.

Captó un intenso olor a café que le obligó a seguir su rastro hasta una pequeña cafetería poco concurrida. Miles de dulces y tipos de café decoraban el escaparate, los aromas se mezclaban incluso desde fuera. La boca se le hizo agua ante la expectativa de un buen desayuno y no vio la hora de acercarse a la puerta.

Pasó cerca un joven que le resultaba familiar. Se sorprendió mirándole fijamente, tratando de descubrir quien era; pero, no tardó en recordar dónde lo había visto: En los MVs de EXO, aquel hombre no era ni más ni menos que el líder, Kris Wu. No era fácil olvidarse de él aunque solo lo hayas visto en vídeos. Era de esa clase de persona que sería encontrada en cualquier sitio al que fuera.

El harem de KrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora