Cartas Marcadas

Parte 5

PoV Ulio (Joven arquero)

El llamado de la naturaleza estaba en mí. No recuerdo que paso antes o después, pero según mis padres, a la hora de eclosionar, fui unos 15 minutos adelantado de lo que había predicho la piedra del alma.

Eso me daba un poder relativo bastante superior al de los demás.

No era el mejor de mi generación, pero por lo menos no estaba muerto.

Con el tiempo, caminar, hablar y practicar eran todo lo que podía hacer en el día.

Mi arma principal siempre ha sido el arco, pero mi padre me dijo que no se pueden usar arcos u hondas en las batallas del pueblo ya que podría lastimar a alguien. Por lo tanto, utilizo una daga como arma secundaria.

Con los años practiqué y obtuve las habilidades de maestría de arco y daga.

Con el pasar de los días llegó la hora de las competencias. Las batallas para ver quién sería el mejor.

Por supuesto que apunto a ser el mejor, pero no tengo muchas esperanzas. Mis padres me dijeron que había un chico que salió de su cascarón con 1 hora de adelanto. También me dijeron que una chica había salido de su cascarón con 4 horas de retraso.

Los jueces nos formaron según nuestro nacimiento y efectivamente una chica de un vestido blanco de una sola pieza, con pocas escamas en los brazos y piernas de color plateado opaco y unos cuernos de carnero en el costado de su cabeza. También tiene un bastón y parece estar apoyándose en él. Tiene unos vidrios en los ojos, al parecer, sus ojos los necesitan para ver correctamente. Su pelo negro enrulado que crecía hasta su espalda le hacía ver muy bonita, pero me pregunto por qué se presentó, si es verdad que tiene 4 horas de retraso, no tendrá opción de luchar incluso con los de "gama baja".

Esa chica me intrigó por lo que decidí ponerle un ojo encima. Quien sabe, tal vez de un espectáculo digno.

Todos los combates se detuvieron para ver al mejor luchar contra el peor.

El hijo prodigio de la aldea tenía una postura impecable para su edad. La chica solo sostenía su bastón y no parecía tener una postura para la batalla.

La pelea comenzó y el hijo prodigio atacó con su espada, la chica intentó defenderse, pero como un cuchillo caliente pasa la mantequilla, la espada atravesó la defensa y golpeó la cara de la chica. Incluso el hijo prodigio estaba sorprendido por lo fácil que había sido eso.

La chica salió disparada por el golpe y cuando golpeó el suelo, escupió un poco de sangre y quedó noqueada.

Muchas personas no podían creer lo que habían visto.

Era increíble que atacara con esa potencia a una chica más débil que él. Algunos le felicitaron por su victoria, pero no puedo creer que se sienta bien luego de hacer algo como eso.

Las batallas de los demás y la mía comenzaron y perdí el primer combate.

Vi todos los combates de la chica de lentes.

Su pelo se mecía por los golpes que recibía, pero luego de unos segundos en el suelo llegaban los médicos y la llevaban hasta el área médica para curarla. Y unos minutos después ella estaba de nuevo en la arena, solo para salir volando de nuevo al área médica.

Con el tiempo, perdí algunas y gané otras, pero lo importante era como esa chica se robaba mis miradas. Simplemente no podía dejar de mirarla.

Algo no estaba bien con ella. ¿Por qué vuelve? ¿Por qué no se rinde?

Mas tarde que pronto, llegó nuestra batalla. Ella me saludó educadamente y pude ver por primera vez sus estadísticas.

Mi familia tiene una piedra de alma ya que mi padre es un comerciante y él va a otras tribus de vez en cuando para comprar y vender bienes.