¡MI LIMERENCIA!

Características

La emoción, esta característica no faltaba, crecía con la comunicación abierta que entablamos y el conocimiento mutuo muy poco dicho, pero percibido a través de nuestros ojos. Era interpersonalmente positivo para ambos, pero me causaba incertidumbre.
Había desarrollado una habilidad para captar lo admirable que era, evitaba pensar lo malo, lo hacía ver bueno.
Me desconcertaba saber cuánto tiempo estaría así, si unos meses más, o años…
Tuvimos un encuentro, después de meses sin verle, sentí cómo mi alma se llenaba, me sentía segura, pero empecé a sudar, no podía hablar, me sentía en el aire, mi corazón latía más rápido de normal, mi respiración se cortaba, estaba confundida.
Lo miré fijamente a los ojos, sentí que allí era donde debía estar siempre,
Él tenía deseos sobre mí, y yo sobre él, es decir, quería aclarar las preguntas que me hice por días, su cuerpo fue mi elixir y me consumí en el cielo, ahí estábamos en esa nube, el lugar donde nos íbamos cuando nos sentíamos exhaustos, nuestras almas descansaron, él me expresó lo que sentía por mí, pero no quería extenderse.
Entonces le pregunté qué quería conmigo y su respuesta no me bastó, fue tan claro.
Pero aunque lo que sentíamos no fuera recíproco, sentía que era mejor, porque mi obsesión crecería.
Idealizaba sus características, a diario tenia pensamientos incontrolables sobre él, en este encuentro me puse tímida, pero él a través de mis ojos sabía lo que estaba pasando, tenía miedo a su rechazo y al mismo tiempo eso no cambiaría lo que sentía, aumentaba la euforia por mi interés hacia él, todo me lo recordaba, en mi mente había una película de cada encuentro con él, organizaba mi calendario sólo para sacar tiempo para él, pues lo había convertido en prioridad sin darme cuenta, y confirmé mi debilidad cuando él estaba tan cerca.