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Narrador

¿Alguna vez has sentido como tu corazón se rompe en miles de piezas que ni siquiera crees que se puedan unir otra vez? Así se sintió Joaquín, justo cuando vio a Kevin besándose con el chico que siempre le había comentado que hacía trabajos en grupo, su "compañero de clase y de proyectos". En ese instante, todas sus palabras y recuerdos vinieron a su mente...

Flashback

— Kevin, te la pasas haciendo muchos trabajos extra escolares, sobre todo... — dijo el pequeño en un tono de voz bajo e inseguro de continuar hablando. Suena muy posesivo, pero cuando en realidad amas, sientes miedo a perder todo lo que has construido junto a esa persona. - sobre todo con Mauricio, ¿no? - rasco su nunca y bajo su mirada para aliviar un poco los nervios de haber mencionado ese nombre.

— Joaco, bebé, sabes que me gusta cumplir con las cosas del colegio — levantó sus manos y tomó las suaves mejillas de Joaquín y su voz adquiría un tono bajo y tranquilo — Una beca no se consigue sola. Además, tu sabes que solo tengo ojos para ti, para esos hermosos ojos color café.

Acariciaba una de sus mejillas mientras Joaquín tenía sus manos sobre los antebrazos de Kevin. Amaba cuando lo miraba así, sentía que podía ver a través de sus ojos, su alma. Pero esta vez fue diferente.

— Lo sé, Kev, pero... — su voz tomó un tono bajo y temblaba — sabes que te amo. Daría todo por ti. Me dolería demasiado que esto sea simplemente algo pasajero y que nuestro hilo se haga pedazos — una lagrima bajo por su mejilla y Kevin inmediatamente la secó y dio un suave beso en los labios de Joaco.

— No te preocupes, sabes que estoy para ti siempre mi Joaco — lo dijo mientras le daba un cálido abrazo. Su corazón latía suavemente, como si nada le preocupara. El de Joaco en cambio, podía jurar que iba más rápido que el de un colibrí, nunca tuvo un buen presentimiento sobre este chico Mauricio.

¿Has escuchado sobre la antigua leyenda del hilo rojo, ese con el que nacemos atado a nuestros corazones, con el que el destino nos une a esa persona, el amor de nuestra vida? Pues Joaquín siempre la creyó desde que la escuchó de los labios de su mamá cuando era un niño. Y siempre creyó que Kevin y él eran genuina representación de esta historia. Llevaban tiempo conociéndose.

Kevin asistía a la misma escuela que Joaquín y por cosas del destino, empezaron a hablar en una fiesta de una amiga que tenían en común, Elaine. Se distanciaron un poco luego de una discusión que tuvieron, pero como dice la historia "no importa que tanto se estiren o se enreden los extremos del hilo, siempre se atraerán y se encontrarán". Joaquín creyó eso, tanto su hilo como el de su actual novio se había estirado demasiado, pero en un punto de sus vidas, se encogió y estaban juntos.

Termina el flashback

Ahí estaba Joaquín, en la entrada de la casa de Kevin. Ahí estaba él, aferrado a Mauricio, no parecía un beso de recién enamorados, lo pudo deducir por la forma en la que cada uno acariciaba el cuerpo del otro, de una forma deseable, lujuriosa; una forma en la que normalmente Kevin y él tenían contactos íntimos, uno que los unía. Entonces Joaquín pudo sentie como su corazón se rompía, sentía todas y cada una de las piezas caer. Las podía observar y sabía que no había forma de recogerlas y juntarlas de nuevo. Kevin había sido su primera vez en todo. Joaquín siempre estuvo en este estado de confusión sobre qué le gustaba, y si, Kevin llegó a aclararlo todo. Fue difícil aceptarlo, pero fue su primera relación con un hombre. Su primera vez entregándose a él, entregando todo lo que podía dar de si mismo, se sentía pleno con eso, lo amaba.

Todo sucedía en cámara lenta. Todo volvió a la realidad cuando vio a Kevin separse del chico y se percató que Joaquín estaba ahí. Sus ojos se abrieron y fue directo hacia el pequeño, el cual solo estaba parado ahí, sin poder moverse, en sus ojos solo había un vacío, parecían no tener alma. Estaba procesando lo de que acababa de presenciar.

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