T/N trabajando como niñera en sus días libres nunca se imaginó encontrar al amor de su vida en el trabajo y mucho menos que sea el chico de su colegio.
• 2 temporadas
𝑶𝒃𝒓𝒂 #2
Mi pequeño aún seguía cansadito, yo también lo estaba pero no podíamos faltar al colegio. Preparé un delicioso desayuno antes de irnos y esperé a que bajara para desayunar.
Escasos minutos después bajó y me acerqué hacia él para abrazarlo como si fuera un delicado muñeco de porcelana.
T/N: ¿Tienes hambre? -hice sus mechones hacia atrás-
Tae: Si, tengo hambre -hizo un puchero-
T/N: -entrelacé nuestras manos guiándolo al comedor- Espero que te guste, bebé
Tae: Si lo preparaste tú, me encantará...
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T/N: No hagas eso que me derrites de ternura -besé su mejilla-
Tae: No noona, no es así -juntó por unos segundos nuestros labios- Es así -sonrió satisfecho-
T/N: -tomé sus mejillas- ¡Me va a dar diabetes por tu culpa! -fingí quejarme-
Tae: -sonrió cerrando sus ojitos tomando mis manos que seguían sujetando sus suaves mejillas- Noona, te amo...
T/N: Yo te amo más mi tierno bebé -dejé un corto beso en sus labios-
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Llegamos al instituto e hicimos nuestros horarios para después entrar a nuestro salón. Decidimos sentarnos en nuestros asientos. Éramos los únicos en el salón así que decidí iniciar una conversación.
T/N: ¿Aún te sientes cansadito? -acaricié su mejilla-
Tae: Sólo un poco... -cerró sus ojitos disfrutando de mi tacto en su suave y delicado rostro-
T/N: ¿Como haces para que tu piel sea tan suave como la de un bebé? -sonreí-
