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—¿Cómo se tiene una cita?— se preguntó así mismo Hoseok mientras miraba el techo de su habitación. No hace mucho  tiempo, Taehyung le había permitido dormir en una recámara diferente. Pensaba que eso era muy amable de su parte. Después de todo, ambos necesitaban tener privacidad.

Las mejillas de el mayor se tiñeron de un hermoso color carmesí cuándo volvió a pensar el nombre de "Taehyung".

El solo imaginar que tendría una cita con él hacía que su corazón latiera demasiado fuerte, justo cómo la primera vez que había visto sus ojos y apreciado bien su cuerpo; lindo a su manera.

El pelirrojo movió su cabeza de lado a lado negando una y otra vez mientras golpeaba suavemente sus mejillas —No Hoseok, pensar así de Taehyung está mal.

—¿Quién dice qué está mal?— volvió a susurrarse así mismo. Solamente estaba apreciando lo bello que era el chico. Y aunque habían comenzado con el pie izquierdo, nada les impedía volver a conocerse. Es decir, si Taehyung se lo proponía, el aceptaría gustoso. Después de todo, lo estaba salvando de su padre.

Su querido y maldito padre. El cuál no tuvo ni una pisca de piedad sobre él. Manipulándolo hasta el cansancio y dañándolo emocionalmente. No lo odiaba, solo sentía que ya no quería estar con él. Si seguía con aquel viejo impostor, terminaría por quitarse la vida de tanto rechazo.

El pelirrojo se dió la medía vuelta y se acomodó para dormir. No quería seguir pensando en ese tipo de cosas. La cita con Taehyung lo tenía demasiado nervioso, ¿y si no se vestía adecuadamente?, ¿y si cometía un error frente a él?, no quería dar mala impresión. No quería avergonzarse así mismo.

Hoseok giró de nuevo en la cama mientras tocaba su cabello en forma de desespero. Todavía no había comenzado la cita y ya estaba demasiado estresado.

—Todo saldrá bien— Eso era. Tenía que pensar positivamente —solo espero mañana lucir bello para él.

(...)

Sé removió un poco, estando aún adormilado. Podía sentir cómo una respiración profanaba una y otra vez su cuello.

Hoseok se movió un poco más al frente para poder acomodarse, pero sintió cómo algo se movía detrás de él y lo abrazaba por la cintura.

Aún estando un poco dormido, llevó sus manos y apartó aquellas que apretaban fuertemente su cintura.

—No te muevas tanto— susurró uno voz grave —si sigues moviendo así tu trasero, vas a generarme una erección, pequeña puta.

Hoseok abrió los ojos inmedianamente y se sentó en la cama, para después sentir cómo una mano lo tomaba de nuevo y lo obligaba a permanecer en la misma postura.

—E-espera— sentenció Hoseok al sentir cómo restregaban su miembro en su trasero de nuevo —N-no hagas eso, Taehyung.

—Mira lo qué me haz generado—comenzó a mover sus caderas hacía enfrente, haciendo que su miembro siga rosando el trasero de Hoseok.

—T-taehyung, no— el pelirrojo abrió los ojos aún más al sentir cómo comenzaban a subir su camiseta —D-detente, no podemos hacer esto.

—¿Por qué no?— preguntó con una sonrisa burlona, mientras adentraba más su mano hacía el estómago de Hoseok.

—E-esto solo se hace cuándo las personas e-están enamoradas— susurró con sus mejillas sonrojadas. Sabía que aunque dijera eso, la realidad había sido otra con el castaño.

—¿Y acaso no te has acostado conmigo ya?— volvió a preguntar manteniendo su sonrisa burlona. Subió sus manos aún más y comenzó a tocar los pezones de el pelirrojo.

—A-ahh, n-no. Tú sabés q-que cometí un error— el pelirrojo empezó a golpear aquellas manos que comenzaban a tocarlo descaradamente.

—Dime cuál fue tu error, pequeña zorra— susurró en el oído de Hoseok, haciendo que éste se estremezca por completo.

—Y-yo me acosté contigo para ayudar a mi padre. Fue un error, por favor sueltame— decía mientras sentía cómo su cara ardía por completo. No era la primera vez que Taehyung le hablaba de esa forma. Cuándo lo conoció, el siempre usaba ese tipo de palabras sucias contra él.

—¿Así qué ya te acostaste con Taehyung, pequeña zorra?— quitó las manos y se sentó en la cama.

El pelirrojo también se movió rápido y prendió la lámpara que se encontraba al lado de él. Al voltearse, quedó sorprendido, ese chico no era Taehyung.

—¿Q-quién eres?— preguntó temeroso Hoseok mientras retrocedía.

—Si que tienes agallas para preguntármelo— sonrió  mientras tomaba bruscamente la mano de Hoseok, haciendo que no pueda salir de la cama.

—S-sueltame, llamaré a Taehyung si no te vas de aquí — tembló el pelirrojo.

—Ay no cariño, ¿estás asustado?—  jaló más la mano de Hoseok, para después tomar su mandíbula fuertemente y ponerlo bajo su merced —Mi nombre es Jeon Jungkook, aprendételo de memoria, zorra— apretó más la mandíbula, para después bajar y comenzar a devorarse los labios de el pelirrojo.

Una y otra vez recibía fuertes mordidas en su labio inferior. No podía quitarse al pelinegro de encima, cada que lo intentaba, jalaba sus manos fuertemente hacía abajo.

—D-detente, p-para— hablaba cada que podía, pero los labios de el menor siempre volvían a atacarlo.

La lengua de Jungkook no tardó en comenzar a profanar la boca de Hoseok, haciendo una sucia jugada.

—Veo que le eres fiel a Taehyung — el menor se separó, mirando cómo las mejillas de Hoseok tenían lágrimas —Te diré algo, sea cuál sea la razón de Taehyung al tenerte aquí, no va a durar mucho. Él solo te va a desechar logrando su cometido. Así que te daré la oportunidad de venir conmigo y de que seas mi puta personal, ¿qué dices?

El pelirrojo frunció el ceño y movió su mano rápidamente, dándole una cachetada a Jungkook —No soy juguete de nadie, imbécil. Largate de aquí, vete— gritó Hoseok aún con sus manos temblorosas.

El menor sonrió sádicamente y tocó su rostro, para después salir de la cama y abandonar la habitación. Era la primera vez que habían golpeado su rostro. Se sentía atraído por Hoseok. Algo en él hacía que lo tomara por la fuerza.



•Gran CEO• VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora