You're All I Need (Mötley Crüe)

Capítulo 10

Lucy seguió yendo a casa por varios días hasta que logró calmarse. Me dijo que estaba yendo a terapia para aclarar sus ideas y que la terapeuta le dijo que si no quería tener más relaciones, Vince debía respetar eso. Había una incógnita que resolver y tenía muy idealizada la idea de como sería tener sexo, casi como algo esotérico, como si fuese un cuento de hadas, pero que Vince no tenía la culpa, tampoco ella, solo que a veces tendemos a idealizar todo pero no lo comunicamos.

—Y creo que tiene razón. Tú me dijiste que lo que tú quieres es que te trate bien, te cuide, se cuiden, yo en cambio esperaba ver estrellas, que Vince me acariciara mucho después de que termináramos, si, o sea, me abrazó y todo, pero quería que fuese todo mucho más tierno.

—Creo que es solo cuestión de tiempo. Para ti no era solo sexo, era dejarle ver tu cuerpo a alguien a quien le confías muchas cosas y esperar que no fuese una vez más para él.

—Eso también es. Vince estuvo con otras chicas y en cada momento que podía, recordaba eso.

—Te martirizaste demasiado. Creo que seguir con la terapia te va a ayudar a comprenderte y dejar todo eso en el pasado, para que cuando quieras que vuelva a suceder, vas a estar mejor, más preparada y eso va a ser genial.

Lucy por fin sonrió y mejoró su ánimo a simple vista. No pasó mucho tiempo para que ella volviera a ser la que era con Vince, que en parte me alegraba y en otra parte me seguían dando arcadas. En un ataque de limpieza en el que había decidido tirar algunas cosas, encontré la fotografía que le había sacado a Tommy. No era la gran cosa por la imagen, donde él salía abranzado a Nikki por los hombros, si no por las palabras detrás. Siempre a punto de preguntar, pero lo ideal era recurrir a Nikki, si iba con Tommy, probablemente mentiría, pero ¿cómo hacerlo sin que me ocultara algo? Era una gran interrogante. Una tarde noche de sábado, salí con mi nuevo amigo a jugar billar con cervezas de por medio. No hablábamos demasiado, más que al festejar y hacernos burla por embocar las bolas que nos correspondían. Nos sentamos a terminar nuestras bebidas y en ese momento si pudimos platicar. Charlamos sobre Tommy pero en relación conmigo, que le parecía extraño que al llevar meses saliendo juntos, aún no éramos novios.

—Tommy no me gusta para novio. Estamos bien así —él manifestaba unos gestos de conformidad bien escondidos.

—Entonces, ¿quién te gusta que no le aclaras nada pero dejas que siga ilusionándose? Eso te hace ser una pésima persona. Dejas que él sueñe contigo pero no le aclaras que no quieres ser su novia ni nada serio.

—No sé porqué asumes que me gusta alguien. Tommy se comporta bien conmigo, y tienes razón en que hago mal en no aclararle las cosas, pero ¿él sabe leer entre líneas?

—Debes decírselo, Daphne. Lo conozco, mientras más crea que tiene posibilidades contigo, más daño le hará el rechazo.

Jamás me había tocado romperle el corazón a nadie, pero tenía que hacerlo, aunque antes, debía averiguar si él llegó a conocer a Macy, que era lo más evidente porque la foto tenía la firma de ella, Nikki era su mejor amigo y desde luego que iba a estar al tanto de lo que en verdad había sucedido. Buscaba en mi mente quién pudiera decirme lo que quería saber y aunque a mi cabeza volvía el nombre de Nikki, no iba a darle razones para alejarse ni nada parecido. Había pensado en preguntarle a Tommy directamente, pero no era lo ideal tampoco; a Vince no iba a darle indicios y Lucy no debería estar enterada de lo que yo sabía, no por nada seguía juzgando a nuestro compañero. Entonces, se me ocurrió que la respuesta podría tenerla una persona que no quería verme ni en pintura por lo que me daba a entender; y tenía que hablar con él. De repente se me ocurrió la brillante idea de que podría salir con Tommy a algún lugar, el que sea, pero estaba dispuesta a saber más sobre el Caso Jones, como lo habían llamado, pero realmente no sabía como acercarme a Tommy sin que lo tomara demasiado por sopresa que le sugiriera salir, porque hasta ese momento intentaba evitarlo y a veces era demasiado obvia. Él no era para nada estúpido, había evitado que me besara en varias ocaciones, de salir juntos, pedido por mi, tendría, mínimo que besarlo o acceder a que lo hiciera, o romperle el corazón rechazándolo de una manera poco agradable, aunque sea la manera que sea, el rechazo siempre es desagradable y doloroso. Mientras me tomaba un descanso de tantas facturas de compras y ventas que se me habían juntado a lo largo de la semana, miré mi celular y los mensajes de Tommy estaban ahí en plena pantalla, dudé en responderle y qué exactamente. Siempre fui amable con él, pero esta vez ni siquiera sabía como entablar una conversación que terminara en mi interés por salir con él. Decidí responderle lo mejor posible ocultando mi plan, pero no llegamos a quedar para nada. Al regresar a casa, no pensaba demasiado en todo lo que quería saber, ni en Tommy, pero me relajaba recordando lo bien que la pasaba con Nikki. Estaba descansando en mi cama mientras escuchaba canciones que descargué, las mismas que sonaban en el billar, mientra veía a mi amigo jugar, beber su cerveza recostado contra la pared mirándome, sonriéndome. Mi piel se erizaba por completo y sentía un calor intenso de solo recordarlo. Esa noche no me llamó, pero si me deseó una buena noche. Le respondí pidiéndole disculpas por no contarle como me estaba yendo en el trabajo y que era una pena que no pudiera llamarme para charlar como se me estaba haciendo costumbre. Al día siguiente, al llegar a clases, varios compañeros habían comenzado a decorar la preparatoria por Halloween. Aprovechaban cualquier fecha para recaudar fondos.