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                       10:23 PM.

Taehyung tenía su mano derecha sobre el volante mientras que con la izquierda acercaba su celular hacía el oído mientras este comenzaba a sonar.

—Contesta, mierda— susurró Taehyung.

Había estado buscando a Hoseok y no lo había encontrado. Pensó que estaría en dónde usualmente siempre estaba, su casa, pero no estaba. También había ido a la casa de su mejor amigo, y resulta que éste tampoco sabía nada de él.

¿Cómo era posible que una persona desapareciera de la nada?. Lo único que podía pensar era en que el señor Jung tenía algo que ver en esto. Siempre manipuló a Hoseok, estaba claro que él se lo había llevado con mentiras después de decirle que quería la empresa.

—¿Hola, Namjoon?— habló el castaño mientras seguía manejando —¿Estás en la cama ya?.

—Aún no voy a la cama. ¿Qué sucede Taehyung?, es tarde.

—Necesito que me digas en dónde queda la mansión de Jung— dijo Taehyung molesto mientras seguía mirando el camino.

—¿Ha?— suspiró el chico —¿a qué se debe todo esto, irás a cobrar?, podemos hacerlo mañana.

—Sólo dime la maldita dirección.

—Está bien, está bien. No te enojes. Ya mismo te la mando por mensaje.

—Hazlo rápido — fue lo único que dijo Taehyung para después colgar la llamada y estacionarse en algún lugar.

(2) Nuevos mensajes (Namjoon)

(2) De verdad que no sé
por qué buscas al señor Jung tan tarde Taehyung. Si se trataba
de asuntos podíamos ir
mañana. En fin, arriba está
la dirección. Ten cuidado.

El castaño puso la ubicación en su celular y después empezó su camino lo más rápido que pudo.

Estaba seguro de qué Hoseok estaba con su padre. Y no iba a permitir que su padre le lavara el cerebro con mentiras. Sobre todo aquella que siempre le decía "Te amo tanto hijo".

La ceja de Taehyung se frunció y aceleró más. Después de que pasara la primera noche con Hoseok, había quedado atrapado por sus hermosos ojos tan expresivos y a la vez tristes. Era el chico ideal para él. Tenía todo lo que podía querer. Así que no estaba dispuesto a dejarlo. Iría por el pelirrojo y lo tendría con él, lejos de su padre.

                               (...)

—¿P-padre, qué hago aquí?— preguntó Hoseok un poco asustado mientras miraba a su padre frente a él.

—Oh Hoseok. No te preocupes— rió el señor Jung mientras tocaba las rejas de aquella selda que había construido especialmente para su hijo —no haría nada que fuera capaz de dañarte.

—Si no harás nada, entonces sacame por favor. E-esto es muy pequeño para mí, siento que las paredes me van a consumir— habló Hoseok con miedo mientras  sacaba su mano por la rejas para tomar el brazo de su padre —p-por favor padre. Esto es horrible.

Hoseok se encontraba en una pequeña habitación, la cuál tenía rejas cómo si fuera un delincuente. Tenía una pequeña ventana para ver el exterior, pero lo único que podía mirar era la gran altura en la que se encontraba. Su padre había hecho esa pequeña habitación hasta el último piso de la casa, en dónde nadie circulaba.

—Lo siento Hoseok— el señor Jung se movió y quitó la mano de su hijo bruscamente mientras lo miraba con el ceño fruncido —me has traicionado y eso no tiene perdón.

—¿D-de que hablas padre?, no te he traicionado.

—¿Te atreves a mentir?— el brazo derecho de el señor Jung alcanzó el cabello de Hoseok y lo jaló hacía enfrente, haciendo que su cabeza se golpee fuertemente con los tubos duros que estaban cómo rejas —te has aliado con Kim Taehyung para quitarme la empresa maldito mocoso.

—P-padre, me lastimas, a-ahh, y-yo no he hecho algo cómo eso— dijo Hoseok mientras intentaba quitar la mano de su padre —no te he mentido, por favor — el pelirrojo sollozó al sentir cómo su padre tiraba más fuerte de su cabello.

—No te creo nada. Esta mañana ha venido Taehyung por los papeles de mi empresa. Joder Hoseok, ¿y sabés lo que dijo?— se acercó al oido de Hoseok mientras este sollozaba —Me ha dicho que no me acerque a tí. Dijo que eras su chico.

El señor Jung empezó a reír —y eso no se lo permitiré. Te quedarás aquí hasta que te mueras de hambre. Maldito, eres un traidor. Hijo de puta— gritó el señor Jung mientras soltaba bruscamente a Hoseok haciendo que caiga al suelo.

—P-por favor padre. Jamás haría algo para perjudicarte— Hoseok levantó su mirada llorosa —s-sacame de aquí. No soy un traidor.

—Te vas a pudrir imbécil. Jamás fuiste mi hijo— sonrió el señor Jung para después escupir a Hoseok y darse la medía vuelta.

—No quiero que le den nada de comer. Dejenlo que se muera, y una vez que lo haga, quemenlo— sentenció el señor Jung hacía sus sirvientes mientras se iba.

—P-padre, por favor. No he hecho nada. Sólo quiero tu felicidad, por favor no te vayas— gritó Hoseok mientras lloraba. Le dolía ver esa escena.

Le dolía ver cómo su padre le daba la espalda y cómo lo insultaba. Cómo su vida dependía de él y le valía. Pero lo que más le dolía, era que lo seguía queriendo cómo padre. A pesar de que él nunca lo demostró, lo seguía mirando cómo aquella figura paternal que siempre anhelo.

•Gran CEO• VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora