Silvan
La mesa estaba llena de latas de cervezas, en la alfombra aún se reunían un par de sobras de cacahuates con sal. El sonido de la televisión se encontraba a un nivel moderado, silvan se encontraba de pie enfrente del horno de microondas, esperando a que su pizza de pepperoni se terminara de calentar. No lo preocupaba escuchar las noticias y tampoco estaría enfrente del televisor esperando que Orso pronunciara su nombre, él sabía perfectamente que Carlos haría muy bien su trabajo.
El timbre del microondas sonó un par de veces, así que silvan tomo la pizza, del refrigerador saco una lata de Coca-Cola y sin más comenzó a devorase el delicioso trazo de pan caliente. Mientras lo hacía pensó en como la máscara le empezaría a cambiar la vida, con ella sería uno de los hombres más ricos del mundo. Con ella jamás volvería a pisar la maldita prisión.
-¡Silvan! ¡Carajo! Lo hemos conseguido. –grito Marco desde su recamara.
-¡Eres un puto genio! –silvan toma a su amigo del hombro y le dio un fuerte apretón. -Esto debemos celebrarlo.
Silvan tomo su billetera, salieron del departamento y esperaron varios minutos hasta que tomaron un taxi.
-S'il vous plaît sur la rue germain pilon.
Estando en el bar celebraron como un par de universitarios recién graduados, pidieron un par de cervezas y una orden de alitas, no paraban de lanzar chistes que hacían que las chicas de su alrededor se rieran. Pasaron los minutos, después las horas y el reloj de Marco daba las 8:58 pm.
-Deberíamos ir un burdel, hace mucho que no lo hago. –sugirió Marco mientras se levantaba del largo banco.
Caminaron unas cuantas cuadras hasta llegar a la esquina de Rue Verón, donde madame Ross atendía a los mejores clientes parisinos, un club lujoso donde el sexo olía a colonia de gardenias, un club donde los hombres más finos olvidaban que su mujer los esperaba en casa alado de una deliciosa langosta con vino tinto.
-Bienvenue messieurs.
Una joven irlandesa de pelo rojizo y unos delirantes senos tomo asiento alado de silvan, sus largas piernas estaban llenas de aceite de almendras, su delgado encaje transparentaba su parte intima, su braseare negro la hacía aparentar ser mucho más delgada de lo que era, hacía que sus pechos se levantaran orgullosos. Silvan no aguantaba las ganas de tomarla y hacerle suya cientos de veces hasta que llegara el amanecer y sus cuerpos estuvieran agotados.
-Tu veux aller chérie.
La habitación estaba estampada con tela roja de la más barata, había unos cuantos floreros en cada esquina, la cama era enorme tendida con sabanas negras y doradas, había un par de tubos dorados uno en medio y el otro en la parte inferior de la cama. Silvan tomo asiento en el borde de la cama, se quitó la vieja camiseta de Adidas, dejando al aire su perfecto abdomen, la chica sintió como palpitaban los labios de su entrepierna, se acercó a él, con sus delgadas manos tomo el cierre de su pantalón y lo bajo hasta llegar al final, comenzó a apretar su largo miembro aun envuelto en el bóxer. Silvan había llegado a su límite, tomo a aquella chica de los hombros y le empujó hacia la cama, tomo la delgada tela que cubría su intimidad y se la arrebato de un jalón, saco su gran miembro erecto y lo introdujo. La chica echo su cabeza hacia atrás al sentir el duro miembro de silvan, con sus uñas lo atrajo hacia sí, hasta tenerlo completamente dentro de ella. Con las yemas de sus dedos silvan jugueteaba con los pezones de su amante. Para aquella chica esta noche había sido la mejor de su vida, ningún hombre la había hecho sentir así. Aun con el miembro dentro de ella, sentía la adrenalina correr por sus piernas, sus labios, sus pechos. Era el mejor cliente que había tenido, por primera vez amo lo que hacía. El no dejaba de apretar sus delgadas caderas, el sudor recorría el pecho de silvan así que la chica tomo un poco de ese salado líquido y se lo llevo a los labios, saboreando el ácido sabor que producía de su cuerpo.
La noche había terminado tan bien que silvan no sabía a donde ir así tomo el autobús y dejo que fuera el destino quien eligiera esta vez.

ESTÁS LEYENDO
La Mascara
Teen FictionEl robo mas grande en la historia de paris. El invento mas grande de la historia llamado "La mascara" Un amor peligroso y una obsesion que lo cambiara todo.