Él tenía mis síntomas ahora, fue desconcertante, sudaba mucho, sus pupilas estaban tan dilatadas, tartamudeaba, su rostro se había enrojecido. Cómo era posible que alguien con tanto caos en su vida, ya haya visto todo lo bueno de mí, y me quería en su vida.
No había dejado de quererle, pero no me sentía como antes, extrañaba aquellos sentimientos exagerados que se habían hecho parte de mí. Le analizaba con claridad, pero jamás dejaría de ver lo que vi desde el primer día.
Solo me sentía libre, y enseguida pensé que esto debían saberlo muchas personas, mi experiencia respecto esto.
Ahora como ya tenía entendimiento, le pediría sabiduría al destino para tomar el mando de la limerencia de él, pues ya había pasado por ello.Y ahí, la limerencia se fue de mi vida, y entró en la de mi tormenta y sus rayos- Expresé ingenuamente.
En el fondo sabía que aún estaba presente en mi vida, todo estaba en la mente, y como de ella se había adueñado rayo, pues solo quedaba su contagio. No es ficción o historias de mi cabeza. Rayo es real.
Y así es ¡Mi Limerencia! Sí, es, porque aun la padezco.
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¡MI LIMERENCIA!
De TodoSi idealizas las características de la otra persona, tienes pensamientos incontrolables, ya no mandas en ti, sientes mucha timidez y confusión, sientes miedo al rechazo, aumenta tu euforia por el interés hacia otra persona, fantaseas demasiado para...