🌸Cuatro🌸

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Seth debía de cuidarse del pequeño que ya comenzaba a caminar mejor y a escabullirse, pues el niñito no hacia más que buscarlo cuando se cansaba de jugar con Anubis. Le parecía demasiado extraño y molesto que Horus buscaba su presencia cada que podía, a veces Anubis y otros niños lograban entretenerlo largo rato, hasta que el bebé de dos años recordaba que estaba en casa de Seth y se levantaba para ir a buscarlo. Y aquello hartaba al dios.

Su esposa le habia dicho que era un exagerado y que el bebito solo lo quería mucho porque era su tío y, tal vez, ella tuviera razón en eso. Debía de tranquilizarse y ser menos paranoico...

Antes de sumergirse más en su mente, un jalón en su ropa casi lo deja sin ella. Se giró con evidente molestia, dispuesto a maldecir a quien quiera que se hubiera atrevido a molestarlo, encontrándose con los ojos del pequeño mocoso.

Horus lo miró fijo, parpadeando y con una sonrisa tierna, lo que irritó aún más al dios. Antes de exigirle que se aleje, el niño extendió sus bracitos hacia él, balbuceando con fuerza la palabra  ''¡Seth!''

Cuando Isis y Neftis los encontraron, vieron a Seth en su sillón, con el pequeño Horus sentado en sus piernas y jugando con su cabello, mientras el dios, con una expresión seria y las mejillas rojas, le suplicaba al bebé que volviera a decir su nombre.

En la mira de un pequeño Halcón [ENNEAD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora