AITANA
Hoy el día amanecía soleado después de dos semana de lluvia. El olor a tierra mojada seguía estando presente por las calles de Barcelona pero al fin veía el sol.
Me duele demasiado la cabeza, apenas recuerdo lo que paso anoche y mucho menos como llegue a mi casa. Me doy la vuelta y le encuentro durmiendo plácidamente a mi lado, el miedo se apodera de mi. Meto la cabeza dentro del edredón y compruebo que ambos estamos con ropa y respiro un poco más tranquila. Ayer iba demasiado borracha y podría haber hecho conmigo lo que él hubiese querido.
Le comienzo a dar besos en su hombro desnudo, se revuelve bajo las sábanas hasta ponerse de lado frente a mí. Con los ojos aún cerrados, me aprieta contra su pecho. Su olor a menta invade mis fosas nasales y acarició la suave piel de su cara, le doy besos por cada hueco que encuentro vacío hasta llegar a sus labios, noto como sonríe cuando le besó y me enternece aún más. Por fin abre los ojos y no me puedo quedar más fascinada al ver el azul de éstos, me recuerdan al mar de Galicia. Su atractivo cuerpo me aprieta contra su pecho hasta quedar tumbada encima de él para seguir con nuestros besos y mimos mañaneros después de un viernes de fiesta. Comienza a bajar sus manos hasta mi cintura y empiezo a temblar. Sé lo que quiere pero no se lo puedo dar, no ahora.
- Deberías irte, va a llegar Marta y no quiero que nos vea y se piense cosas que no son - confieso retirando los ojos de su atenta mirada.
- Tienes razón - dice apartándome para levantarse de mi cama y ponerse su ropa que está tirada en el suelo de mi habitación.
Me molesta que me trate así, como si fuera un juguete. Nunca antes, con Cepeda, me había sentido así, era todo lo contrario a él, respetaba mis tiempos y nunca me puso mala cara. A veces, creo que solo me quiere para lo que le interesa pero otras, sin embargo, me salva del abismo en él que el mismo me deja.
- Ten cuidado y avísame cuando llegues - le pido en el umbral de la puerta y asiente.
Para cuando Marta llega a casa tras unos días con sus padres en su pueblo, la casa está como debería de estar, ordenada y limpia. Esta súper emocionada de haber estado unos días con sus primos y me pone super feliz verla así de ilusionada, aunque mi mirada debe de reflejar otra cosa muy distinta porque me abraza y me deja que llore en su pecho. Realmente no sabe el por qué de mi vuelta a Barcelona, solo piensa que es porque necesitaba volver a estar cerca de los míos. Tampoco sabe porque estoy así, cree que es por cansancio debido a nuestra mudanza, por la universidad y por mi trabajo los fines de semana que me tiene absorta.
A veces, echo de menos mi vida de Madrid, a mis amigos, ya mi familia. Ninguno de mis amigos sabe el motivo de mi huida tan repentina a mi ciudad, solo Ana y la supliqué llorando en mi habitación, a través del teléfono, que por favor no contase nada a ninguno de los chicos y mucho menos a él, no quiero hacerle daño y que viva con la esperanza de que volveré, porque volveré y me gustaría verle feliz, rehaciendo su vida, aunque posiblemente esto no me lo perdone en la vida. La prometí que volvería para visitarles pero que necesitaba volver a estar cerca de mi familia y de mis amigos de toda la vida. Nadie sabía el motivo de mi huida y quizá quedarme en España ha sido un error, me debería de haber ido lejos, muy lejos, a Londres, a comenzar una nueva vida. Lucas me acompañaría a cualquier lugar.
---------------------------------------------------------
Holaaa! Aquí tenéis el primer capítulo de la historia que espero que os guste mucho. El capítulo no es muy largo pero prometo que cada vez serán más largos.
Muchas gracias por leer el prólogo, no me pensé que me fuera a leer tanta gente, y aunque no sea demasiada para mí es increíble porque no me imaginaba que alguien me la fuera a leer.
Os dejo mi Twitter para que me sigáis o si me queréis hablar @adriiialvarezz.
Un beso!!!❤️

ESTÁS LEYENDO
Posdata: Te Quiero
RomansaDos cuerpos separados destinados a unirse y entrelazarse como una sola alma, andan perdidos a la deriva. Una joven llamada Aitana, siente que el tiempo ha terminado y que es hora de remar hacia nuevos rumbos. Cepeda, otro joven, con ganas de comerse...