Capítulo 1

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-Deja ya de decir tonterías- le dije por teléfono a Tati. Yo soy Darice:

y en ese momento estaba con Tati (Tatiana), mi mejor amiga

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y en ese momento estaba con Tati (Tatiana), mi mejor amiga. Ella me estaba insistiendo que admitiera que me gustaba Colt, un chico del instituto bastante guapo, y si, me gustaba, pero no quería admitirlo.
-Venga Dari, admite que te gusta...- me suplicó ella llamándome por mi apodo.
-Vale, me gusta, pero solo para que te calles- me rendí. Ella soltó un chillido de la emoción y después se escuchó al otro lado de la línea como alguien le gritaba que se callase. Seguramente fuera alguno de sus hermanos gemelos.
-¿Ves como no cuesta tanto?- me susurró ella.- Oh, lo siento Dari, tengo que colgar. Te amu, muak muak.
Y colgó. Mi mejor amiga era muy pesada con los chicos, pero esa parte también hacía que la amara.
-¡Darice, a cenar!- me gritó mi madre desde la otra sala.
-¡Voy!- le respondí en el mismo tono de voz.

Al día siguiente me desperté a las 7:00 de la mañana, como todos los días. Me di una ducha y me vestí con unos leggins gris y una sudadera blanca (ya que estábamos en otoño) con estrellas azules. Después fui a la cocina, donde mi hermana mayor ya estaba desayunando sus queridísimos cereales. Me senté en la silla y desayuné, después cogí la mochila y las llaves de mi moto y me dirigí a clases. Cuando aparqué en mi sitio correspondiente, Tati vino hacia mi y me abrazó.
-¡Hola!- dijo con su gran optimismo.
-Hola Tati- saludé.
En ese momento el timbre sonó, haciendo que yo resoplara. Fuimos a la clase y así pasé una larga y aburrida mañana.

Acabaron las clases y llevé a Tati a su casa. Después fui a la mía y comí. Hice la tarea y dormí un rato, ya que sentía dolor de cabeza. (Aquí viene la acción)

Desperté y lo primero que ví fue a un hombre de unos 20 años, rubio y con los ojos marrones. Facciones duras, labios carnosos y un cuerpo muy trabajado. A ese hombre no lo había visto en mi vida. Después observé toda la sala y yo, al igual que ese hombre que me miraba fijamente, estaba sentada en un asiento de cuero bastante cómodo, al lado izquierdo tenía una ventana en la que se veía el cielo azul oscuro y muchas nubes. A la derecha tenía una bandeja con varios alimentos. ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué estoy en un avión frente a un hombre que me mira como si esperara algo de mi parte? ¿Me han secuestrado en un avión? El miedo recorrió mis venas.

-Por fin despiertas- dijo ese hombre dedicándome una sonrisa que dejaba ver todos sus dientes relucientes. Cuando oí su voz me aferré a mi asiento pensando que me iba a hacer algo. Y temía que si.
-¿Quién eres?- dije con el ceño fruncido aparentando no estar asustada. No me iba a dejar intimidar por nadie, ya habría tiempo para pedir socorro, ahora tenía que averiguar por qué me habían secuestrado y por qué me querían.
-Soy Gael- dijo con otra sonrisa amable.¿Por qué me sonreía? Me tendió la mano y yo lo miré extrañada. No le iba a dar la mano, ni de coña. Y pensar que moriría en un avión. Bueno, sería un avión privado porque allí no había nadie. Volví a mirarlo a los ojos y después puse mi mejor expresión neutra.
-Si me vas a matar, hazlo ya- dije directa. Él puso cara de confundido y me miró.
-¿De qué hablas?- me preguntó con el ceño fruncido. Buena actuación, pero veo la televisión y sé que es un secuestro- ironizó mi mente.
-Ah, no se, quizás estoy hablando de que me has secuestrado- dije sarcásticamente recalcando las tres últimas palabras y moviendo las manos. Él puso una sonrisa socarrona y soltó una carcajada.
-Cariño,-¿cariño?¿éste que se cree?-te he secuestrado más o menos, pero no te voy a matar.
-No me vuelvas a llamar cariño- le dije amenazante. Él levantó las manos en señal de paz y yo pensé en sus palabras. No me iba a matar... Esto es de locos. Claro que me iba a matar, pero decidí seguirle el juego- Ah, entonces abusaras sexualmente de mi ¿no?
Con esa frase me burlé de él un poco y puse una expresión aburrida. Él negó con la cabeza y después me dijo:
-A ver, dejame explicarte - dijo despacio. Yo arqueé las cejas pero él me ignoró- Si te tocaran un pelo, esa persona no viviría para contarlo.

¿La mate del Alpha es humana? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora