Síntomas De Limerencia

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No lo hacía prioridad en mi vida, pero mi mente lo hacía por sí sola, me fui de viaje un par de veces y al llegar a casa mi corazón sentía un vacío, cosa que no me explicaba, y mi mente confirmaba que era él. 

Cómo podía ser que mi corazón y mi mente estén en sintonía sin pedirme permiso para el bien de mi alma en agonía…

Estaba involuntariamente perdida y no podía hacer nada.

En esos momentos no sabía qué sentía, no sé si era amor, atracción o admiración, o bien, las tres anteriores juntas, solo pasaba su sonrisa por mi mente, el imaginármelo una vez más cerca de mí me emocionaba, necesitaba ser obsesivamente correspondida de la misma forma, no sé qué ocurría en su vida, si me pensaba tanto como yo a él, si me tenía tan presente en su vida cotidiana, me hacía miles de preguntas y a ninguna les hallaba respuesta, sólo él las tenía y no era capaz de interrogarle.

Estaba en un estado mental bastante crítico, si las personas supieran todo lo que pasaba por mi cabeza, se volverían locos sin duda alguna.

Hay ciertos temas de la vida que me desconciertan, se los plantee a él y me entendió a la perfección, de hecho él sentía lo mismo respecto mis argumentos extraños.

“Cuando no sabes que es lo que pasa, es cuando exactamente está sucediendo todo” 

Esa frase, bien pensada aquella tarde, me hizo entrar en una odisea.

Y es que, quien realmente haya vivido el amor, ha de saber que no es como lo pintan en los cuentos de hadas o en las películas, se necesita de un corazón y una mente bastante fuerte, que sea capaz de soportar tanto, y capaz de amar a otra persona muy diferente a ti, pero al mismo tiempo ponerte de prioridad y amarte correctamente.

Alguien se daba cuenta de lo que me estaba sucediendo y me preguntaron qué había visto en él, me limité a sonreír.

Un pirata jamás muestra el valor de un tesoro hallado, y yo, siendo la pirata con el tesoro oculto más valioso del mundo, no iba a dejar que lo descubrieran.

Estaba consciente a lo que me enfrentaba a diario, el insomnio se apoderó de mí, mi cuerpo estaba, pero mi mente y corazón estaban con él, es decir; estaba ida, por mi cabeza no pasaba más nada que no fuera él, siempre, literalmente, estaba fuera de órbita, y de este planeta me había ido en cuerpo astral hacia su mundo, no tenía duda de ello.

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