Emilio
Había besado a Joaquín, fue un impulso que me nació al verlo tan concentrado en decir bien el nombre de vada músculo, además fijándose bien en laa facciones de mi rostro. Podía ver como sus ojos se clavaron es mis labios momentos antes de traerlo hacia mí y besarlo. Sus labios no eran tan delgados, tenían el grosor perfecto y un tono rosa que los hacía lucir interesantes de probar. Al besarlo comprobé que se sentían como un suave retazo de seda sobre mis labios.
Esa noche soñé ese mismo momento unas cuantas veces. La imagen de Joaquín besando mis labios, no podía salir de mi cabeza, si era solo un beso, ¿por qué habría de quitarme así el pensamiento? Decidí que trataría de hablar las cosas con él para llegar a aclarar las cosas y que no hubieran mal entendidos, no quise aprovecharme de la situación y tampoco quería que Joaquín pensara equivocadamente sobre mí.
Me levanté temprano ya que había dormido poco. Me arreglé para ir a la escuela. Al llegar, noté que había llegado más temprano de lo usual, el aula estaba casi vacía, solo dos estudiantes hacían presencia. Me senté y me dediqué a esperar a que el chico de pestañas lindas entrara.
Así fue, pude ver como hizo acto de presencia instantes antes del inicio de clase, pasando por mi lado; saludé y él solo hizo un gesto con su mano. Me preocupó un poco, había pasado por mi lado y solo un gesto con su mano recibí. Pensé que estaría algo emocionado por lo que había pasado la noche anterior como yo lo estaba. Había algo que me generaba interés sobre lo sucedido.
No podía mirarle directamente ya que se encontraba detrás de mí, debía esperar al receso para poder buscar una conversación con él. De vez en cuando podía sentir su mirada en mí, tan pronto giraba un poco mi cabeza, lo veía moverse. ¿Me estaba observando? O ¿quizá solo eran ideas mías?
El receso llegó y salimos junto a Helaine y Andy para ir a la cafetería por algo de comer. Nos sentamos en una de las mesas a hablar sobre cómo iban las clases. También hablábamos sobre los compañeros de clases, de verda que habían personas muy locas en el curso.
Todo iba bien, hasta que Helaine preguntó por las tutorias con las que Joaquín me ayudaba. Ella tenía conocimiento de estas ya que un día comentamos no poder salir los fines de semana hasta después de las 7 por esa razón.
— Oye, Emilio ¿Qué tal las tutorias? Joaco es muy bueno explicando, me ayudó con unas cuantas cosas de física — tan pronto preguntó, mi sonrisa se borró de mi rostro y mi corazón comenzó a ir a más de 100 palpitaciones por minuto. Ahí estaba de nuevo ese sentimiento que no sabría describir.
Joaquín también estaba callado, pero supo manejar mejor la situación.
— Bien. Emilio aprende, a comparación tuya — el comentario que acababa de hacer, hizo que la tensión se cortara, haciendo que Andy soltara una carcajada. Joaquín también estaba riendo, pero Helaine hizp un puchero en forma de estar en desacuerdo. Aunque debía ser sincero, no le iba tan bien como a su amigo.
Empezaron a discutir en broma sobre su rendimiento y a quemarse entre ellos. Solo nos podíamos reír sobre los comentarios que hacían, de verdad eran tanto graciosos como vergonzosos. Nos vimos interrumpidos por el timbre. Ya había acabado el receso y no había hablado con el chico bajo.
Volvimos a clases y lo único que quería era acabarla para poder hablar con Joaquín, en la salida preferí hacerlo. La clase de historia estaba siendo más mortificante de lo normal, pasaba lenta y era la última de la jornada.
Por fin sonó la campana indicando el fin de las clases. Recogí mis cosas ta rápido como pude y me giré para ver a Joaquín. Estaba recogiendo sus cosas. Me acerqué a ayudarle. Agradeció con una sonrisa en su rostro. Al parecer todo estaba bien con él. Tal vez yo era el único que me estaba haciendo ideas de si le incomodaba o no. Sin embargo, preferí hablarlo. Levanté un lapicero que se le había caído y se lo pase.
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Extremos
RomanceJoaquín siempre ha creído en la antigua historia del "Hilo Rojo". Aquel que une a dos personas que desde que nacen, están destinadas a estar juntas. Sin importar que tanto se estire o se enrede, ambos extremos se atraerán, llegando así a ser el amor...