9.
"Bed Stuy, Conjuntos Residenciales"
Francis.
Querida, Monserrat.
Las cosas en el Bed Stuy son normales ahora. Después del tiempo en California, el señor Santana decidió reparar el daño en la casa que ocupaba antes, ahora la Sra. Nash y yo viviremos ahí, obviamente traté de pintar mi habitación en el tono rosa que tanto me gusta a pesar de las peleas que eso provoque con el Diablo, pero finalmente, él mismo me llevó a la ferretería para que pueda escoger el color de pintura perfecto. La habitación de la Sra. Nash es bonita, no tan sofisticada como la mía pero es bonita, con cortinas de seda, almohadas impecables y un escondite detrás de la puerta del baño para su escopeta. No paro de sonreír en cuanto la dulce viejecita me pide que la lleve al bosque a practicar unos cuantos tiros.
"¡Hey, rubio loco!"
Siempre se dirige a mí de esa forma.
¿Recuerdas la jaula de cristal de aquella vez? ¿En la que estuviste encerrada, sobre el árbol en el patio? Pues ahora es una hermosa casa de madera donde obligo a Tyson a jugar al té cada vez que nos visita. El nuevo padre de la capilla a la que voy a rezar de vez en cuando junto a la Sra. Nash nos comentó que Tyson ha podido ser acogido por una familia que lo ama muchísimo y soy muy feliz por él, ya que es casi nuestro vecino, sus padres adoptivos permiten que venga a nuestra casa de vez en cuando, claro que eso pasa cuando el Diablo no está.
¿Sabes?
Hubiese querido que tuvieras una niña, así yo podría jugar al té con ella y no obligar a los demás, pero talvez, algún día pueda jugar con tu bebé...
Han pasado ya dos meses desde que nos fuimos de California. No puedo olvidar cómo lo sostuve entre mis brazos aunque sea por unos segundos. Han pasado los días, las noches desde que lloro arrepentido por haberte dejado, desde que firmé ese maldito contrato que le permite a él hacer conmigo lo que quiera al igual que con todos quienes se cruzan en su camino. Lo admito, no soy más que su marioneta desde que decidí darle mi alma a cambio de que sigas viva para que puedas ver aunque sea una vez a tu pequeño, y no me arrepiento.
Por otro lado, el burdel ahora tiene tres sucursales, si se les puede llamar así, la Policía Nacional declaró al Bed Stuy cómo la cuna de la droga en Latinoamérica, por lo que, el Diablo tiene más dinero y poder que nunca.
Sebastián y Dominic se encuentran coordinando negocios desde California y por supuesto, se aseguran de que Onell gane el torneo, ya es uno de los finalistas.
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EL DIABLO III
RomanceHe estado goteando de la nariz, mi sangre es la única que puede apagar el cielo en llamas.