La Leyenda de Zelda: El Emblema de Fuego

Amanecer del destino - La caída de Hyrule

"Hace miles de años, en la tierra que hoy se conoce como Hyrule se desató un largo y sangriento conflicto. Hordas de seres de la oscuridad invadieron la tierra en busca de la sagrada reliquia conocida como la Trifuerza, que según las leyendas contenía un poder divino capaz de conceder cualquier deseo a aquel que lograse tenerla en sus manos, fuese para bien o para mal.

Siete poderosos sabios liderados por la entonces gobernante de Hyrule, portadora del linaje de la Diosa Hylia, se ocuparon de sellar en las profundidades del Reino Sagrado la poderosa reliquia, para asegurarse de que esta nunca cayera en las manos equivocadas. Al mismo tiempo, miles de valerosos caballeros lucharon contra las hordas de la oscuridad para protegerlos, muchos de los cuales sacrificaron sus vidas para lograrlo, pero finalmente, las fuerzas de la luz prevalecieron, y el poder sagrado permaneció lejos del alcance de la oscuridad.

Con su tarea completada, varios de los sabios y de los caballeros sobrevivientes se marcharon de Hyrule a explorar nuevas tierras por todo el continente, y alrededor de sus hazañas comenzaron a fundarse nuevas y prósperas naciones.

El caballero Hartmut, tras derrotar a un dragón demoníaco que amenazaba a la gente, fundó el reino de Bern, que crecería para convertirse en la mayor potencia militar del continente.

La sacerdotisa Elimine, cuyas enseñanzas espirituales se extendieron por todo el oeste del continente, ayudaría a fundar el reino de Etruria, volviéndose el más rico en cultura y artesanía. Se dice que al final de su vida ascendió directamente a los cielos, siendo bendecida por los dioses por su puro corazón.

Se rumora que el sabio Athos se retiró hacia los páramos de Missur, y se desconoce su paradero luego de desaparecer en el desierto de Nabata, donde residen clanes de bandidos que asolan la tierra en busca de tesoros perdidos bajo las arenas.

Roland, apodado "el pequeño caballero", empuñando como estandarte una espada que era más grande que él mismo, fundaría la nación de Lycia, una federación de territorios que hoy son gobernados por varios marqueses por cuyas venas corre su sangre, unidos por un juramento de lealtad como hermanos.

La jinete Hanon cabalgó hacia las llanuras del este, y su legado permanece vivo en los clanes de arqueros y espadachines nómadas que hoy habitan las tierras de Sacae.

El caballero Barigan llegó a las tierras heladas de Ilia al norte del continente, donde se convirtió en el primer humano en domar a un caballo alado, y precursor de los jinetes de pegaso que ahora han hecho famosa a su tierra.

La última gloria del bersérker Durban fue crear clanes de guerreros en las islas al oeste del continente, donde sus hazañas ahora son relatos de leyendas de fuerza y valentía.

Junto con Hyrule, estas son las naciones más importantes de todo el continente de Elibe, y por más de un milenio han coexistido en paz y armonía, pese a los ocasionales desacuerdos y conflictos internos que pudieran amenazar con su estabilidad.

Es el año 30XX del calendario estándar, y la paz del continente se ve violentamente perturbada por un súbito ataque. Bajo las órdenes del rey Desmond de Bern, sus tropas invaden las fronteras de Hyrule, y comienzan a dejar caos y destrucción a su paso, conquistando un territorio tras otro.

En cuestión de semanas, los Caballeros Wyvern de Bern se aproximan al castillo de Hyrule, una vez que han tomado el control de la capital. La única oposición notable que encuentran es la de la Orden de los Caballeros de la Trifuerza, protectores de la familia real, pero estando dispersos por el territorio e inferiores en número, ni ellos son capaces de oponer una resistencia efectiva contra el poderío militar de Bern. La caída de Hyrule parece inminente..."