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-¡Miradlo! Ahí está-diste un pequeño gritito de nerviosismo-. ¿Debería ir a hablar con él?
-¡Claro, venga, anímate!-exclamó tu mejor amiga, Joy-. Puedes hacerlo.
-Pero tienes al resto de chicos al lado-continuó tu otra mejor amiga, Yeri.
Era cierto. La pandilla de Dongmin estaba formada por cinco chicos además de él: Minghyuck, el bailarín; Sanha, el chico que tocaba la guitarra; Jinwoo, el chico que siempre llevaba cascos puestos; MyungJun, el gracioso; y Bin, el chico de la sonrisa brillante y ojos de gato. Por ese mismo motivo, era casi imposible intentar mantener una conversación en privado con calquiera de ellos. Para tu suerte, tenías otras tres amigas además de Joy y Yeri: Wendy, Seulgi e Irene.
-¡Venga, ve!-te dio Wen un empujoncito.
-H-hola, Dongmin-lo miraste. Él elevó la vista y esbozó una pequeña sonrisa. Sus amigos, a su lado, hicieron lo mismo. Te incomodaba que no dejasen de mirarte cuando lo único que querías era hablar con él-. Y-yo... y-yo...
Seulgi te metió un empujón y caíste en los brazos de Dongmin, mientras que ella agarraba a MingHyuck, Yeri a Sanha, Irene a Jinwoo, Wendy a MyungJun y Joy a Bin y sacaban a todos los confundidos chicos de allí.
-¡L-lo siento!-te disculpaste. Parecía que os estabais abrazando-. Yo sólo quería decirte si... Bueno, si querías salir...
-¿Contigo?-volvió a sonreír-. Me encantaría.
Le devolviste la sonrisa. Sí que había sido fácil después de todo.
