Cartas Marcadas

Parte 3

Mirando mis estadísticas, relativas a alguien lvl 1 eran casi el doble.

Comparé mis estadísticas con las de mi hermano y le gano apenas, mientras que a los niños que me intimidaron... podría haber trapeado el piso con ellos.

También tengo el sistema de adquisición de habilidades fácil, por lo que tengo algunas habilidades, como [Artes marciales lvl 1], [Actuación lvl 3], [Engaño lvl 2], [Percepción lvl 1], [Detectar presencias lvl 1] y [Absorción de mana lvl 1].

También tengo otras como matemáticas, algunas resistencias menores y refuerzos de los sentidos y partes del cuerpo. También tengo algunas habilidades relativas a la magia como control, formación y así. Son muchas, por lo que simplemente las ignoro.

Durante el día en que estaba encerrado en mi cuarto no me quedé quieto y mejoré algunas de mis habilidades pasivas como ocultamiento de presencia, velocidad de movimiento, artes marciales, y algunas mejoras a los sentidos con magia.

Esto no solo elevó mi poder mágico, sino que el físico también estaba por las nubes para alguien lvl 1.

También busqué alguna forma de ocultar mi estado, por lo que las demás personas verían sería algo así como los stats de alguien lvl 1 pero al mínimo, un estado condicionante que no me permite utilizar bien las piernas y ninguna habilidad.

Me di cuenta que solo yo tengo el sistema fácil, ya que mi hermano a sus 5 años tiene solo una habilidad que es maestría de espada. Supongo que el entrena con mi padre por lo que adquirió la habilidad con entrenamiento duro, no como yo que con unos cuantos swings de mi bastón ya me generaron una habilidad.

Es increíble lo injusto que es este sistema con las demás personas, pero ¿Y a mí qué? Hubieran muerto ellos.

Continué elevando mis habilidades por un día entero hasta hacer que todas estén en lvl 5. Esto es casi imposible para la mayoría de las personas en menos de 7 años y yo lo he conseguido en todas con solo un día de entrenamiento "duro".

Es un progreso extremo y, de nuevo, muy injusto.

Salí de la habitación y mi madre me abrazó casi al instante. Ella está genuinamente preocupada por mí y yo le estoy haciendo pasar por un infierno.

"Perdón, mamá" Le dije mientras solté el bastón y la abracé fuerte.

Ella se sorprendió y me miró sorprendida.

"No te preocupes querida. No te preocupes" Me decía mientras acariciaba mi pelo.

Mi padre estaba viendo la escena y casi se pone a llorar. Cuando terminé de abrazar a mi madre, junté mi bastón y abracé a mi padre, pidiéndole disculpas a él también.

Pasaron unos 5 años hasta que "pude caminar sin el bastón", pero lo continué usando porque me parecía cool. También compré con un poco de dinero que le pedí a mi madre un vidrio que, utilizando un armazón de metal y magia lo convertí en unos lentes. Aunque era solamente un vidrio, por lo que realmente ni me ayudaba ni me forzaba la vista.

Supongo que una chica de lentes siempre es más linda.

Mi hermano de ahora 10 años, aunque aparenta un adolescente de 15 o más tuvo un destacado paso por las batallas de la tribu, que se hacen para medir el poder de los respectivos miembros.

Estas batallas se hacen 3 veces desde que se nace, una a los 5, otra a los 10 y otra a los 15. Los 15 años representan la madurez de un draconido, por lo que esta es la última vez que se miden en batallas controladas.

Mi hermano ya participó ayer en las batallas de los que tienen 10 años. hoy me toca a mí en las batallas de los que cumplen 5.

Con una estatura de una niña de 10 años, mi bastón y mis lentes, me dirigí a la arena con los demás niños de mi edad. Fuimos ordenados por el tiempo de eclosión, por lo que el primero en aparecer sería el que nació primero y, naturalmente, yo la última.

A la edad de 4 años, las primeras escamas y otros aspectos de tu ancestro dracónido se comienzan a manifestar. A mí me salieron 2 pequeños cuernos de carnero a los costados y estaban tratando de envolverse alrededor de mis oídos. Aún no tengo una cola, por lo que me pregunto si tendré alguna. También mis escamas en los brazos, piernas y costillas ya comenzaron a aparecer, pero son pocas, pequeñas y con un color plata opaco.

Fuimos entrando uno a uno en la arena, que medía bastante por bastante y no tenía techo. En el centro había un cuadrado pintado donde se iban colocando los que ya fueron presentados y al fin fue mi turno de entrar.

"Y, por último -Dijo el presentador-, Andrea"

Solo un par de aplausos se escucharon, que fueron mis padres.

El resto de la tribu estaba en silencio.

Puse mi mejor sonrisa y caminé erguida, con mi bastón en mano y llegué hasta el área de saludos, donde me incliné ligeramente ante el público, luego saludé al presentador y los ancianos, que estaban unos al lado de los otros y por último a los demás competidores. Después me coloqué en la esquina libre dentro del cuadrado.

"Muy bien. Comenzaremos con las peleas 1v1, todos contra todos. Una victoria es 1 punto, un empate no da puntos y una derrota no da puntos"

Los emparejamientos eran bastante desiguales al comienzo ya que los más fuertes se enfrentaban a los más débiles.

Yo soy una niña enferma que, aunque puede caminar, mi estado aún muestra las desventajas de no poder utilizar bien las piernas.

Debo mantener esa fachada por un tiempo, por lo menos hasta que pueda ser más fuerte que el mejor del mundo. Ir escalando posiciones, llamando la atención antes de estar listo para enfrentarte a alguien es un desperdicio de energía y tiempo. Cuanto más fuerte te vuelves, y más visible, más enemigos fuertes atraes. Si te mantienes débil por fuera, pero fuerte por dentro, entonces cuando reviente la burbuja, no podrán mantener el paso.

Mi primer combate fue contra el primero en nacer. Esta batalla está decidida antes de siquiera comenzar. Los únicos mirando esta batalla son mis padres, y los padres de mi oponente.

Nos encontramos en el centro de la arena y nos saludamos, luego al juez y por último al público.

Yo me quedé parada con cara de "¿Que está pasando?" mientras que mi oponente separaba las piernas, tomaba su espada de madera y se ponía en posición de ataque. Esta técnica, al ser solo de nivel 2 de maestría de espadas tiene muchas fallas y está con algunos agujeros, pero la gente empezó a aplaudir por su increíble proeza. Parece que, entre los draconidos, el nacer antes es un símbolo de talento innato.

MI madre se acercó a mi padre y le dijo algo al oído, después mi padre se arrodillo delante de ella y le pedía disculpas.

Perdón Papá. Se que no me has enseñado a usar la espada porque crees que soy una bella flor hecha de cristal, pero no deberías desobedecer a tu esposa.

Tomé mi bastón con las dos manos y el juez, con un poco de dudas, comenzó el encuentro.