Ya le extrañaba, los días sin él eran tan largos, solo esperaba los días para verle, mi vida se sentía vacía, es como si de repente cobra sentido, después de tanto tiempo, que fue muerto, donde las flores se marchitaban y morían conmigo.
Estaba sintiendo las cosas a otro nivel y yo no lo quería así, pues por las circunstancias no podíamos ser, pero, sentía que estaba enferma por él, tampoco le insistía, nunca se daría cuenta de mi enfermedad por su ser, y la cura solo la tenía él…
Para entenderlo, tendría que tener un manual, pero ya empezaba a saber cómo actuaba ante cada situación, era casi imposible tener horas con él sin que hubiera un mini pleito.
Aun así no éramos las típicas personas que se demuestran lo que sienten, con versos de poetas, con romanticismo o apodos cursis.
Es extraño que a pesar de tanto sentimiento junto, nunca sentí celos, lo sentía tan mío que nunca temía de que se lo robaran, primero lo haría yo y sería la prófuga más buscada en el incierto, sabía que no le daría la oportunidad de verle con transparencia su espíritu a nadie, nada de lo que yo estaba viendo y sintiendo, lo haría alguien más…
Siendo sincera nadie en el mundo cargaría con tanto, y muchas veces me contradecía.
Debo confesar que me asemejaba a él, y eso me hacía feliz…
Me expresó “Porque contigo puedo navegar en un océano de pensamientos compartidos sin tener miedo a quedarme corto al tratar de buscar profundidad”. En su mundo, nadie descifraba nada como ya he dicho, pero yo sí, y eso ¡Fue asombroso!
Mi alma sintió alegría, es como cuando dos mundos se encuentran, y aunque no sean iguales, crean una conexión irreversible.
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¡MI LIMERENCIA!
RandomSi idealizas las características de la otra persona, tienes pensamientos incontrolables, ya no mandas en ti, sientes mucha timidez y confusión, sientes miedo al rechazo, aumenta tu euforia por el interés hacia otra persona, fantaseas demasiado para...