7.-Un peligro de paseo

343 17 42
                                    

Al retroceder, cayó al suelo por accidente, aterrizando sobre la nieve de un golpe.

Violette: ¡Aaay! ¡A ver si tenemos más cuidado cabr- —comenzó a decir, pero en cuanto abrió los ojos y su vista se volvió hacia arriba su frase fue interrumpida por su asombro—. O-oh, vaya...

Una orca tremendamente alta, con un cigarro humeante en la mano, estaba delante de ella con una sonrisa inquietante y los ojos clavados en ella.

El chico rió serenamente con una voz profunda y seductora.

???: Bueno, bueno —canturreó tras darle una calada al cigarrillo—, hacía tiempo que no veía carne nueva por aquí~

Violette: ¡Holi! —exclamó alegremente luego de levantarse de un salto.

???: Ah, y como veo eres un demonio —dijo formando una media sonrisa.

Violette: ¡Sí, un demonio de los buenos! —aclaró con simpatía— Ah, por cierto, ¿quién eres?

???: Ah, es cierto. Pero vaya, ¡qué maleducado por mi parte! —exclamó encogiéndose de hombros— Mi nombre es Idate, y soy una orca de paseo. Aunque, bueno, vivo aquí...

Violette: ¡Ah, qué bueno! Yo soy Violette, y no vivo aquí, jsjs.

Idate: Violette... —repitió, dando un suspiro— Es un bonito nombre.

En ese momento, Idate se acercó lentamente y cada vez más a la chica, hasta arrinconarla contra un bloque de hielo.

Sorprendentemente, ante esta acción, Violette conservaba la expresión risueña en su rostro.

Violette: Oye, oye, ¿qué haces? —dijo un poco nerviosa, sin dejar de sonreír.

Idate: Oh, disculpa —pronunció arqueando los ojos y colocando su brazo en el bloque de hielo, de manera en que la chica quedara atrapada—, pero, verás, resulta que hoy tengo mucha hambre.

Violette: ¿Quieres un chocomil? —ofreció.

Idate: ¿Qué?

Violette: Que si quieres un chocomil.

Idate: .............

Idate se quedó en silencio por un momento, confundido.

¿De qué diablos iba esa chica? Era estrada, de verdad. Pero eso no le impediría conseguir un bocado.

Además, era linda. Podría divertirse un poco con ella.

Entonces, la orca sonrió y acercó su boca al oído de Violette.

Idate: Un amigo me dijo que la carne de demonio es realmente deliciosa —susurró con delicadeza—. ¿Es eso verdad?

Violette: ¿E-eh? —musitó, confusa.

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo cuando Idate pronunció a su oído.

Entonces, en un instante, la orca tumbó a Violette en el suelo y la agarró de las muñecas para que no pudiera escapar.

Sonrió de manera siniestra y soltó unas carcajadas.

Idate: Tengo una norma personal —comenzó, clavando su vista en los ojos morados de ella—, y es que cuando alguien viene a la isla, le doy la bienvenida.

Violette: A-ah, vaya...

Entonces, sin forcejeo alguno por parte de Violette, Idate se dispuso a acercar sus colmillos a su cuello, con intenciones de darle un mordisco y tragar su carne.

❣La hija de Satanick❣ Funamusea y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora