"Fue difícil. Fue duro. Luchábamos para conseguir algo que ya era nuestro, pero que nos lo arrebataron vilmente: nuestra libertad. Pensándolo bien, Emma, nuestro camino nunca fue fácil. Siempre estuvo plagado de peligro y de demonios, pero siempre te tuvimos a ti a nuestro lado. Caminando delante de nosotros, guiándonos y protegiéndonos. Fuiste, eres y serás siempre una luz, la luz que guiaba nuestros pasos. Eras la luz que necesitábamos.
Nos salvaste a todos tantas veces y de tantas formas... Yo solo pude estar a tu lado, apoyándote y aconsejándote. Era lo mínimo que podía hacer por ti. Yo..."
Dejó de escribir aquello. No sabía cómo expresar tanto en unas pocas hojas de papel, no sabía cómo plasmar todo lo que sentía. Paseó su mirada por la biblioteca buscando alguna inspiración.
Tras un rato pensando y al notar que no podría seguir con su escritura, se rindió y abrió uno de los libros que tenía esparcidos sobre la mesa. Al menos no perdería el tiempo y seguiría investigando sobre ese tema.
-Ray...- Casi se le cae el libro de las manos al escuchar la voz de su hermana, Gilda, a tan solo unos pasos de distancia. - Te he estado llamando desde hace un rato.
Tras el susto inicial, se calmó y recuperó un poco su ritmo cardiaco habitual.
-Lo siento, Gilda. Estaba leyendo...- Iba a continuar su frase, pero se detuvo.
-Deberías descansar un poco. Toma. - Le pasó un trozo de papel. - Es lo que me pediste, no sabía que más escribir.
-Gracias. Lo pondré junto a los demás.
Y con eso, la joven se retiró, dejando de nuevo a Ray solo con sus pensamientos. Antes de dejar la hoja de papel recién recibida junto al resto, le echó un rápido vistazo.
"Emma, siempre fuiste buena y amable. Te sacrificabas por nosotros sin dudar, sin pedir nada a cambio. Únicamente deseabas que fuésemos felices. Te vi muchas veces herida y aun así tu sonrisa nunca desapareció. Daba igual las veces que te regañase, tú siempre seguías poniéndote en peligro y llevando al pobre Ray contigo en tus alocados planes, como cuando fuisteis a los 7 muros. Gracias por darnos fuerza y por estar a nuestro lado..."
Sonrió. Vio como en la hoja seguía describiendo y narrando más pasajes. Agarró otros de los papeles y los comenzó a leer
"Querida Emma, sé que no estuve todo este tiempo junto a ti, pero sé que nunca dejaste de esforzarte por todos nosotros, los que pudisteis huir y los que nos quedamos en Grace Field. No dudé en ningún momento que volverías por todos nosotros, era una promesa y tú siempre cumples lo que prometes. Quiero... Quiero agradecerte todo lo que has hecho por nosotros, pero... Yo...
Me duele, Emma. Es triste, pero aun así... Ray me ha dicho que no escriba sobre eso y que me centre solo en lo que vivimos juntos, en los momentos felices. Me enseñaste que, aunque las cosas se pongan mal, debo seguir adelante, cueste lo que cueste. Cuidé de Sherry, Eugene, Carol... Y de todos mis hermanos en la nueva granja, al igual que tú, Ray y Norman lo hicieron con nosotros. Me asusté cuando vi a Andrew, pero yo nunca dejé de creer en ti. Sabía que volverías. Quiero que sepas que da igual lo que pase, siempre seremos hermanos."
-Joder...- No pudo evitar percatarse de las manchas de las lágrimas que adornaban la carta de Phil.
Su mirada se enfocó en el techo de la habitación como si fuese lo más interesante del mundo. Sentía sus ojos arder y un molesto nudo en su garganta. Se tapó los ojos con sus manos, intentando que esos tristes pensamientos y esa agobiante sensación le abandonase.
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Aquel libro llamado "The promised neverland" - RayEmma-
RomancePor fin, después de tanto dolor y sufrimiento, los niños ganado están a solo un paso de ir al mundo humano. Tras la revolución de Norman, solo queda realizar los últimos preparativos. Sin embargo, como es habitual, Emma y Ray deberán enfrentarse al...