One-Shots. © ~Gochi~

~Amarillo I~

ADVERTENCIA: Contenido adulto.

"Promesas rotas"

--Por favor!! Ya debuelvanmela!! --suplicó

--Ten, tomala...--el chico rió y lanzó la mochila de la niña hacia uno de sus colegas-- ...si puedes!!

--Por favor!! Yo no les he hecho nada!! --sollozo la niña pelinegra,  de aproximadamente diez años.

No era justo que la trataran de aquella manera, porque ellos no eran los únicos que la molestaban por ser becada, no era justo que le hicieran aquellas cosas solo por no pertenecer a una familia adinerada.

--Tranquila linda, ya te dijimos que la podías tomar cuando quisieras --el castaño arrojó el objeto hacia su otro compañero.

Los tres jóvenes de doce a trece años, rodeaban a la pelinegra, lanzando su mochila de uno a otro mientras reían, sin que ella tuviera posibilidad de atraparla.

--OIGAN BRABUCONES!!! DEJENLA EN PAZ!!

El niño rubio, que había escuchado el bullicio en uno de los pasillos de aquella prestigiosa escuela, se atrevió a enfrentarse a ellos y defender a aquella bella niña, como él la había descrito la primera vez que la vio. No permitiría que ellos se salieran con la suya y la lastimaran. Ella no merecía todo aquello.

--¿Y tú qué?

--No te metas Son, esto es entre la mocosa y nosotros.

--Será mejor que no intervengas a menos que quieras salir lastimado.

Amenazaron los tres jóvenes.

El niño, haciendo caso omiso a las amenazas, se atrevió a acercarse a ellos.

--Solo son una bola de imbéciles cobardes, que no tienen los cojones de enfrentarse con alguien de su tamaño, si no que vienen a molestar a una niña. --dijo el pelirubio con firmeza sin quitar la mirada de los jóvenes.

--¿Qué has dicho enano?

--Date por muerto Son.

Los tres pre-adolescentes se abalanzaron hacia él, el más alto de los tres lo tomo del cuello de la camisa y lo estampó contra la pared, el castaño lo observo a los ojos con una mirada amenazante y una sonrisa arrogante en sus labios.

--¿Quién te has creido, pedazo de mierda?

--Dejenlo tranquilo, no le hagan daño. --habló la pelinegra sollozando, ahora, por el miedo de que lleguen a hacerle daño al niño por querer defenderla.

--Tú cierra la boca pobretona!! Y presta atención a lo que le aremos a tu noviecito por meter sus narices donde no debe.

La pelinegra cubrio su boca para controlar el llanto que se aproximó al ver como los jóvenes empezaban a golpear al Rubio, quien intentaba defenderse en vano.

--Ya dejenlo!! Por favor!! --la pequeña trato de detenerlos al ver que el pelirubio empezaba a escupir sangre, ganándose un empujón que la hizo golpearse con el suelo.

Después de que los jóvenes terminaran su cometido, tomaron la mochila de la niña y esparcieron todo su contenido en el suelo. Los tres se retiraron entre risas, dejando atrás a un niño mal herido y una niña que había roto en llanto al ver el líquido rojizo fluir de los labios y nariz de el pequeño, además de los moretones en su piel.

--No debiste decir nada, mira como te han dejado --dijo la pelinegra entre lágrimas al llegar junto al chico.

--Lo único que importa es que tú te encuentras bien. --le sonrió débilmente, la niña le devolvió la sonrisa y lo beso en la mejilla..